Capítulo 40

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-¿Fueron a Alaska solo para conseguir cristal roto?- Preguntó Elijah frunciendo el ceño mientras miraba detenidamente la piedrecilla que le había entregado Brooke.

-Es decepcionante- Dijo Dafne- Ni siquiera son diamantes, solo son trozos de vidrio-

-Parecen granos de sal- Dijo Blake.

-Ya, es suficiente- Dijo Brooke quitándole de las manos los cristales y guardándolos en una pequeña caja- Si la guía nos dio esto, por algo debe ser-

-Si- Dijo Riven- Quizás le falte sal a su lasaña y nos mandó a la punta del mundo a conseguirla. Los espíritus son tan quisquillosos-

Brooke le lanzó una mirada asesina y Riven dejó de bromear.

-Nunca había visto algo parecido- Dijo Amber quitándole la caja a Brooke y analizando nuevamente una piedrecilla.

-¿Ahora eres experta en rocas?- Preguntó Brooke irónicamente.

Amber rodó los ojos y siguió observando la piedra.

Ella sabía que tenía que haber algo más. No le entraba en la cabeza que tuvieran que hacer semejante trabajo solo por un mísero cristal. Debía haber algo que ellos no podían ver aun.

Mientras los demás seguían discutiendo, ella se alejó y fue al patio. Se arrodilló al borde de la piscina y dejó delicadamente el cristal en el suelo, invoco un poco de fuego entre sus dedos, con la llama anaranjada flameando en su mano, acerco su dedo índice a la pequeña piedra, esperando que esta hiciera algo. Solamente pudo confirmar una cosa.

-¿Qué haces?- Preguntó Brooke acercándose junto a los demás.

-No es vidrio- Dijo Amber- Acabo de tocarlo con fuego y no hizo nada, no reacciona al fuego. Si hubiera sido vidrio se habría derretido. Pero parece más una roca translucida. Ni siquiera subió su temperatura, el fuego no tiene efecto sobre él-

-Déjame probar- Dijo Elijah quien comenzó a congelar la piedra, pero esta no tuvo reacción alguna- Tampoco se congela.

-Y no está fría- Agregó Amber.

Brooke frunció el ceño ¿Qué significaban esas piedras del demonio? Tomó una de la caja y la arrojó a la piscina para que estuviese en contacto con el agua. La piedra flotaba sobre ella.

-¿Qué?- Preguntó Brooke a nadie específicamente.

-Tengo una idea- Dijo Blake- Quizás está llena de aire y por eso flota. Déjame intentar a mí- Tomó otra piedra de la caja y comenzó a lanzarle viento a ver si esta volaba. Pero parecía pesar una tonelada, porque no flotaba a pesar de las grandes ráfagas de viento que Blake tenía en su mano.

-No tiene sentido, es pesada para el viento y ligera para el agua- Dijo Blake.

Aurora tomó otra piedra y la reflejó con luz, pero se dio cuenta de que la luz no se veía a través de la piedra. Prácticamente no había nada.

Todos miraron a Riven y Dafne que aún no habían intentado nada.

-Olvídenlo- Dijo Riven levantando sus manos- Yo no voy a lanzarle un rayo a ese grano de sal. Ya hemos comprobado que no funciona con cinco de siete poderes, ¿Por qué respondería a los últimos dos?-

-De hecho...- Dijo Dafne observándolas detenidamente y quitándoselas a Brooke. Las tuvo entre sus manos un momento y luego les mostró su nueva creación- ¡Taran!- Dijo Dafne emocionada- No serán diamantes, pero si son muy estéticas para unos collares ¿No lo creen?- Lo que había hecho, era atarlas con unas pequeñas lianas para que quedaran como colgantes para todos.

-Quítale esa maleza- Dijo Brooke- No son para usar de moda, son para ayudarnos-

-En realidad, creo que la idea de Dafne no esta tan errada- Dijo Amber tomando un colgante- Si son siete, es porque es uno para cada uno, y no podemos correr el riesgo de llevarlas siempre en un bolsillo, los collares con más seguros

Dafne sonrió y les tendió a cada uno un collar.

-Brooke ¿estás bien? Te ves más pálida que las piedras- Dijo Elijah.

-Si- Dijo Brooke esquivando el tema. De pronto sentía la garganta seca- Es solo que...

-¿Qué?- Repitió su hermano.

Brooke se armó de valor.

-Hay algo que no les dije- Dijo mordiéndose el labio inferior y torciendo un poco sus dedos.

Sintió todas las miradas expectantes sobre ella y supo que tenía que hablar.

-Cuando hable con la guía espiritual, primero me cruce con la oscuridad, y ella dijo que no importa cuánto entrenemos, cuanto nos preparemos; jamás podremos vencerla, porque no podremos pagar el precio para vencerla, es muy alto-

-¿Precio a pagar? ¿No basta simplemente con enfrentarnos a ella utilizando nuestros poderes?- Preguntó Elijah.

-No. Ella lo dejo allí, en realidad no. Dijo que uno a uno caeremos ante ella, para al final, ver a nuestros padres morir frente a nosotros intentando salvarnos-

-¿Pero de qué precio habla?- Pregunto Blake inquieto.

-Eso me lo dijo la guía espiritual después...Ella- Brooke tragó saliva, era más difícil de lo que pensaba decir eso.

-¡Habla Brooke!- Dijo su hermano- ¿De qué hablan? ¿Cuál es ese precio tan alto a pagar?-

Brooke se aclaró un poco la garganta.

-Ella dijo "si quieren ganar esto, el espíritu debe sacrificarse"- Dijo Brooke repitiendo las mismas palabras que le había dicho la guía, las mismas palabras que resonaban en su cabeza una y otra vez y no la dejaban dormir o pensar con claridad. Las palabras que la tenían atada al miedo de no saber con exactitud quien era el espíritu que debía sacrificarse, y también la incertidumbre de no saber exactamente a qué tipo de sacrificio se refería ¿Era una forma metafórica de decir que tenían que hacer algo muy malo o realmente era la muerte de alguno de ellos?

-¿El espíritu?- Repitió Elijah con cierto temor- ¿Sacrificio? ¿Hablas de que uno de nosotros debe morir? ¿El precio a pagar es la muerte?-

-¿Y quién es el espíritu?- Preguntó Riven.

Brooke que hasta ese momento había tenido la mirada perdida, alzo sus ojos azules para encontrarse con los de Amber, quien parecía que pensaba lo mismo que ella por el miedo que se reflejaba en su rostro.

-Soy yo- Dijo Amber finalmente con los ojos cristalizados y las lágrimas asentándose en sus parpados, dudosas de si caer o no- El espíritu soy yo

El Último SímboloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora