N I N E

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Jimin había decidido que sería una buena idea pasar por Yoongi para que ambos pudieran irse al colegio, así que sin perder tiempo espero a que Yoongi saliera de su casa para poder irse juntos.

- ¿Jiminie?

- Yoongi, vamos se nos hará tarde.

Claro que Min Yoongi sabía perfectamente que era aún temprano y que no se les haría tarde, pero a veces Jimin era dramático y le gustaba estar temprano, así podía disfrutar de estar al lado del pálido.

El pelinegro le sonrió y fue hasta llegar al lado de Jimin, así comenzaron su caminar hacía el colegio.

- ¿Cómo vas con lo que haz escrito?

A veces a Park se le olvidaba escribir algunas cosas importantes, más sobre todo lo que pasaba día a día, se sentía a veces demasiado agotado como para continuar escribiendo, últimamente se le ha estado juntando muchas cosas en la cabeza, que a veces por estar pensando demasiado en ellas, llega a olvidar otras.

Un ejemplo ahora era escribir en el diario, Yoongi lo había notado, a veces Jimin llevaba el cuadernillo a la escuela y cuando se disponía a revisarlo encontraba que se le habían pasado algunos días y no culpaba al chico, lo comprendía, tal vez tendría algún problema y no quería decírselo.

- Bien, eso creo.

- ¿Pasa algo Jimin?

- ¿Por qué preguntas?

Jimin mantenía su vista al frente, Yoongi lo veía algo diferente, se distinguían un poco sus ojeras sus ojos se veían cansados, se preguntaba que es lo que le estaba ocurriendo a ese niño alegres y vivas que conoció en un principio.

- Te ves diferente.

Pero claro no le respondió, no quería decirle lo que estaba pasando en esos momentos, Jimin sabía que Yoongi tenía otras cosas importantes en que preocuparse, y no necesitaba llenarle la cabeza a él con las suyas.

En silencio siguieron caminado, estaban a punto de llegar al colegio. Unas voces de nueva cuenta hicieron que Yoongi mirara del otro lado de la calle, reconoció aquella cabellera castaña, y de nueva cuenta lo estaban molestando, apretó la mandíbula, quería cruzar.

- Ahora vuelvo Jimin -dijo en un susurro lo suficientemente audible para el otro.

Pero antes de que Yoongi decidiera ir y ayudar, sintió como su brazo era tomado con algo de fuerza.

- No Yoongi, ¿qué tal si te pasa algo? Son muchos, serán menores pero podrían lastimarte.

Yoongi le dedico una sonrisa cálida a Jimin, mientras negaba lentamente con la cabeza, Jimin aflojo un poco su agarre.

- Tranquilo, no me harán daño.

Jimin lo soltó, Yoongi cruzo la calle gritando que se detuvieran, pero aquellos chicos en lugar de salir corriendo, está vez lo enfrentaron, Jimin al ver que uno de ellos trataba de golpear al pálido, salio disparado para poder ayudarlo, pero Yoongi lo empujo diciéndole que se alejara.

El pelicastaño cubría su rostro escuchando los golpes que se daban, hasta que decidió mirar, su vista callo en el chico de piel pálida que lo estaba defendiendo de nuevo, no sabía las razones por las que lo hacía, pero de verdad se sentía agradecido por ello.

Yoongi logro pegarle un fuerte golpe a uno de esos chicos que lo estaba golpeando, con eso logro que decidieran desistir de la pelea los demás y salieran corriendo de nueva cuenta, Jimin se acerco al pálido, estaba muy asustado, corrió hasta donde se encontraba.

El labio de Yoongi estaba roto, y algunas gotas de sangre salían de su nariz, Jimin quería limpiarlo, pero Yoongi logro detenerlo, sabía las consecuencias, y no quería arriesgarse.

Miro al chico castaño que tenía los brazos sumamente lastimados, llenos de marcas moradas además de raspones, tenían que llevarlo a la enfermería.

- Jimin, tenemos que llevarlo a la enfermería.

- Pero Yoongi, también estás herido, déjame limpiarte aunque sea un poco.

- No puedes hacerlo.

- ¡¿Por qué no puedo hacerlo?! ¿Acaso no confía en que pueda hacerlo? Yoongi no soy un inútil.

- Parece que olvidas el por qué lo digo -miro a Jimin-, no quiero que tengas lo mismo que yo, así que es mejor que yo mismo lo haga, no quiero tomar riesgos.

Jimin ya no dijo nada.

- Ayúdame a llevarlo a la enfermería, será mejor ir a la de nuestro colegio, no me quiero arriesgar a entrar a su plantel escolar.

Con un gesto de afirmación, Jimin ayudo al pelicastaño a levantarse y los tres se dirigieron hacia la entrada del colegio. Bajo la atenta mirada de todo el alumnado, que solo murmuraban al ver las heridas del menor y las heridas de Min Yoongi, los tres entraron a la enfermería, no había nadie, Jimin de inmediato corrió por gasa y alcohol.

Mientras tanto Yoongi y aquel extraño chico esperaban sentado en una de las camillas que se encontraban allí, el pelicastaño tenía la mirada baja, Yoongi solo esperaba a Jimin mientras miraba por la ventana.

- ¿Por qué? -por fin aquel castaño había hablado, Yoongi lo miro-. ¿Por qué lo hizo?

- Hasta que al fin te dignas a decir algo, por un momento pensé que eras mudo.

Jimin se detuvo al escuchar la conversación que tenían aquellos dos, por alguna razón sentía que no debía meterse, que debía esperar.

- ¡Responda!

- No te exaltes -dio un suspiro-, lo hice porque me recordaste a mí.

Jimin bajo la mirada al escuchar aquello.

- ¿A usted?

- Sí, verás antes a mí también me golpeaban, ahora ya no lo hacen, pero aún así tengo algo de miedo, creo que pueda suceder de nuevo, cuando te vi tan frágil y soportando cada golpe, pensé que eres valiente y más lo pensé al ver tus ojos, estabas asustado, y creo que aún lo sigues.

- No soy valiente, soy un vil cobarde, no debería defenderme, me siento un inútil.

- ¿Y por qué tú no te defendiste?

- Porque temía a que me hicieran más daño, además no se defenderme muy bien.

Sin esperar más Jimin entro dándole una sonrisa a ambos chicos, Jimin planeaba empezar a curar a Yoongi, pero él le pidió que curara primero al castaño.

- ¿Sabes, Yoongi? Creo que en verdad fue una tontería lo que hiciste -hablo Jimin, pero recibió una risa en respuesta.

- No lo es, hacer las cosas sin interés alguno no es una tontería, lo hice porque no quiero que alguien más sufra lo que yo.

- Recuerdame detenerte cuando lo intentes de nuevo, no quiero que te lastimes.

- Jiminie, tranquilo no creo que ocurra de nuevo -miro al castaño-, ¿tú qué dices? ¿Te gustaría estar con nosotros?

- Pero soy menor que ustedes, y voy en secundaría.

- ¿Y eso qué? -dijo Jimin llamando la atención del castaño-. Puedes estar con nosotros, seremos amigos.

- Jiminie por fin dices algo digno de respetar -el pálido recibió un leve golpe de parte de Jimin, causándole una sonrisa.

El castaño los miraba atentamente, y por primera vez sintió que con esos dos podía encajar perfectamente bien, apenas y le hablaban en la escuela, todo para él era una pesadilla en esos momentos, pero ahora con esos dos allí, sentía que podía darse una nueva oportunidad de conocer verdaderas personas a las que pueda llamar amigos.

- Mi nombre es Jeon Jungkook -dijo el castaño sonriendo levemente.

- Un gusto -dijo Jimin, ahora estaba a punto de curar a Yoongi.

- Gracias -dijo Jungkook dirigiéndose al pálido.

- No tienes porque agradecerlo, creo que sería capaz de todo por no ver a alguien más sufrir como yo.

Jungkook estaba seguro de algo, que los super héroes no solo existían en los comics que siempre leía, ahora existían en la vida real.

White Flowers ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora