Love Happens (LIH #2)

Capítulo 42: Momentos inolvidables

El jueves quince de octubre Adán cumplía catorce años e iban a hacer una pequeña celebración en el departamento de Lexie así que Nick se encontraba conduciendo hasta ahí mientras su mente solo podía pensar en el día siguiente. Había invitado a Charlie a una cita, pero a una cita real, en un restaurant lujoso y estaba ansioso por que llegara el momento de verla, a pesar de que solo había estado con ella dos días antes. No entendía muy bien lo que le pasaba pero en cierto modo le gustaba, cuando estaba con ella se sentía mejor persona y se sorprendió mucho de lo que le había confesado esa noche, sobretodo porque sabía que estaba diciendo la verdad.

Al llegar al departamento, Cielo se levantó de su asiento y corrió hacia su padre para que este la cargara y le diera un beso en la frente. La mayoría de los invitados ya estaban ahí, así que con Cielo todavía en sus brazos, hizo la ronda de saludos, hasta llegar a Lexie que se encontraba en la cocina riendo con su novio. Otra sorpresa fue que esa punzada que sentía en el pecho cada vez que los veía juntos ya no estaba, su ex-esposa se veía radiante y feliz y eso le alegraba, si alguien se merecía toda la felicidad del mundo era ella.

—¡Nick! —exclamó ella con una sonrisa y se lavó las manos para quitarse los restos de comida que estaba cortando antes de acercarse y darle un abrazo rápido—. Ya nos estábamos preguntando dónde te habías metido.

Nick enarcó una ceja, divertido porque claramente antes de que apareciera lo que menos estaban haciendo esos dos era acordarse de él pero no dijo nada, simplemente se giró para saludar a Gianluca con un apretón de manos.

—¿Dónde está el festejado?

—Salió —respondió Cielo y se encogió de hombros.

—¿Salió?

—Sí, ¡a qué no adivinas! —Lexie se puso a dar saltitos—. ¡Nos va a presentar a la novia! La fue a buscar a la plaza de enfrente.

—Él dice que es solo su amiga pero con mamá sabemos que no es cierto —Cielo río traviesa, ganándose un beso de su madre—. ¿Puede volver a jugar con Nessie y mis primos, papi?

—¡Oh! Sí, claro que sí.

Dejó a la pequeña en el suelo y la vio perderse por el pasillo hacia su habitación, al parecer su hija había abandonado a sus acompañantes cuando escuchó que sonaba el timbre ya que sabía que la única persona que faltaba era su padre.

—Se ve bastante llena de energía —comentó Nick más que nada para que no se formara un silencio incomodo.

—Sí, estos días ha estado radiante. Supongo que eso es algo bueno.

No le dio tiempo de responder nada porque escucharon la puerta abrirse y se giraron hacia ahí ya que la cocina estaba conectada con la sala. Adán entraba acompañado con una chica preciosa, varios centímetros más baja que él y con la sonrisa más sincera que había visto en la vida. Llevaba un gorro rojo, a juego con sus pantalones.

—Ella es Lucy —dijo Adán a modo de presentación y dejó que todos se acercaran a saludarla—, una... amiga.

—¿Viste cómo se sonrojó? —preguntó Lexie en voz baja a sus dos acompañantes y luego le entregó el paño que tenía en las manos a Gianluca para ir a saludar a la chica—. Hola, soy Lexie, la madre de Adán. Me alegra por fin poder compartir contigo, tienes encandilados a mis dos hijos y eso no es algo poco.

—Mamá...

Lexie abrazó a la chica mientras Adán ponía los ojos en blanco y miraba a su padre como para pedirle un poco de ayuda. Esa fue la señal para que Nick se acercara a su hijo, lo abrazara y le entregara su regalo.