Capítulo 37

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-¿Por qué simplemente no nos teletransportamos por los portales de luz de Aurora?- Preguntó Blake empacando unos ropa y abrigos en una mochila.

-Porque eso causaría un desgaste de energía en Aurora, y la necesitamos con toda su fuerza posible- Dijo Brooke subiendo los equipajes al auto.

-Odio los aviones- Dijo Aurora- Me dan mareos-

-Puedes dormir una larga siesta- Sugirió Riven.

-De hecho, dormir durante todo el viaje nos haría muy bien a todos. Serán 15 horas de vuelo- Informó Brooke.

-¿15 horas?- Preguntó Aurora abriendo los ojos sorprendida- ¿Pretendes que durmamos por 15 horas? ¿Vamos a hibernar o qué?-

-Tendremos intervalos para comer e ir al baño, por supuesto. Pero mientras más energía tengamos al llegar allá, será mejor-

Todos habían subido su equipaje en el baúl del auto, ya era tiempo de irse o perderían el avión.

-Por favor, avisen al llegar- Dijo Amber.

-Claro- Dijo Brooke intentando parecer indiferente, pero la verdad, es que por dentro estaba muerta de miedo y nervios.

-Espero que no monten una fiesta en nuestra ausencia- Dijo Riven señalando a Elijah y Amber.

-No creo que se pueda hacer una fiesta con dos personas- Dijo Amber.

-Per tranquilos, encontraremos la forma de divertirnos mientras no están- Dijo Elijah.

Dafne, Aurora y Blake subieron al auto; los últimos fueron Riven y Brooke.

-¿Estas lista?- Preguntó Riven.

-Siempre- Dijo Brooke.

-¡Quiero sentarme al lado de la ventana!- Dijo Blake.

Brooke estaba más preocupada por el comportamiento de los chicos que por la misión en sí. Si bien, hace un tiempo vivían juntos, casi nunca estaban con otras personas. Como ya es sabido, los símbolos causan repulsión en la gran mayoría de la gente. Por lo que cuando llegaron al aeropuerto, recibieron miradas como si fueran terroristas o narcotraficantes. Brooke les dijo que agacharan la cabeza y bajo ninguna circunstancia llamaran la atención.

Primero tenían que pasar a retirar sus pasaportes, la empresa les había ofrecido llevarlos hasta su casa por correo, pero quizás, sería un poco extraño que un grupo de chicos vivieran solos sin adultos responsables en el medio del campo. Además de que por mayor seguridad, nadie debía conocer su ubicación. Fue por eso que rechazaron esa propuesta.

-Quiero ir al baño- Dijo Dafne.

-¿Por qué no fuiste antes de salir de casa?- Preguntó Brooke.

-Porque entonces no tenía ganas de ir- Dijo Dafne.

-Pareces una niña de 5 años ¿No puedes aguantar hasta estar arriba del avión?-

-¿Por qué mejor no controlas el líquido...?- Comenzó Dafne, pero Brooke la detuvo rápidamente.

-¡Está bien! Ve rápido- Ordenó.

La castaña desapareció en un segundo.

-Oye Brooke ¿No es ese el guardia con el que nos topamos el día que secuestramos a Amber?-

-Maldita sea, cállate Riven-

-¿Cuándo vamos a hablar de lo nuestro?- Preguntó de golpe.

-¿Lo nuestro?- Repitió Brooke anonadada.

-Si...bueno- Riven comenzó a rascarse la nuca- Me besaste ¿Lo recuerdas?-

-¡Riven!- Chilló Brooke- ¿Te parece este el momento para hablar de eso?-

-Fuiste tú la que me besó e inicio todo esto. Ahora termínalo-

-Lo hablaremos, pero no ahora-

Dafne regreso justo a tiempo antes de subir al avión. En cuanto estuvieron todos arriba, Blake fue corriendo con demasiada velocidad a buscar un asiento al lado de la ventanilla.

-¡Blake!- Reprendió Brooke- Compórtate por favor

-Te juro que no soy yo Brooke- Dijo el pequeño- No lo sé, es como si me hubiese comido tres kilos de azúcar. Me siento hiperactivo-

-Puede ser por tu poder- Observó Aurora- Cuando viajamos a Grecia también estabas hiperactivo. Es por eso que no quise volver en avión, y utilice los portales-

Brooke se dio cuenta de que dos jóvenes que estaban en la fila de asientos de atrás, los miraban como si estuviesen drogados.

-Es un guion de una obra de teatro- Dijo Brooke sonriendo e intentando ser simpática- Están ensayando sus líneas para la gran presentación que tendremos. La obra trata de un niño con hiperactividad y su hermana que le cuenta cuentos para que duerma tranquilo, los cuentos son de fantasía-

Los jóvenes fruncieron el ceño y dejaron de prestarle atención a Brooke. Ella se acomodó en su asiento y dio un respingo.

-Sería mejor que no hablaran de ciertos temas aquí- Dijo Brooke.

Riven se acercó a ella y le susurró en el oído.

-No sabes mentir- Dijo sonriendo.

Y no, Brooke era consciente de ello, era pésima mentirosa.

Habían pasado 5 horas de viaje, la gran mayoría de los pasajeros estaba durmiendo. Extrañamente, Riven no podía conciliar el sueño. Había intentado cerrando los ojos y relajándose, contando ovejas, pero nada funcionaba. Había una persona que no dejaba de dar vueltas en su cabeza:

Brooke, quien también se había quedado dormida acurrucada en el asiento.

Riven la observaba con detenimiento, se veía tan tranquila cuando dormía. Sus parpados estaban caídos sobre sus ojos y sus pestañas gruesas hacían sombra, su pecho subía y bajaba lentamente. Ella era hermosa, para Riven, ella era la chica más hermosa de todo el universo.

No entendía porque lo había besado, tampoco se había imaginado así su primer beso. Quería saber si ella sentía algo por el o simplemente había sido cosa del momento. Y si era la segunda opción, a Riven se le rompería el corazón, porque a él si le pasaban muchas cosas con ella.

La incertidumbre lo estaba matando, quería despertar a Brooke y preguntarle qué era lo que ella sentía. Después de todo, les quedaba 10 horas de viaje aproximadamente, si no era ese el momento para hablar ¿Cuándo lo seria?

Y entonces, decidió dejarla dormir. Brooke era una chica con un carácter especial, si ella quería decirle algo, lo haría a su tiempo; Riven no pensaba presionarla ni mucho menos hacerla sentir incomoda, estaba dispuesto a esperarla el tiempo que fuera necesario.

Se dio la vuelta y cerró sus ojos, con un poco de suerte, ahora sí podría dormir. 

El Último SímboloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora