Capítulo 13: Sentimientos confusos

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Charlotte y Nicolás se quedaron hablando más de lo que ambos planeaban, la chica le había dicho a su madre que solo tardaría una hora y ya llevaban más de dos ahí, sin darse cuenta hasta que miró hacia el exterior y se dio cuenta de que había oscurecido por completo.

—Creo que debería volver a mi casa —dijo aunque en el fondo se moría por seguir ahí, le gustaba lo fácil que le resultaba hablar él.

—Tienes razón, no me había dado cuenta de la hora que es.

Le hizo una señal a la camarera para que les llevara la cuenta y la pagó antes de que Charlie pudiera a ofrecerle pagar lo suyo. La detuvo apenas vio que abría su bolso, él la había invitado así que él iba a pagar y ella no puso mayor objeción, nunca nadie además de Samuel le había invitado algo y se sentía muy bien.

—Te acompañaré a tu casa —le informó él cuando iban saliendo al ver que el cuerpo de la chica se había puesto muy tenso apenas pusieron un pie en la calle. Ni parecida a la chica con la que había hablado las dos horas anteriores.

—No es necesario, vivo a solo tres cuadras.

—Con mayor razón, no moriré por desviarme solo tres cuadras de mi camino y asegurarme de que llegues bien a casa. Soy consciente de lo mucho que te cuesta andar sola por la calle, me imagino que de noche es peor, déjame acompañarte. Llegarás segura, ambos salimos ganando.

—¿Y qué ganas tú?

—Que mi consciencia se quede tranquila, si te dejo ir sola, no podré dejar de pensar en eso hasta asegurarme de que hayas llegado bien así que prefiero no correr el riesgo.

Ella solo le sonrió y comenzaron a caminar hacia su casa, iban en un silencio demasiado cómodo hasta que decidió romperlo a mitad de cuadra.

—No había salido de mi casa de noche desde ese día.

—¿Hablas en serio?

—Me cuesta mucho salir de día e intento evitarlo lo más posible, así que supongo que imaginas lo difícil que se me haría hacerlo de noche.

—Claro, lo siento, fue una pregunta estúpida.

—No, no lo fue. No es algo normal, no tenías por qué saber.

Pero él sentía que sí que lo tenía que saber, sabía la mayoría de su historia, no entendía por qué habían veces en que le preguntaba cosas que eran bastante obvias, tal vez era porque en el fondo de su alma esperaba que la respuesta fuera otra; que en realidad no estuviera tan dañada como parecía pero para su desgracia, sí lo estaba.

—Bueno, esta es mi casa —dijo Charlie rompiendo el silencio aunque él ya conocía el lugar mientras jugaba con sus manos, nerviosa—. Gracias por venir a dejarme y por el café, estuvo... pasé un buen momento.

—Yo también, deberíamos repetirlo alguna vez.

—Claro.

—Iba a llamar a tu padre mañana para decírselo pero ya que estamos aquí, necesito que el lunes vayan a mi oficina. Igual lo llamaré, pero creí que sería bueno que lo supieras.

—¿Pasó algo?

—Nos dirán al fin el día del primer juicio.

—¿Primer juicio? ¿Cuántos son?

—Por el momento tres, si ocurre algo durante estos podría alargarse. Es un proceso largo, Charlotte, lo he dicho desde un principio pero ganaremos.

—¿Tendré que verlo?

—Es inevitable.

—No creí que llegaría este día tan pronto, digo, con el otro abogado pasamos meses sin saber nada y ahora contigo, todo es tan rápido.

Love Happens (LIH #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora