10: Inferno, el club de Lucifer

5.8K 527 115
                                    

—Ya lo he decidido —declaré nada más verlo.

—Lo supuse al ver que estabas esperando por mí en tu balcón —con un movimiento rápido, se separó de la barandilla y se acercó a mí. Intenté salvar la distancia dando un paso al lado contrario, pero el hierro de la barandilla se clavó en mi cadera, impidiéndolo—. Dime, ¿qué has decidido?

Fijé la vista en mis manos, para evitar tener que mirarlo a los ojos:

—Lo haré —respondí, con un suspiro—, pero con una condición.

Luke se mantuvo en silencio. Giré mi cabeza para intentar discernir algún tipo de emoción en su expresión, pero no pude sacar nada de ella. Este demonio era peor que Matt, quien tampoco solía mostrar sus emociones, porque su estoicidad era más horripilante, menos humana.

—Siento decirte que en tu posición no tienes derecho a demandar condiciones —contestó. Apreté mis uñas contra las palmas de mis manos, esperando que el dolor menguase la rabia que sentía al estar cerca de Luke.

—Esta condición nos beneficia a los dos —comencé, girando mi cuerpo hacia él hasta verlo cara a cara. Apenas nos separaba medio metro. No tenía miedo, porque esta vez, sabía a quién me enfrentaba, y ese conocimiento era un arma de doble filo. Luke frunció ligeramente su ceño, y me pareció que sus ojos se volvieron un poco más claros—. Los cazadores quieren infiltrar a uno de los nuestros en un nido de demonios. Seguramente piensas que estoy loca al compartir contigo esta información, pero el cazador en cuestión es alguien muy importante para mí.

—Déjame adivinar... —me interrumpió—: Matthieu D'Argent —intenté mantener mi rostro indiferente al escucharlo mencionar a Matt, pero no pude, y él debió notar mi sorpresa, porque explicó—: Lo sé todo sobre ti, Nina, y que conste que me parece conmovedora vuestra historia de amor —añadió, y aunque no noté sarcasmo en su voz, supuse que no lo decía en serio.

—No dejarás que nada le ocurra. Esa es mi condición —le dije, con tono amenazador. Luke me miró fijamente, seguramente intentando confirmar si estaba bromeando o no.

—¿Prefieres traicionar a tu Academia sólo para salvar a un... chico humano? —Su tono era genuinamente curioso. Asentí con decisión. Aunque... técnicamente no traicionaría a la Academia. Pero Luke no necesitaba saber sobre eso.

—Sigo sin entender cómo puede beneficiarme esto a mí —comentó tras unos segundos, apoyando un brazo en la barandilla con aire despreocupado.

—Un cazador piensa sacaros información, ¿y precisamente a ti no te preocupa? —Cuestioné, fingiendo curiosidad. Ahora iba a utilizar mi baza más peligrosa, y podría salir bien o mal—. Qué desconsiderado eres con tus súbditos.

La cara de Luke siguió impasible, pero sus ojos volvieron a clarearse, y luego, a oscurecerse. Pensé que igual eran reflejos de las luces, pero en cuanto me fijé en sus iris, estos volvieron a cambiar de tonalidad de gris. ¿Qué significaría eso? No lo sabía, pero sí tenía claro que mi intuición era fantástica y que si tenía razón en cuanto su verdadera identidad, podría utilizarlo a mi favor.

—Te creía menos inteligente, pero has cumplido con mis expectativas —esa fue su respuesta. Quise sonreír, pero mantuve mi rostro serio.

—Yo podré informarte sobre los movimientos de la Academia, y tú no dejarás que nadie le toque —repetí, con la barbilla levantada—. Así, aceptaré trabajar para ti.

—¿Y si no quiero proteger a tu cazador, qué harás?

Este era el momento definitivo. Saqué un pequeño frasco, del tamaño de mi meñique, del bolsillo de mi pantalón de chándal, lo destaponé y se lo mostré.

INFERNO: Pacto con el Diablo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora