Love Happens (LIH #2)

Capítulo 47: Una nueva luz

Los días siguieron pasando y todo parecía ir en perfectas condiciones hasta que llegó el control de Cielo con el oncólogo dos semanas después del cumpleaños de Lexie, desde ese momento, todo se fue para abajo. El progreso que deberían haber demostrado los exámenes después de ocho meses de intensas quimioterapias no se visualizaba, lo único bueno, si es que se podía catalogar como bueno, era que el cáncer no había migrado a otros órganos por el momento pero todos sabían que eso podía cambiar de un momento a otro.

Nick estaba tan frustrado, que cuando llegó a su departamento no lo soportó más y comenzó a tirar todas las cosas que encontró en su camino mientras sollozaba con fuerza. No era justo todo eso, su hija tendría que estar jugando con los niños de su edad y no pasando por esa maldita enfermedad que día a día la apagaba un poco más. Su princesa estaba sufriendo y esa le causaba una impotencia que no se calmaba con nada, quería destruir todo, quería enfrentarse a la vida y darle una paliza por lo que estaba con ellos y si existía un Dios, también le habría gustado tener un enfrentamiento con él. ¿Por qué a ellos? ¿Por qué a su hija? ¿Qué mierda habían hecho para merecer eso?

—¡Solo tiene cinco malditos años! —gritó hacia la nada mientras lanzaba una figurita de su colección de Star Wars contra la pared sin pararse a pensar en qué tal vez más adelante se arrepentiría pero ¿qué importaba?

El timbre sonó y él sin calmarse del todo fue a abrir la puerta para decirle a quien quiera que estuviera interrumpiendo su momento de romper cosas, que se podía ir a la mierda con su vida perfecta pero todo cambió cuando abrió y se encontró con Charlie del otro lado. La chica tenía la preocupación marcada en la cara, él le había enviado un mensaje cuando salió de la clínica contándole que todo estaba mal pero no esperaba que ella se apareciera por su departamento y lo peor, que lo viera de esa forma.

Antes de que Charlie pudiera reaccionar, Nick la rodeó con sus brazos y comenzó a sollozar de una forma que Charlie nunca había visto en él, nunca lo había visto tan destruido, tan vulnerable, era ella siempre quién estaba así y él quien la apoyada. Tal vez era momento de invertir los roles, después de todos, ambos estaban igual de rotos.

—Siento no haberte avisado que venía —se disculpó Charlie, se sentía bastante insegura porque ella no era de las personas que hacían esas cosas y se aparecía de sorpresa por las casas de otros—, es solo que me quedé preocupada y quería ver cómo estabas.

Nick se apartó de ella pero sin soltarla ni quitar la vista de ella, acercó sus labios a la frente de la chica y depositó un pequeño beso, luego bajó hasta los labios.

—Gracias por estar aquí —susurro cuando solos los separaban un par de milímetros.

—Siempre voy a estar.

Nick se sorprendió por lo mucho que deseaba que esas cuatro palabras fueran ciertas. Pegó sus labios a los de ella, intentó fundir todo su dolor a través de ellos pero fue imposible, por más que lo intentara, nada le iba quitar el dolor que sentía dentro de su corazón.

Se acomodaron en el sillón sin dejar de abrazarse y se quedaron gran parte de la tarde así, en un silencio sepulcral porque no había nada más que decir, a veces simplemente las palabras sobraban. La compañía era suficiente, el mensaje estaba claro, Charlie no se iría de su lado, no lo dejaría solo.

***

Nochebuena llegó y como cada año, Nick fue a celebrarla con su madre y su familia, ese año lo acompañaba también Adán pero Cielo había ido con Lexie a pasarla en casa de Gianluca con la familia del médico y al parecer también estaría Jo, Danny y los niños; siempre la espera de Navidad era en casa de ellos pero ese año con la llegada del bebé dos semanas antes, su casa era un real caos. Por muy extraño que pareciera, Nick también estaba invitado a esa celebración así que había decidido que pasaría un rato para poder saludar a su hija y que Adán pudiera pasar un momento de la Navidad con su hermana y su madre.