Sinopsis Completa

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-La vida es una montaña rusa de situaciones y sentimientos...eso lo tenía muy claro desde pequeña al ver las relaciones de mi hermana mayor y mi prima. Casi siempre llegaban a casa felices, para al rato pelearse con sus novios por teléfono y al terminar, quedar hechas una maraña de llanto y desesperación.

Aunque eso no duraba mucho...al día siguiente estaban reconciliados. Desde que cumplí 15 años, me dije a mí misma que no caería nunca en la baba viscosa de aquellos sapos disfrazados de príncipes azules, que venían a enamorarte con palabras insulsas y regalos para compensar sus errores. Desde esa edad, también decidí a lo que quería dedicarme de grande: ser fotógrafa de paisajes.

Lo quise así al recibir ese año un regalo de navidad que cambiaría mi vida para siempre: mi primera cámara. Ahora a mis 26 años, soy dueña de mi propio negocio; donde me dedico a ofrecer mis servicios de fotógrafa en mi página web, también publico instantáneas de mis viajes alrededor del mundo...ya que gracias al negocio, me lo puedo permitir.

A pesar de que la naturaleza y las construcciones son mis modelos predilectos, también he optado por ofrecer mis servicios para ocasiones como bodas, celebraciones familiares, entre otras; porque en este mundo cambiante hay que diversificarse.

Todo iba bien en mi vida, hasta que decidí irme de vacaciones. Me dirigiría a uno de mis países favoritos y que no había visitado nunca; pero, el destino es frívolo y no da a nadie lo que en realidad desea. Ese día me levanté tarde (cosa rara en mí, nótese el sarcasmo) ¡eso no podía estarme pasando de nuevo! Iba a perder mi vuelo y con él todas mis fantasías de descanso, fotos y relajación.

Tuve suerte de que mi padre se ofreciera a llevarme, antes de pasar por su trabajo. Cuando llegué al aeropuerto, arrastré mis maletas a toda velocidad y pude llegar entre las últimas personas para facturar su equipaje. Corrí a toda mecha por el lugar, buscando mi puerta de abordaje, hasta que en un momento en que bajé la mirada para ver el número en el boleto...

Choqué irremediablemente con alguien; cerré mis ojos esperando una caída que nunca llegó. En vez de eso, unos fuertes brazos me sujetaban, decidí abrir mis ojos y me encontré...con esa mirada.



¡Qué error tan majestuoso y celestial acababa de ocurrirme!

Amor en las AlturasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora