T H I R T Y T H R E E

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Agradecía que aquel día en particular hacía frió, así podía utilizar un suéter que lograría cubrir la nueva lesión que había aparecido, está vez un poco más abajo de su hombro, suspiro al verla de nuevo, las anteriores lesiones ya casi estaban por quitarse, pero aún así tenía miedo de ver la nueva que había salido en su cuerpo, trago grueso al pensar que pasaría si alguien llegase a descubrirla.

¿Les daría asco?

¿Se apartarían de él? Jimin... ¿se apartaría de él?

Tal vez solo le diga que no le importaba ver aquella lesión, que estaba bien, que no había ningún problema al respecto con aquel color rosa y morado combinado en aquel punto que hacía resaltar aquella lesión.

Se coloco el suéter, un verde oscuro, casi no le gustaba utilizar suéteres que tuvieran el particular cuello de tortuga, sentía que se ahorcaba a él mismo, pero está vez, estaba bien utilizarlo.

Yoongi estaba comenzando a fastidiarse de solo mirarse en el espejo, cada que se veía, podía ver que había cambiado mucho en estos meses, podía mirar su cuerpo, faltaba un poco más y podía ser comparado con un maldito esqueleto, simplemente no podía mirarse, había comenzado a robar solo un poco del maquillaje de su madre para así ocultar las ojeras que tenía debajo de sus ojos, estaba cansado, se sentía muy agotado.

- Creo... debería cortarme el cabello.

Menciono mientras agarraba uno de sus mechones de cabello negro que estaba reposando en su frente, su cabello casi llegaba a cubrir hasta sus ojos, quizás un pequeño corte no le vendría nada mal, o quizás no.

Dejo su mechón para después volver a verse a los ojos con su reflejo, analizando cada una de sus facciones, era cierto que trataba de tener las energías suficientes para poder pasar el rato con Jimin y los demás, pero a veces sentía que debía dejar de hacerlo.

Los trabajos en la escuela también llegaban al punto de estresarlo demasiado, apenas y podía descansar, pero eso no se lo decía a su madre, no quería preocuparla, pero la verdad era que Yoongi sentía que no podía más.

"Deberías tomar un descanso, el estrés acelera más el proceso del virus a invadirte por completo y ha acabar con tus defensas."

De nuevo esas palabras que le había dicho el doctor, y claro que tenía razón, pero ciertamente no es como si le quedará una vida por delante como para hacerle caso, si tenía que terminar este semestre, lo haría a como de lugar, y si tenía que esforzarse para regalarle los mejores momentos a Jimin, lo haría.

Ya no importaba.




- ¿Yoongi? -Jimin estaba sorprendido de ver a Yoongi allí parado afuera de su casa, había pensado por unos momentos que sería alguien más, como por ejemplo la comida que había ordenado su madre hace minutos atrás-. ¿Qué haces aquí?

- ¿Quién es hijo? -la voz de su madre no había dejado que Yoongi contestase.

- ¡Es Yoonie!

- No lo dejes allí, hazlo pasar.

- Ya escuchaste, ordenes son ordenes.

- Perdón si es que acaso llegue a interrumpir algo -menciono Yoongi en cuanto entro a la casa de Jimin.

El pelirrubio negó con la cabeza muchas veces mientras sonreía.

- No, tranquilo, no interrumpes nada, estábamos a punto de comer algo, pero aún no ha llegado.

- ¿Qué pidieron? -pregunto Yoongi.

- Jimin quería pizza -la madre de Jimin había hecho acto de presencia, Yoongi la saludo de inmediato.

Yoongi no había ido a casa de Jimin solo para ver a su querido novio, sino que necesitaba hablar con la señora Park, y era de urgencia, o eso es lo que Yoongi podía decir.

- ¿Quieres algo de tomar, Yoongi? -había ofrecido la señora Park con una sonrisa, pero por supuesto Yoongi se había negado.

- No, muchas gracias, pero estoy bien así.

- ¿A qué has venido? -pregunto la señora Park, aunque estaba dudando mucho en sus palabras.

Ella estaba consciente de que su hijo y Yoongi estaban saliendo, y se sentía muy feliz por su pequeño hijo, siempre se la pasaba platicandole sobre lo que habían hecho y de lo mucho que siempre le gustaba pasar el tiempo con Yoongi, lo veía tan feliz que eso la hacía sentir tan contenta, pero...

- Quería que Jiminie me acompañará para ver la presentación de nuestro amigo Hoseok.

- ¡¿Es hoy!? -Jimin en verdad que se había alarmado al escuchar eso.

- Sí, ha invitado a todos, supongo no has visto los mensajes de tu celular, ¿no es así?

En cuanto dijo eso, Jimin se sonrojo, ¿por qué siempre que quería decidir dejar su celular cargando, tenían que enviarle mensajes importantes? 

- Bueno, es cierto, ¡iré a cambiarme!

Yoongi desde un principio había ignorado el hecho de que Jimin se encontraba aún en pijama, y no lo culpaba, también si fuera por él, estaría en pijama todo el día, es más todo un año completo y así saldría a la calle sin importarle lo que los demás digan.

- Está bien.

Y así fue como Jimin desapareció de la vista de ambos, Yoongi pudo soltar el aire que estaba conteniendo todo ese tiempo, al menos había logrado que Jimin se fuera, no quería que escuchará nada de lo que iba a decirle a su madre.

- Señora Park...

- ¿Dime? -la mujer lo miro, y se percato de que Yoongi no se veía tan feliz, como desde un principio lo había visto-. ¿Sucede algo?

- Sí, bueno... no me queda mucho tiempo.

Con esas palabras había hecho que la madre de Jimin sintiera un nudo en su garganta, era esa la razón por la que lo vio así.

- Jiminie... él no está enterado de esto.

- ¿Planeas d-decírselo? Disculpa, p-pero... -la señora Park se cubrió la boca al percatarse de que iba a soltar un sollozo.

A Yoongi no le gustaba prácticamente hacer llorar a las demás personas, y menos por lo que tenía, respiro profundo y se acerco a ella, para tomar su mano y apretarla dándole a entender que estuviera tranquila.

- No puedo hacerlo, no quiero verlo llorar, simplemente no puedo, y se lo digo a usted, porque quiero que sea fuerte para él, que le brinde el abrazo que no voy a ser capaz de darle cuando no este...

La madre de Jimin comprendía a lo que se refería, sabía que su hijo siempre ha sido demasiado apegado a las personas, y Yoongi era alguien muy preciado para él, así que sería muy difícil para su hijo el poder entender que Yoongi muy pronto ya no estaría allí.

- E-entiendo... -seco las pocas lagrimas que se habían juntado en sus lagrimales al escuchar lo que había dicho Yoongi-. Lo h-haré, te lo aseguro.

- Gracias, es una grandiosa madre... en verdad se lo agradezco.

- ¡Estoy listo! -Jimin había bajado para mostrar su mejor sonrisa y ver a ambos-. ¿Estás llorando mamá?

- No, cariño, por accidente se me metió un poco de polvo cuando limpiaba.

Jimin asintió, y miro a Yoongi.

- ¡Hay que irnos!

- Muy bien, Jiminie.

White Flowers ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora