—¿Qué te has hecho en el pelo? —preguntó Cielo cuando Nick volvió a acostarse en el suelo al lado de la cama de su hija.
Todavía tenía cabello, pero estaba al ras de su cabeza por lo que la diferencia era bastante grande. Su maravilloso cabello castaño claro que tanto se cuidaba ya no existía y al verse al espejo, lo primero que le vino a la mente fue que parecía un erizo.
—Me lo he cortado.
—¿Por qué?
—Porque te dije que lo haría, no es la gran cosa. Pronto crecerá.
—¿Y si yo me lo corto, también me crecerá pronto?
—Todos somos diferentes, pero sí, algún día volverás a tenerlo tan hermoso como siempre. Igual que yo.
O eso era lo que esperaba, nunca había hecho un cambio tan drástico pero eso pareció bastar para que Cielo saliera de debajo de la cama al fin y lo abrazara. Él se levantó con ella en sus brazos y le dio un beso en la frente antes de continuar hablando.
—Pareces un erizo —rió la pequeña, traviesa, antes de abrazarlo con más fuerza.
—¿Y bien? ¿Qué quieres hacer? No te obligaremos a cortarte el pelo si no quieres.
—Quiero ser igual que tú.
—¿De verdad?
—Sí, y cuando grande también quiero ser bogada.
—¿Abogada? ¿Y cómo sabes tú lo que hace un abogado?
—Pues lo que haces tú, encierras a los malos y el mundo es mejor.
Los ojos de Nick se llenaron de lágrimas por varias razones, una de esas porque deseaba con toda su alma que todo fuera tan fácil y que gracias a él el mundo fuera un lugar mejor para sus hijos, y otra razón porque nunca había escuchado decir a su hija algo como eso.
—Bueno, pues a mí me parece que serás una gran abogada.
—Sí.
Salieron de la habitación y fueron a la sala en donde se encontraban Adán y Lexie esperando. Ambos temían que la drástica decisión de Nick no hiciera cambiar de opinión a Cielo y todo hubiese sido en vano, pero cuando la vieron feliz de la vida en los brazos de su padre, sonrieron.
—Cielo va a ser abogada —les informó Nick con orgullo.
—¿Ah, sí? —preguntó Lexie con una ceja enarcada—. La semana pasada me dijiste que querías ser psicóloga, señorita.
—No, la semana pasada quería ser veterinaria, la anterior quería ser psicóloga —corrigió la pequeña, ya bastante más animada.
—Lo bueno es que todavía te queda más de trece años para decidir.
Varios minutos después, cuando el ambiente estaba bastante más relajado, Cielo accedió a que usaran la afeitadora en su cabeza y para su sorpresa, no pareció ser tan terrible. A Nick se le formó un nudo en la garganta al verla, su hija era una niña preciosa de cualquier manera pero no podía dejar de pensar en que ahora verla así le recordaría constantemente que estaban luchando contra una horrible enfermedad, como si no fuera suficiente con recordarlo día a día por sí solo.
De todos modos, no demostró nada y utilizó la estrategia que tantos años de trabajo le ayudaron a perfeccionar, la de ocultar cualquier tipo de emoción que pudiera sentir. Se acercó a Cielo y le pasó su teléfono a Lexie.
—Creo que esto amerita que nos tomemos una foto, así cuando volvamos a tener nuestro preciado cabello, recordemos que seguíamos siendo guapos sin él.
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Love Happens (LIH #2)
RomanceSEGUNDO LIBRO SERIE LET IT HAPPEN. Charlotte Banks había pasado por mucho en la vida, parecía estar destinada a las desgracias. Poco antes de cumplir diecinueve años, ocurrió un acontecimiento que cambió su vida para siempre. Luego de lograr escapa...