Capítulo 12

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~LEXA~

Clarke se dirigió al carrito donde había estado la comida y agitó una bolsa negra. Mis ojos se abrieron ampliamente, de dónde diablos ha venido eso? Nada en la vida era lan repugnante como una bolsa negra, una bolsa negra significaba negocios. Significaba planificación, y preparación.

De repente me sentí muy mareada. Regresó con varios artículos, sonriéndome como si todo fuera normal. Colocó los arículos en la cama con el cuidado y la diligencia debida. Levató un collar de cuero para que lo viera; era una banda de cuero ancha con un pequeño aro de metal a cada lado, uno de los cuales tenía un candado y una llave.

También tenía una pequeña presilla enfrente. Me asegurado, puso presión en mi garganta. Colgó la llave delante de mis ojos antes de dejarla en la nesita de luz. Habia una cadena larga, similar a la que se usa para pasear a los perros, pero con un broche en cada lado.

Colocó la cadena sobre el poste de la cama haciendo un sonido metálico fuerte que me hizo gritar, y luego fijó ambos broches en las presillas del frente del collar.

Tuve que mirar hacia el techo para evitar sentirme estrangulada. Mientras más lloraba, más dificil se me hacia respirar, asi que me detuve, pero las lagrimas continuaban cayendo por mi rostro y hacian charcos en mi oreja.

Por favor. No. No hagas esto. Queria decir esas palabras en voz alta. Suplicar le pero ya no podia formar palabras.

Estaba tan asustada, y enojada y muy orgullosa. Todas las cosas que debería haber hecho vinieron a la vez. Sollocé más.

Pasó las manos por mis brazos, masajeó mis pechos, mi cuerpo temblaban y alcanzó mis pezones.

Dos muñequeras gruesas de cuero reemplazaron a la cuerda, eran muy parecidas al collar de mi cuello, tenían pequeños eslabones de cadena colgando en cada extremo que podrían ser cerrados juntos.

Desenganchó la cadena del collar para darme vuela. Me sentí aliviada de poder respirar. No me importaba mucho que ahora estuviera siendo enganchada a los eslabones de las pulseras. Tenia más libertad para moverme, la cadena era más floja y podía poner mis pies directamente en el suelo.

Mis brazos fueron puestos juntos, y luego los ató al poste de la cama frente a mi. En esta posición era imposible alejarme de ella, los músculos de mis brazos se tensaron bajo la presión.

Estaba muy asustada ahora, y no podía ocultarlo. Me tenía y solo ella sabía lo que significaba.

Retrocedió, probablemente para evaluarme, o tal vez estaba admirando su obra. De cualquier manera, sus acciones me llenaban con un sentido de finalidad inminente.

Yo la había retado y ella había aceptado. Me paré frente a la cama, con los brazos atados desde las muñecas hasta los codos. No vestía nada más que las cosas sexys que ella había escogido.

-Abre las piernas. Dijo sin alterarse.

Como no lo hice, se acercó por detras y se aventuró entre ellas. Dejé escapar un grito atónico cuando su mano izquierda se ahuecó entre mis piernas.

Traté de alejarme. Pero fue inútil.

- Si no empiezas a hacer lo que te digo, te abriré con la mano entera, ¿entiendes?. Su voz era plana pero firme. No era una pregunta de verdad, sino un refuerzo de su amenaza. Gemi en voz alta, pero asenti con la cabeza.

-Buena mascota, ahora vamos tener lo que te pedí.

Clarke retrocedió de nuevo y esperó. Lentamente, abrí las piernas más y más, hasta que ella dijo que me detuviera.

-Ahora mueve tus caderas hacia mí. Mientras hacia lo que me instruyó apoye la cabeza en el hueco de mis brazos atados.

-¿Estas lista?. Preguntó, haciendo una pausa para dar el efecto deseado.

-Vete a la mierda. Murmuré, tratando de ocultar mi miedo.

El primer golpe dio en mis pantorrillas. Mi boca se abrió en un grito que carecía de sonido.

Ciertamente no estaba preparada para esto! Desesperada, traté de tirar hacia atrás. Habia un latigo en su mano.

El grito que había estado luchando para salir de mi pecho finalmente salió. El segundo azote se superpuso al primero, llegó tan rápido que no me lo podría haber esperado. Mis rodillas se doblaron, balanceando mi cuerpo hacia el poste de la cama delanle de mi.

Cuando simplemente colgaba de mis brazos, ella contimnó. Escuché el siguiente golpe antes de sentirlo; el latigo cortó el aire con un silbido antes de aterrizar en mis muslos.

Luchaba para escapar; me moví de un lado al otro, casi tirando de mis brazos fuera de los postes mientras me alejaba de los golpes. Pero una y otra vez aterrizaban en mi piel.

Grilaba tan fuerte, por tanto tiempo, que era incapaz de tomar aire. Ella llevó el látigo hacia abajo con una fuerza imposible mienlras me azolaba el tobillo.

Inmediatamente enderece las piernas para frotar el tobillo con el otro pie.

Golpeó mis pantorrillas mientras trataba de aliviar el dolor. Recogí mis pies, tratando desesperadamente de calmar la picadura.

Nunca sentí un dolor así. Nunca soné que una tortura como esta fuera posible. Mi cuerpo entero se estremecía palpitaba y picaba con dolor.

-¡Por favor, Dios, delenle!. Grité. Me golpeó a través de la espalda baja. Pensé que iba a desmayarme.

-No.. No Dios. Prueba de nuevo.

Una corriente de golpes chocó contra mi cuerpo. Yo genía e intentaba soltarme de las cadenas miestras temblaba.

Me retorci tirando de la cama.

-Ama. Grité.

-¡ Ama! Me di cuenta entonces, al igual que los azotes que daba, gritaba esa palabra horrible.

Ella había ganado finalmente. Me había equivocado, el dolor no era mejor. Oh Dios, queria cualquier cosa menos dolor

-Por fin. Dijo sombríamente. Pero no creo que hayas terminado, ni siquiera cerca.

- Tienes mucho para ofrecer. Lloré más que en toda mi vida. No porque esto fuera más doloroso que ser violada por hombres, sino porque no quería que Clarke me hiciera daño.  Las lagrimas fueros fueron inspiradas por mis pulmones y los sollozos quedaron en mi pecho. ¿Más? No puedo más.

-Por favor. Ama. Por favor, no más.

Clarke hizo una pausa el tiempo suficiente para tirar de mis bragas hacia abajo.

Captive in his armsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora