Capítulo 16

121 13 5
                                    


Blake estaba acostado en su habitación.

Había sido un día agitado, y sentía su cuerpo agotado; como si un huracán le hubiese pasado por encima. Mientras todos estaban abajo intentando calmar a Brooke, y contener a Riven por lo sucedido, él se había quedado en la habitación de Aurora intentando animarla.

Ellos dos eran los más pequeños, estaban acostumbrados a ser los excluidos del grupo. Habían peleado millones de veces por un lugar y voz entre los demás, pero ellos insistían en que eran aun unos niños y mejor si se mantenían al margen de todo, que no querían que salieran lastimados y todo era para protegerlos.

En realidad, Blake era quien había peleado, Aurora jamás emitía sonido alguno frente a los demás. Les tenía miedo. No porque les hubiesen hecho algo, pero Aurora cargaba con una tristeza de la que solo Blake era consiente.

Aurora era el símbolo luz, algo que normalmente era asociado con la alegría y la felicidad, a todos les gustaban los días soleados y cálidos. Pero Aurora no era así, ella cargaba con una gran depresión y tristeza, era algo propio de su símbolo, normalmente uno tendía a ser el opuesto de su símbolo. Aurora no era feliz, era una niña triste.

Eso a Blake le dolía, y por ello intentaba hacer cualquier cosa por verla sonreír. La consideraba su mejor amiga y le guardaba mucho cariño. Al principio solo se quedaba con ella en silencio, luego le había contado anécdotas de su infancia, a ella le había causado gracia y había reído, y eso había sido motivo suficiente para que Blake se esforzara en mantener esa sonrisa. La sonrisa de Aurora era la más bonita para Blake.

Al día de hoy, había hecho una función de títeres para intentar animarla. Le había pedido unos calcetines a Elijah y otros a Riven para armar unos títeres y jugar un rato con ella. Todo estaba bien hasta que Riven y Brooke habían perdido el control de sus poderes e intentaron matarse mutuamente. Entonces Aurora entro en un estado de pánico y se largó a llorar en posición fetal mientras aferraba fuertemente a sus rodillas.

Blake había estado todo el tiempo con ella. Le había dicho que todo estaría bien, sus palabras habían sido "No te preocupes, estás conmigo ahora y prometo protegerte, juro que voy a protegerte" y aunque Blake también estaba consumido por el miedo, no iba a dejar que Aurora pensara que estaba sola, porque ella no lo estaba y jamás lo estaría, no mientras Blake siguiera respirando.

Estaba tan consumido en sus propios pensamientos que no notó lo que pasaba a su alrededor, algunos objetos comenzaron a moverse solos y las ventanas se golpeaban fuertemente por el viento. Viento que solo existía en la habitación de Blake.

Un cuadro se desprendió de la pared y estallo el vidrio al caer contra el piso, lo que causo un ruido y asusto a Blake, fue entonces cuando vio lo que pasaba.

Los objetos volaban por toda la habitación como si tuvieran vida propia y quisieran jugarle una mala pasada al pequeño niño; quien se preguntó si quizás, había creado una ventisca accidentalmente y por eso todo estaba bailando en el aire.

Pero no; Blake no tenía control sobre sus poderes y tampoco había sido creación de suya. Era algo más.

Una voz femenina comenzó a llamar su nombre, la conocía bastante bien.

-Blake... Blake, mi pequeño, ven aquí- Dijo.

Blake palideció. La voz era de su madre.

Ella abrió la puerta de su habitación, lo miro con esos ojos grises como tornado, que eran iguales a los suyos.

-Mi pequeño niño, ven con mama- Dijo estirando los brazos.

Él sintió un nudo en la garganta y no pudo decir nada. Las lágrimas no se lo permitieron, estiro los brazos para abrazar a su mamá.

Entonces su rostro comenzó a desfigurarse frente a Blake. Sus ojos se tiñeron de negro y comenzó a salir un líquido como petróleo de su boca, hasta consumir todo el cuerpo de su madre de color negro como una sombra. Toda la habitación se llenó de espíritus negros, y la voz de su madre resonaba por todas partes como un susurro en su oído.

Blake comenzó a gritar y patalear.

Hasta que pudo despertar.

Se sentó de golpe y se aferró a las sabanas, encendió la luz, la oscuridad estaba volviéndolo loco. Las lágrimas rodaron por sus mejillas y esa sensación de horror no salía de su pecho, le oprimía tanto hasta el punto que le costaba respirar.

Elijah entro de golpe en la habitación, tenía puesto su piyama.

-¡Blake!- Dijo Elijah-¿Qué ha pasado?- Pregunto buscando alguna herida en el cuerpo del pequeño.

-Mamá...-Dijo Blake- Una pesadilla. Ella se consumía en sombras- Las palabras salían de su boca sin poder formar algo coherente. Elijah lo abrazo como un hermano mayor.

Los demás entraron en la habitación un segundo después igual de preocupados, intentaron explicar rápidamente lo sucedido, pero Blake estaba muy alterado como para poder hablar. Brooke le sirvió un poco de agua y salieron para no atormentarlo.

-Cualquier cosa, llámame- Dijo Elijah.

Todos se fueron menos Aurora. Ella lo miro en silencio desde la puerta y luego se sentó en la orilla de la cama donde Blake seguía sentado.

-Tengo miedo de dormir Aurora, la oscuridad casi me ahoga- Dijo tapándose con la cobija.

Ella lo miro en silencio un momento.

-Me quedare hasta que te duermas- Dijo ella.

De su dedo salió una pequeña bola de luz, que la dejó con mucho cuidado sobre la mesa de luz de Blake.

-Ya no hay oscuridad, ni nada que temer, puedes dormir- Dijo ella.

Y esta vez, Blake pudo dormir como un bebé.



¿Que les parecio el capitulo??? esta cortito lo se :( perdon por ello, el proximo sera mas largo

El Último SímboloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora