Capítulo 27

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~LEXA~

-Sientate, estaba a punto de comer cuando decidiste tener un pequeño... episodio. Ella habló así, casualmente, como si estuviéramos conversando sobre la combinación de colores de la habitación.

Un episodio, había entrado dentro de mí, tan profundamente. Sentí una punzada de dolor y una oleada de deseo al mismo tiempo.

Mi estómago apretado. Episodio, lo que ella llamaba un episodio, yo sabía que era un evento que me cambiaba la vida. Nunca sería la misma y a ella parecía no importarle.

Parpadeé rápidamente. <No llores Griffin> No debí haber tenido éxito en ocultar mis emociones, porque Clarke se apresuró a añadir:

-No más llanto Gatita. No más oscuridad, así que no más lágrimas.

Ella abrió el refrigerador. Me quedé allí sentada, mirándola como una idiota. No estaba segura de lo que debía hacer. ¿Comerzar a comer antes que ella?.

- ¿Vino?. Asentí con la cabeza. Era todo lo que era capaz. Sacó una botella de la nevera y las puso sobre el mostrador, busco dos copas.

- Toma esto. Me entregó una copa casi llena.

- Ten cuidado, no queremos que te emborraches.

Veo como toma un plato de la mesa con sopa y lo lleva al microondas. Cuando pasa el minuto me lo da en las manos.

- Esta caliente, cuidado. Susurra con voz muy sexy.
Sostuve el plato entre mis manos, mirándola hasta que el calor comenzó a quemar mis manos

-iMierda! Exclamé y me apresuré a colocar el plato caliente sobre la mesa.

Se rió bajo mientras ponía otro plato de sopa el microondas. Me chupé los dedos medio y anular de mi mano izquierda, sintiéndome como una idiota.

Sacó el otro plato del horno de microondas y lo dejó sobre la mesa. Luego ella fue a la nevera y saco una cervezas y la acercó a mí. Me tomó la mano izquierda y la envolvió alrededor de la larga y dura longitud de la botella, con mi mano debajo de la suya.

Sentí increíble la fría humedad bajo mis dedos calientes. podía respirar. Me miró y de repente no podía respirar.

-¿Te sientes mejor?. Preguntó, oí otra cosa y palpité con ella.

Su mano de repente dejó la mía y me sacó de mi trance.  Odié el hecho de que fuera de noche otra vez, que hubiera perdido la oportunidad de ver el sol. Nunca nadie piensa en la suerte que tienen de ver el sol todos los días.

Yo ciertamente nunca lo hice, no hasta ahora. La decepción se estremeció a través de mí, hundiéndome de nuevo. Clarke lo notó ¿Cuando no nota algo?.

-¿Qué? ¿Qué puede estar mal ahora?. Me miró con unos ojos que casi gritó, ¿estas bromeando! Ella se encogió de hombros.

-Siempre podría volver a ponerte en el interior de mi habitación. Hice una mueca ante la sugerencia.

-No. Estoy... agradecida. Yo solo, supongo que estoy decepcionada por que el sol no esté. No he visto el sol en mucho tiempo.

-Hmm-fue todo lo que dijo. Traté de no mirarla, cada vez que lo hacía todo en lo que podía pensar era en el hecho de que ella había estado dentro de mí.

La forma en que había sido tan suave, tan dulce y obligó a mi cuerpo a sentirse bien, a pesar de que había luchado.

Yo solo no podía creer que lo hubiera disfrutado, tantos años siendo abusado por el mismo lugar que lo hizo ella. Y fue tan diferente. Con Clarke no sentía náuseas o repulsión. Con ella todo era más suave y aunque parezca raro "limpio".

Pero luego de eso la forma en que había sido tan cruel. Como si no le importará mis sentimientos. Yo me había entregado a ella, había disfrutado por primera vez ser penetrada. Y a ella eso no le importa.

Empujé la comida alrededor pensando escapar. El pensamiento parecía cada vez menos probable cuanto más tiempo me mantenía aquí con Clarke.

A pesar de que sabía que nunca había que perder la esperanza.

Abruptamente me pregunté si alguna vez lo lograría.
¿La llevarían ante la justicia?

El pensamiento fue una mezcla de emociones «Joder, tal vez esto también es el síndrome de Estocolmo» me pregunte qué le pasaría a Clarke una vez que fuera a prisión.

-No te traje aquí a comer conmigo para que puedas mirar fijamente tu comida. Alcé la mirada.

Ella sonrió de nuevo. «O tal vez ella es demasiado buena para lo de la prisión». Pensar en la cárcel sólo sirvió para recordarme ser sodomizada.

-Háblame de tu casa Gatita, ¿tienes hermanos, hermanas?.

Podía sentir pinchazos un mar de lágrimas. Coloqué mi tenedor en el plato y puse mis manos sobre mi cara, deseándolo de nuevo. No quería hablar de esto, no con ella, me dolía demasiado.

Sin embargo, la parte lógica de mi cerebro me decía que tal vez si me abría a ella y conseguía que me viera como a un ser humano, me trataría diferente.

Y me dejaría salir de la oscuridad para siempre. Tal vez incluso me dejara ir me. Esta era una oportunidad. Una grande. Las lágrimas fueron rechazadas por el momento. Podía hacer esto. Tengo que hacer esto.

-Tengo cinco hermanos. Dije, negándome a decir nada de mis hermanas. Ella me miró largamente antes de volver a hablar.

-¿Y tú eres..?.

-La mayor. Se echó hacia atrás en su silla y me miró, haciendo un túnel a través de mí con esa mirada azualada como si supiera algo que yo no sabía y se divirtiera con ello.

-¿Y tus padres?.  ¿Por qué de repente le importa?.

-Es sólo mi madre. Mi padre no existe hace mucho tiempo.

-¿Murió? Dijo casi pensativa.

-No. Dije, nerviosa.

-Simplemente... murio para mi.

- ¿Y por qué?

-Um...

Miré hacia abajo en el plato otra vez, moviendo el alimento alrededor, tratando de no pensar en mi padre.

-¿Tu madre tuvo hijos con más de un hombre? Sonaba... desaprobadora. Asenti, y ella sacudió un poco la cabeza, y luego, en voz baja, murmuró: Americano.

Sus ojos se clavaron en los míos de nuevo.

-¿ Porque no quieres hablar de tu padre?.

- Él fue quien me vendió. Digo en voz baja. No alzo la cabeza, siento vergüenza de confesar que mi propio padre me hizo esto.

-¿Cómo te hace sentir?. Pregunta.  «iQuién es? Mi psiquiatra?»

-No lo sé. Supongo que no me importa.

- ¿Estas segura?. Se inclinó un centímetro. Estaba realmente interesada. Estaba un poco asustada de su intriga.

Captive in his armsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora