White Flowers ||YoonMin||

T H I R T Y F O U R

- ¡Jungkook, devuélveme eso! 

- ¡Obligame, Taehyung!

Namjoon soltó una risa al ver aquella escena, esos dos parecían hermanos peleándose por obtener lo que uno le robo al otro, simplemente divertido, todos se encontraban en el parque, querían relajarse un buen rato después de haber tenido una semana demasiado ajetreada, así que simplemente en cuanto salieron de clases, decidieron ir hacía el parque.

- ¡Ya, dámelo!

- ¡Devuélveselo, Jungkook! -y allí estaba Seokjin, uniéndose a la persecución.

Namjoon suspiro, pero estaba feliz de verlos tan hiperactivos de un lado a otro, sonriendo, bueno, a excepción de Taehyung que ya estaba mostrándose algo molesto al no obtener lo que quiere.

- ¿Qué es lo que hacen? -esa pregunta había hecho que Namjoon mirase hacía arriba, allí estaba Yoongi, en sus manos traía unas bolsas en dónde había guardado algunos sándwiches que había ido a comprar para todos.

- Jungkook le ha quitado a Taehyung su celular, y Seokjin se ha unido a la causa.

- Supongo  Jungkook va ganando.

- ¡Sí, supones bien!

El pelinegro tomo asiento al lado de Namjoon, ambos recargaban su espalda en el tronco de un árbol, el olor del árbol de pirul entro en sus fosas nasales, tan dulce como refrescante, una combinación perfecta para un clima tan templado como lo era ese.

- ¿Y los demás? -pregunto Namjoon al ver que Yoongi no había llegado con Hoseok y Jimin.

- Me han dicho que me adelantara, y no me negue, hacen mucho drama para traer los refrescos.

Namjoon soltó una risa al escuchar eso, pero debía admitir que él tampoco se hubiera quedado esperando a que esos dos decidieran con cuantos refrescos caminaría cada uno. 

- ¡Dámelo! -eso había hecho que ambos miraran de nueva cuenta a esos tres que aún se la estaban pasando en lo que parecía un juego.

Pero claro, para Taehyung, eso era un asunto serio, quería de vuelta su celular, y Jungkook parecía que entendía todo lo contrario a lo que él quería.

- ¿Crees qué lo atrapen?

- Sí logran resistir, supongo que lo harán -respondió Yoongi para después abrir la bolsa que estaba frente a él y sacar de allí un par de sándwiches, uno se lo entrego a Namjoon y otro comenzó a comerlo él.

A Namjoon le agradaba Yoongi, Seokjin casi siempre le platicaba muchas cosas acerca de él, y en los pocos días que había convivido con él, debía admitir que era alguien muy agradable. Namjoon también estaba enterado de la enfermedad de Yoongi, pues tuvo que consolar por toda una noche a Seokjin que no podía parar de llorar al haberse enterado de la enfermedad que había contraído su amigo.

- Debe ser difícil, ¿no?

Yoongi miro a Namjoon.

- ¿Qué cosa?

- Tener lo que tienes... -soltó un suspiro después de decir aquello-, ¿sabes? Alguna vez tuve a alguien en mi vida que estaba igual que tú.

- ¿Quién era?

- Un amigo mío, demasiado cercano a decir verdad -Namjoon miro a pelinegro-, Jackson Wang, siempre estará aquí -señalo su cabeza-, y aquí -está vez coloco la palma de su mano sobre su pecho-. Era alguien muy carismático.

Un silencio se había formado entre ambos, pero no era para nada incomodo, solo podían escuchar aún los gritos y risas de los chicos que aún estaban tan metidos en la persecución de Jeon Jungkook, Yoongi cerro los ojos por unos momentos, admirando todos los sonidos que lograba escuchar, cantos de las aves, algún avión que pasaba, personas, platicas, risas, ladridos, quejas, motores de carros, el viento.

- Sí, es solo un poco difícil -respondió Yoongi.

- Me lo imagino, Jackson me decía lo mismo, a veces decía que era insoportable, que quería dejar de vivir, pero después había decidido algo.

- ¿Qué fue lo que había decidido?

- Que debía ser fuerte y vivir los mejores días de su vida hasta el final -el pelinegro se sintió solo un poco sorprendido, pues también él había decidido aquello.

- Y ¿lo hizo?

- Sí, vaya que lo hizo.

- ¡Chicos, hemos llegado!

La voz de Hoseok fue lo que había llamado la atención de ambos, ahí venían con las bolsas en manos y por supuesto eran pesadas, Yoongi de inmediato se levanto y fue a ayudar a Jimin, quien parecía que estaba sufriendo por cargar tanto.

- Gracias, Yoonie.

- No hay de que.

Namjoon al ver eso sonrió, sabía que Yoongi tal vez estaba ocultándole algo a todos, incluyéndolo a él, pero también sabía que Jackson le había ocultado muchas cosas, como por ejemplo, le había ocultado el por qué lo había hecho hacer un viaje hacía otro país para que ambos pasaran unas pequeñas vacaciones, aquella semana, en el ultimo día, le había dicho algo que nunca olvidaría.

"Mañana tal vez no veré de nuevo una puesta de Sol... así que prométeme que si llegas a conocer a alguien más como yo, que harás que no sufra, y que si esa persona te hace prometer algo, lo cumplirás, espero lo entiendas, amigo."

Y claro que lo entendía.

- ¡Oigan ustedes tres, es hora de comer! 

Y fue así que habían logrado atrapar a Jungkook, para que por fin le devolviera su celular a Kim Taehyung.

Yoongi miraba a todos, mientras comía, podía escucharlos decir muchas cosas, algunos chistes malos que siempre sacaba a relucir Seokjin, las risas de Jungkook por molestar a Taehyung y Hoseok, porque a veces lograba quitarles sus bebidas y tomar de ellas, podía escuchar Jimin cuando reía por alguna de las tonterías que veía.

- Oye Namjoon -el mencionado miro a Yoongi.

- He escuchado de parte de tu novio, que... casi no paras de fumar.

- Bueno -eso se lo atribuía a la muerte de Jackson, cuando se había enterado, el cigarrillo era algo que podía tomar como un escape a la realidad-, es cierto.

- ¿Puedes prometerme que no lo volverás a hacer? 

Por la mente de Namjoon, paso la imagen del ultimo día de esas vacaciones, allí estaba Jackson mirando hacía la puesta de Sol que se había hecho presente cuando habían terminado de subir aquella colina, le daba la espalda mientras hablaba, dio un parpadeo y ahora tenía a Yoongi a su lado, mirándole esperando una respuesta.

- Sí.

- ¿Es enserio? -está vez miro a Seokjin-. ¡Eso me haría tan feliz!

- Lo haré, todo sea por tu felicidad.

- ¡Gracias!

Yoongi sonrío al ver aquello, es lo que necesitaba, no ver nada de tristeza en aquel momento.