(Katie)
Me despedí de mi profesor de matemáticas, al cual le caigo muy bien ya que soy la única de la clase que parece tomarse en serio su materia.
Me fui hacia el aparcamiento donde había quedado con mi novio para irnos juntos.
Conozco a Gorka desde que teníamos pañales, pero no nos llevábamos bien al principio pero cuando llegamos a los catorce empezamos a hacernos amigos y a los dieciséis me confeso sus sentimientos y yo los acepte.
Hoy es un día especial para nosotros, en especial para mí. Cumplimos dos años de novios y además es mi cumpleaños, por fin la mayoría de edad ha llegado a mí.
En cuanto lo vi apoyado en su coche corrí hasta él. Que en seguida vi que me miraba molesto por haber tardado, es demasiado impaciente.
-¿Por qué has tardado tanto? –pregunto rodeándome con sus brazos en un abrazo.
-El profesor de mates, que me felicitaba por el examen.
-¿Por él te has puesto esa falda para provocar? –dijo susurrando a mi oído.
-Me la he puesto por ti. Yo pensé que te gustaría –dije sonriendo.
-¿Cómo me iba a gustar que todo el mundo te esté viendo así? –dijo mirándome a los ojos.
Gorka es celoso cuando ve que otros chicos me miran sucio. Es un encanto como me protege.
-Bésame –dijo en tono dulce mientras me apretaba contra él y baja la cabeza lentamente.
Nos dimos un beso que yo tuve que cortar cuando porque se estaba pasando de tono.
-Que sosa eres –dijo a modo de broma- anda sube al coche, nos vamos.
Subimos al coche y mientras Gorka conducía hacia planes para la tarde. No sé si era porque no se acordaba o porque quería darme una sorpresa, pero no decía ni una palabra sobre celebrar nuestro aniversario.
Pero no me preocupaba el año pasado hizo lo mismo y al final tenía preparada una cena con velas en un restaurante bastante lujoso.
Este año yo había estado ahorrando para comprarle un reloj, no era lo mejor del mundo. Pero también estaba ahorrando para una sorpresa de navidad para mi padre.
Cuando llegamos a su piso nos encontramos con su compañero de piso, Joaquín, al cual veía de vez en cuando. Pero siempre que coincidíamos había un ambiente tenso, por lo que me era bastante incómodo.
Nos saludamos dándonos la mano, cosa que ya de por si se ve raro en mi país.
Normalmente entre las chicas de nuestra edad son dos besos en las mejillas, igual si es una chica con un chico aunque no sean pareja. Entre dos chicos siempre están el agarrón de manos o un medio abrazo, depende de la persona. Lo de dar la mano es más formal, como de hombre de negocios.
-¿Nos echamos unas partidas? –pregunto Gorka a Joaquín.
-No tengo tiempo para jugar a la consola. Me voy a hacer algo de comer que tengo que ir a currar.
-Tranquilo, seguro a que Katie no me importa hacer algo, además nosotros también tenemos que comer. Tenemos que coger fuerzas –dijo antes de mirarme- ¿Verdad que no te importa cariño?
-Tranquilos, yo me encargo –dije antes de irme a la cocina para dejarles jugar.
La verdad es que no me importaba cocinar para ellos. Y la verdad es que no era la primera vez que cocinaba para ellos.
Me puse manos a la obra y cocine lo primero que vi en la nevera. Cuando acabe les llame y nos pusimos a comer los tres juntos, mientras hablábamos de cosas triviales.
Joaquín termino el primero porque tenía prisa. Se disculpa dejando los platos en el fregadero antes de irse.
-Tengo que comentarte una cosita importante –dije mientras recogía los platos para fregar.
-¿De qué se trata, cariño? –pregunto moviéndose hasta mi lado, apoyándose en la encimera.
-Pues veras, he comprado unos billetes para pasar una semana fuera de viaje. Aprovechando que se acercan las fiestas de navidad y que a mi padre le gusta la nieve, había pensado en darle una sorpresa.
-¿Cómo que para tu padre y para ti? ¿Me vas a abandonar como un perro por navidad? –Pregunto molesto, elevando la voz y cruzándose de brazos- Si lo que querías es sorprender a tu padre regálale una botella de Whisky que seguro que le gusta más que ese estúpido viaje.
-Sabes que mi padre es alcohólico. No hagas esa broma. Yo pensé que si viajábamos...
-Tú no has pensado en nada –dijo interrumpiéndome más enfadado- si hubieras pensado como es debido hubieras pensado en mí también. No me habrías olvidado para tus planes y dejarme solo en navidad como una colilla mal apagada.
-Solo quería sorprender a mi padre. Como regalo de navidad.
-A ver cariño –dijo volviendo a endulzar su voz- ya sé que tu padre es alcohólico por eso te he dicho que si quieres hacerle feliz dale un whisky, seguro que se sorprende porque le des la botella en vez de quitársela.
-No puedes decir eso en serio –dije levantando la mirada del fregadero para mirarle a él.
-Es la verdad –dice serio- ¿Qué te parece si ese viaje me lo regalas a mí? a si me compensas por este disgusto que me has dado de gratis. Seguro que Joaquín se puede pedir días libres para ir conmigo.
-Yo quería ir con mi padre, además a mí me hacía ilusión –dije casi en un murmuro.
-Que egoísta que eres. Solo piensas en ti.
-Lo siento, tienes razón. Perdona –me disculpe para no discutir más, aunque no sentía que él tuviera la razón.
-Eso pensaba –dijo sonriendo de medio lado. Con esa sonrisa tan sexy suya.
Se puso tras de mi abrazándome por la cintura, pegando su pecho a mi espalda. Yo seguía fregando. Sus manos fueron subiendo por mi cintura, llevándose la camiseta hacia arriba.
-Gorka, ya te he dicho que no, que no estoy preparada para esto –dije secándome las manos para girarme y volviendo a poner mi camiseta en su sitio.
-Pero yo sí que lo estoy, puedo estar preparado por los dos. Feliz aniversario, cariño.
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Oportunidad para amar
RomanceKatie busca vivir tranquila tras pasar el peor momento de su vida. Raúl un hombre lobo se cruzara en su vida para intentar darle una segunda oportunidad al amor. El pasado volverá y... ¿Serán capaces de resolverlo juntos?