Capítulo 4

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La muestra de Dioses comenzaba en unos minutos. Y Amber estaba ansiosa.

Cuando estaba planeando su viaje meses atrás en Nueva York. Amber se enteró de que habría una muestra de Dioses griegos abierta a todo el público en el museo de la Acrópolis. Y ella era una amante de la mitología tanto griega como romana, asique no dudo un segundo en asistir.

No había podido pegar un ojo pensando en la muestra. ¿Hablarían de todos los Dioses o solo los olímpicos? ¿Explicarían brevemente la historia de cada uno? Eran las preguntas que revoloteaban por la mente de Amber sin darle un respiro.

El viaje de Roma a Atenas no era tan largo. Duraría una hora y media aproximadamente y Amber siempre tenía consigo un buen libro para que el tiempo se pasara aún más rápido. Solo esperaba que esta vez no se sentara al lado suyo una loca obsesionada por la moda que la distrajera hablando sobre el color anaranjado.

Viajar en avión se le estaba haciendo costumbre, ya no sufría nauseas o mareos cuando este despegaba o aterrizaba. Solo sentía un leve cosquilleo en el estómago que disminuía cuando el avión se detenía.

Llegar al hotel le había sido bastante difícil. Pues el taxista solo hablaba griego y Amber tenía un conocimiento muy básico del mismo. En París y Roma había tenido la suerte de que gran parte de la población manejaba el inglés; pero era consciente de que podía toparse con un caso como este. Fue gracias a unas señas extrañas que hizo con las manos y al traductor de su celular que pudo llegar a su hotel. Seguramente el taxista la había odiado en cada segundo que había estado dentro del auto.

Cuando entro en su habitación notó que los parpados le pesaban muchísimo. Aún faltaban dos horas para la muestra por lo que decidió que sería una buena idea dormir una siesta antes, para recargar energías y estar al máximo en el museo.

Amber soñó con la ciudad de Roma. Su cultura, su historia, su arquitectura, sus habitantes. Al igual que Paris, le había brindado recuerdos hermosos. Recuerdos que siempre tendrían un lugar en su memoria por más de que pasaran años y años.

La alarma de su teléfono despertó y Amber supo que si seguía durmiendo, se perdería la exhibición. Asique se dio una ducha rápida. Cepillo un poco su cabello rojizo y con ropa cómoda se fue al museo de la Acrópolis.

Llegó justo a tiempo. El guía estaba parado frente a una estatua de Atenea mientras explicaba que era la diosa de la sabiduría y que en ella se basaba la estatua "Atenea Pártenos" que se encontraba en el Partenón de la Acrópolis de Atenas.

Escuchó muy atentamente todas las explicaciones que daban los guías. Recordó algunos mitos y fue muy participativa en la muestra. No se dio cuenta de que ya habían pasado 3 horas y la muestra estaba por terminar.

Decidió salir un poco antes para tener tiempo de visitar un poco la ciudad. También iría a almorzar a un restaurant, su estómago rugía clamando comida.

Cuando estaba por salir del museo; dos niños impidieron su paso.

Eran un chico y una chica. Ambos de unos catorce años aproximadamente. Eran del mismo tamaño pero más bajos que Amber. El chico tenía el cabello castaño oscuro, la piel blanca y los ojos grises y llamativos. Mientras que la chica tenía una larga cabellera rubia, la piel un poco más bronceada y los ojos verdes.

Amber les dedico una sonrisa.

-¿Puedo ayudarlos en algo?-

Luego lo pensó mejor. Si los chicos hablaban griego sería imposible que pudiesen entenderse.

-Mi nombre es Blake- Dijo el niño- y ella es Aurora-

Por lo menos hablaban inglés.

-Veras, nosotros somos estudiantes y tenemos que hacer un trabajo. El cual consiste en entrevistar al público que ha venido a la muestra ¿Te molestaría responder algunas preguntas?- Pregunto Blake.

-Claro. Será un placer- Dijo Amber- ¿No son nacidos aquí verdad?-

-No- Dijo Aurora que parecía triste.

-Tienen un acento londinense- Dijo Amber que era muy detallista con las personas.

-Pues sí. Ambos somos de Londres, pero nuestros padres se mudaron aquí cuando teníamos 10 años. Somos hermanos- Dijo Blake.

Amber los miro incrédula.

-¿Hermanos?- Repitió.

Blake asintió nervioso y Aurora agacho su mirada.

-No se parecen en nada. Tu cabello es rubio y el de él castaño. Uno tiene los ojos grises y ella tiene ojos verdes. Ni siquiera sus facciones son parecidas.

-Mamá y papá son muy diferentes- Dijo Blake sonriendo inocentemente- ¿Te parece si comenzamos con las preguntas? No queremos hacerte perder más tiempo-

-Está bien- Acepto Amber.

-¿Cómo te llamas?-

-Amber Stone-

-¿Edad?-

-Diecinueve-

-¿Nacionalidad?-

-Estadounidense-

-¿Por qué has venido hasta Grecia?-

-Estoy de viaje aquí- Dijo Amber.

-¿Tu cabello es rojo natural o te lo tiñes?-

-¿Qué tiene eso que ver?-

-Es un trabajo sobre la belleza externa- Dijo Blake.

Genial. Otro más interesado en la moda.

-Soy pelirroja natural- Dijo Amber-

-¿Qué hay de tus ojos?-

-También son azul natural-

-¿Te pareces a tu madre o a tu padre?-

Amber vacilo por un segundo. Odiaba que mencionaran a su padre.

-Soy idéntica a mi madre-

-Perfecto. Eso es todo. Muchas gracias por tu tiempo Amber- Dijo Blake sonriente mientras arrastraba de la muñeca a Aurora.

-¡Alto!- Dijo Amber- ¿Para qué materia es eso?- Le resultaba sumamente extraño que le hicieran preguntas tan personales.

Blake y Aurora cruzaron miradas.

-Para una materia muy difícil que no aprobaremos si no comenzamos ahora. Hasta luego- Dijeron ambos mientras salían corriendo en dirección opuesta.

Amber los miro por un segundo mientras se alejaban. No parecían en absoluto hermanos. No solo físicamente; también por su actitud. Blake se mostraba alegre pero nervioso. Mientras que Aurora era tímida y triste.

Amber decidió no perder más el tiempo e ir a recorrer la ciudad. Al día próximo tenía que tomar un vuelo a Londres.

Su último destino. 


HOLA!!! quiero saber si les esta gustando la historia hasta ahora :D me gustaria mucho que comentaran si tienen alguna teoria o algo. lo que sea :D 

El Último SímboloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora