White Flowers ||YoonMin||

F O U R T E E N

De repente despertó, tocia a más no poder y trataba de callar su tos con su almohada, la había abrazado mientras con ella se cubría la boca evitando así que se escuchara.

Respiro tranquilamente, en verdad que no se esperaba que le llegará un ataque de tos así, pero así es la vida, miro el reloj que se encontraba cerca de él, eran casi las cinco de la mañana, faltaban cinco minutos para que eso sucediera.

Sentía que haber tocido de aquella manera, le había quitado por completo el sueño, tal vez tardaría más de quince minutos en conciliar el sueño, sentía la garganta algo rasposa así que se levanto, necesitaba agua urgentemente.

Salio de su habitación, sus cabellos estaban hechos un revoltijo, se le veían los ojos pesados, pero él no tenía ganas de ir a dormir en ningún momento, camino afuera de su habitación, con dirección a la cocina, pero el sonido de unas voces provenientes de la estancia lo detuvieron, sabía perfectamente de quienes se trataba. Eran sus padres, al parecer su madre había terminado una llamada telefónica, pues escucho como colocaba la bocina del teléfono en su lugar.

- ¿Qué ha dicho? -pregunto su padre, su voz se escuchaba algo impaciente.

- No son muy buenas noticias, ha dicho que Yoongi menciono que lo queremos muerto.

- Ese niño, no sé cuando aprenderá. 

Así el pelinegro lo supo todo, estaban hablando con su doctor, no sabía que lo hacían, y se preguntaba cuantas veces lo habían hecho antes, ¿acaso no era más fácil preguntarle a él? Bueno en sí no lo era, Yoongi era muy reservado con todo, y no podía ni siquiera confiarle algo a sus padres.

- ¿Qué haremos?

- ¿A qué te refieres con eso? No hay nada que hacer.

- Claro que lo hay -respondió la madre de Yoongi-, deberíamos hacer algo por él.

- Ya tiene las cosas que necesita, ¿qué más podría pedir? 

- No me refiero a algo material, creo que sería una buena idea estar con él.

Yoongi aún seguía allí cabizbajo escuchando todo lo que decían sus padres, y preguntándose como era posible que su propio padre no pensará en algo más que no fuera material, para él lo más importante es que pasarán tiempo con él, y eso no era lo que hacían sus padres, a veces lo saludaban, a veces muy pocas veces le preguntaban como había estado su día, a veces había conversaciones graciosas, bueno así era la realidad ahora.

Antes todo era diferente, ¿o era acaso que Yoongi lo veía todo con color rosa? No, él sabía que no era así, sabía que en verdad todo era muy distinto antes, que todo era una hermosa convivencia, que no había discusiones y que eran felices...

- ¿Estar con él? Con que eso es lo que piensas ¿no? -escucho un suspiro-. De mí parte creo que ya ha tenido suficiente.

- ¡Claro que no! Eso no es suficiente, nada es suficiente, querido... debemos considerar en la situación en la que está nuestro hijo, debemos de pensar en como se siente en estos momentos.

- Pues es obvio que no está brincando de alegría. Mira creo que lo mejor será que esté solo, creo que así analizará las consecuencias de sus acciones.

Yoongi apretó los labios, ¿consecuencias de sus acciones? ¿Cómo quería que él estuviera enterado de que una de esas malditas agujas estaba infectada? ¿Acaso su padre no lo consideraba? ¿Acaso pensaba que todo lo que había pasado había sido totalmente culpa suya?

- ¡Mi pequeño ni siquiera estaba enterado de que esos idiotas habían utilizado la misma aguja con él! -exclamo su madre, defendiéndolo.

- Pues tú pequeño es un idiota -respondió su padre sin mucha importancia.

- También es tú hijo, y merece respeto de tú parte.

- Perdió todo mí respeto después de enterarme de que era un vil marica -respondió su padre, Yoongi escucho pasos, al parece su padre iba directo por una cerveza.

Le gustaban las cervezas que no estuvieran refrigeradas, por eso las guardaba cerca de la estancia, para tomar una cuando se le antojara.

- No permitiré que hables así de tú propio hijo a sus espaldas. Deberías ponerte en su lugar por un misero minuto y pensar en lo que has dicho. Yoongi nos necesita más que nunca y te estas comportando como un miserable imbécil.

No hubo respuesta.

- Quiero el divorcio Soo...

Yoongi abrió los ojos como platos al escuchar aquellas palabras, y pensaba que seguramente su madre estaría de la misma forma, pues al no escuchar nada, supo que seguramente estaba tan sorprendida como él.

- Te lo iba a pedir cuando Yoongi cumpliera los veintiún años para así marcharme, pero debido a que el muchacho decidió que tener VIH era mejor opción, creo que será mejor adelantarlo.

- ¿Cómo es que puedes hacer esto? ¿Cómo puedes tomar esa clase de descisiones sabiendo el estado en el que está Yoongi?

- Solo así salen las decisiones, después de todo no siempre se sabe el giro en que te llevará la vida. Lo siento...

Sin esperar respuesta el padre de Yoongi salio de la estancia, encontrándose con Min Yoongi al lado de la entrada, allí parado con la mirada hacía abajo, su padre le dio una mirada.

- Suerte con tú sida Yoon, la necesitarás.

Sin más Yoongi escucho como la puerta era cerrada por su padre, había salido de la casa.

Se escucho un golpe sordo en la estancia, así que Yoongi entro, y allí la vio, a su madre de rodillas cubriendo su rostro con ambas manos, su cuerpo temblaba, estaba llorando.

Se acerco de manera lenta y cuando estuvo más cerca coloco una de sus manos sobre el hombro de su madre, quien al sentir aquel toque dejo de cubrir su rostro.

- Yoonie... p-perdóname, por no ser tan fuerte en e-estos casos -un sollozo se escucho salir de los labios de la mujer-. Pero... espero, que podamos salir a-adelante.

- Perdóname tú a mí por no ser tan fuerte como para ayudarte.

- No, no debes pedir disculpas.

- Claro que debo -su madre lo miro-. Debí estar aquí a tú lado y sostener tú mano para decirte que todo está bien, que saldremos a pie sin ayuda de él, pero no lo hice... me quede allí afuera sin hacer nada...

- Min Yoongi, es suficiente con todo lo que te está pasando, no quiero que agregues otro problema a tú lista.

Su madre se levanto y le dio un abrazo, porque sabía que tanto ella como su hijo lo necesitaban en ese momento.