Capítulo 8

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Amber volvió a darse la vuelta, ignorando por completo a Brooke.

La castaña resopló. No iba a ser fácil.

-Solo te pido unos minutos de tu tiempo-

-No quiero hablar contigo- Dijo Amber sin voltearse.

-No seas infantil por favor. No te he hecho nada malo-

Amber se dio la vuelta enojada.

-¿Podrías repetir lo que dijiste?-

-Que no te hice nada malo-

-Exacto. Solo estas obviando la parte en la que casi me asesinas con la mirada en la biblioteca. Y ahora aparecer aquí sabiendo mi nombre y diciendo que quieres hablar conmigo- Soltó Amber- No me interesa lo que tengas para decirme. No me interesa como demonios sabes mi nombre. Te pediré por favor que te vayas o llamare a seguridad-

-¿Llamar a seguridad? ¡Que exagerada!- Dijo Brooke.

-No es exagerado, es tomar medidas de precaución. No tengo idea de quién eres y vienes a molestarme en el aeropuerto cuando estoy por tomar un vuelo a mi casa ¿Quieres robarme? No tengo absolutamente nada de valor. Mi teléfono...-

-Se incendió anoche en un hotel- Dijo Brooke interrumpiendo- Lo sé-

Los ojos de Amber casi se salen de orbita.

-Es todo- Dijo tomando su maleta- Llamare a seguridad-

-¿Y por qué vas a denunciarme? ¿Por saber tu nombre?- Preguntó Brooke.

Amber se quedó parada en el medio del pasillo. Brooke tenía razón, si bien ella sabía su nombre; ese no era motivo suficiente para dar aviso a los guardias, probablemente estos se reirían en la cara de Amber diciendo que tenían mejores cosas que atender.

-No quiero lastimarte Amber. Solamente quiero que me escuches- Dijo Brooke con ojos suplicantes.

Amber la miró. Era una cabeza más alta que Brooke.

-No. Déjame en paz- Dijo antes de tomar sus cosas y alejarse de allí. Dejando a Brooke sola.

Brooke resoplo y salió del aeropuerto en dirección al estacionamiento. No podía permitir que Amber se fuera del país. Había sido por pura casualidad que la había encontrado y no dejaría que esta volviera a escaparse. Era escurridiza como el agua y podías perderla en menos de un abrir y cerrar de ojos. Brooke tenía que pensar rápido.

Llego al estacionamiento y abrió la puerta del copiloto del auto de su hermano. Riven la esperaba dentro del mismo. Estaba durmiendo con la cabeza sobre el volante y el cabello dorado desordenado cayendo sobre su rostro como una cortina de oro.

Brooke cerró de un portazo para que Riven despertara. Él dio un bostezo antes de hablar.

-¿Qué tal ha salido todo?-

-¿Tú la ves aquí conmigo?- Preguntó Brooke con ironía.

-Emm, no- Dijo Riven inocentemente.

-¡Entonces es que ha salido mal idiota! ¡Haces cada pregunta tan estúpida!-

-¿Y cómo esperabas que saliera? Con esa actitud que tienes es obvio que ibas a espantar a la pobre chica. Además ¿Qué planeabas decirle? Hola. Mi nombre es Brooke, junto con un grupo de chicos hemos estado buscándote para completar una misión de la cual casi nadie sabe nada- Dijo Riven imitando la voz aguda de Brooke.

Ella lo fulmino con la mirada.

-Intente hablar con ella pero se negó rotundamente-

-Piénsalo Brooke; estas en un país desconocido de viaje. Viene una completa extraña a decirte que quiere hablar contigo así sin más. Yo también me hubiese asustado- Dijo Riven- Tú hermano habría sido el indicado para hablar con ella-

El Último SímboloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora