Royalty [YunJong] (YunHoxJongHo) ATEEZ

Capítulo 19

—¡Esperen!

JongHo trató de salir detrás de YunHo para detener una posible enfrentamiento entre los Caballeros, pero este no se lo permitió, sosteniendo con una sola mano la brillante espada y con el otro brazo le impedía dar algún paso hacia adelante.

—¡Deteganse!

—Su Majestad, no me dijo que estaría con este hombre. ¿Le hizo daño? — cuestionó MinGi aún tenso y sin bajar un sólo centímetro su espada filosa, haciendo bufar a YunHo.

—Yo no le haría daño, no puedo.

—Podrá ser de madrugada y estar todo el lugar oscuro, pero aún así puedo ver la marca rojiza que su Majestad tiene en el cuello, que antes no tenía.

—MinGi, no, por favor detente. YunHo no me hizo nada. No se hagan daño. S-Sólo entremos al Castillo.

Debido a que ninguno de los dos Caballero parecía dar señales de bajar su espada primero -JongHo maldecía internamente debido a que ambos Caballeros eran demasiado orgullosos-, JongHo pensó rápido en alguna solución para que la situación acabara de buena manera. Él no tenía entrenamiento de Caballero, claramente, pero sabía que en «el mundo de los Caballeros» el Caballero que bajase primero la espada sería una muestra de debilidad o miedo -a veces ambas- y que por lo tanto no servía para nada, por lo que entendía la razón por la que ninguno dejaba su posición de defensa. Sin embargo, eso no dejaba de ponerlo nervioso de lo que pudiera pasar. No quería que todo acabara en tragedia por un pequeño malentendido.

Pero, al diablo, JongHo no era un estereotipo de Princesa delicada que necesitaba de protección de un Caballero porque ella -bueno, él, mejor dicho- no podía defenderse de una simple mariposa. Él podía con esto. Por eso fue que JongHo no le importó el riesgo que pudiera correr y usó su fuerza para apartar el brazo que YunHo tenía sobre él para evitar que se moviera y se puse en medio de los dos Caballeros antes de que YunHo pudiera detenerlo.

—Si van a atacarse, tendrán que matarme primero. Piensen bien en lo que van a hacer.

La mirada de JongHo había abandonado la sensibilidad y el temor, sólo había coraje y valentía que le hacía ver a los Caballeros que hablaba enserio. Por supuesto, ambos tuvieron que guardar sus espaldas cautelosamente, atentos a cualquier movimiento del contrario y al mismo tiempo manteniendo un ojo sobre JongHo, claramente ninguno de ellos podía clavarle su espada al Príncipe, eso sería suicidio seguro.

—Sólo... volvamos al Castillo y vamos a fingir que nada de esto pasó.

🎆🌠🎇🌠🎆

—Qué inesperada y agradable visita de tu parte, San Hyung — JongHo hizo una referencia hacia su primo y luego otra hacia el Rey presente —. WooYoung Hyung, gracias por asistir a mi fiesta.

—No es nada. Wow, la pequeña manzana de la familia Choi ya es mayor de edad, esto es tan raro. Pero supongo que está bien.

—No le hagas caso, JongHo — San rió y tomó un pequeño sorbo de su copa —. Mejor dime, ¿qué tal van las cosas? Me enteré por varias veces que haz tenido varias citas con varios pretendientes de ambos sexos, ¿cómo te va con eso?

Bien, tal vez, sólo tal vez, JongHo no debería haber respondido aquella pregunta con sinceridad, pero en retrospectiva, el Príncipe estaba demasiado emocionado por los acontecimientos que habían sucedido anteriormente en el río que ni siquiera pasó por su mente la idea de mentir.

—Es maravilloso. Tengo a un prometido en mente.

—Oh, entonces te decidiste por un Príncipe — San sonrió.

—Supongo que está aquí todavía, pese a la hora. ¿De qué Reino es?

—No es un Príncipe.

La sonrisa que llevaba el Rey y el Príncipe decayó lentamente, hasta sólo ser una mueca neutral y sus ojos presos del pánico y la confusión. ¿Habían escuchado mal? ¿Acaso JongHo no planeaba desposar a un Príncipe?

—Creo que... he escuchado mal — WooYoung rió incómodo —. ¿Dijiste que no es un... Príncipe, JongHo? — preguntó lentamente, creyendo que se trataba de una broma.

—Claro que no escucharon mal. Es un Caballero, aunque no es de este Reino.

El hablar de YunHo hacía que JongHo automáticamente sonriera y su interior se llenara de corazones revoloteantes y su mente de flores y arcoiris. Estaba tan enamorado, lo admitía. Por eso no había notado el escepticismo con el que lo miraban los dos chicos frente a él. JongHo sólo tenía ojos en ese momento para YunHo, quien acaba de hacerle una seña para que escaparan unos minutos del gran salón hacia -aparentemente- los baños, o eso había entendido JongHo.

—¿Me disculpan? Yo... tengo que ir al baño.

🎆🌠🎇🌠🎆

Todavía era algo extraño para YunHo besar a JongHo, de veras, pese a que él no era ningún virgen ni mucho menos, era raro. El Príncipe lo besaba con tanto amor, tratando de hacerlo sentir cómodo, y eso era agradable. JongHo no lo presionaba para ir más allá de unos simples besos y eso era en parte una de las cosas que más le gustaba de JongHo, que pensaba en los demás antes que en él mismo. Por eso merecía ser mimado como un tierno bebé, porque podría ser mayor de edad ahora, pero YunHo no podía verlo de otra forma que no fuese como un dulce, pequeño, adorable y hermoso bebé.

—¿Sabes? Esto es muy poco romántico. No me estoy quejando, quiero decir, me gusta estar aquí contigo, pero quisiera no tener que esconderme — JongHo haciendo pucheros se había vuelto más normal para YunHo.

—Lo que pasa es que tú eres un Príncipe, tonto, ¿qué clase de imagen crees que estarías dando si hicieras algo así?

—Yo no pedí ser un Príncipe — frunció el ceño.

—Y yo no pedí ser un Caballero, pero así son las cosas, JongHo. De todos modos, hay gente que la pasa peor por todo el mundo, al menos nosotros tenemos la suerte de vivir de manera más apta. Y si tú no fueras Príncipe o yo no fuera Caballero, no nos hubiéramos conocido.

—Si lo pones de ese modo, puedo estar más tranquilo.

JongHo dejó descansar su cabeza en el pecho de su... ¿Qué eran exactamente? Bien, no eran amigos -nunca lo fueron, realmente-, para nada, pero tampoco eran pareja. No era tan fácil de todos modos, JongHo sabía que él no podía sólo ir y tener una pareja, debía informarles previamente a sus padres, que estos conocieran a su futura pareja, y luego, tal vez, podría hacerlo público. Eso era lo que le molestaba también, porque él quería poder tomar la mano de YunHo cuando quisiera, poder darle un beso en la mejilla o cualquier otra muestra de afecto que quisiera, pero debía esperar un marco de tiempo indeterminado antes de poder hacer lo que más deseaba. Aunque en cierto sentido, era bueno, eso le daría más tiempo de conocer a su futuro esposo, porque aunque ellos no llevaran años o meses de haberse conocido JongHo podía sentir en el fondo de su corazón que había conseguido a su destinado¹.

—Estoy dispuesto a esperarte, sabes eso, ¿verdad?

—Por supuesto que lo sé — YunHo tomó una de las manos de JongHo y depositó un beso en los nudillos —. Prometo escribirte para decirte cuando regresaré. Quiero que esto funcione, JongHo, por eso voy a poner todo de mi parte, porque siento que debo hacerlo, y porque quiero.

—Hablando así, pareces un YunHo totalmente diferente al de hace días atrás — JongHo soltó una pequeña risa.

—Pequeño — aunque era más en modo de regaño, JongHo lo tomó de manera cariñosa.

—Te esperaré.

—Y yo iré por ti.

♧➷➹➷➹➷➹♧

¹Referencia a la creencia del hilo rojo del destino.