Capítulo 2

2K 130 4
                                    

~LEXA~

- Con cada latigazo quiero que cuentes, y agradezca al final por tu castigo. Dice.

Antes del dolor escucho como el látigo corta el aire. Me preparo y siento un ardor en mi glúteo derecho.

- Cuenta. Demanda con voz fuerte.

- Uno. Digo y vuelvo a escuchar y sentir el látigo ahora en mi otra mejilla.

El " Castigo" sigue hasta 15. Mis ojos no han dejado de llorar desde que estoy con ella.

Pensé que al ser mujer se apiadaría de mi. Pero parece que ella es peor que los hombre que he conocido.

Cuando termina el castigo le agradezco, y me da un vaso de jugo, pero llego a sentir un sabor amargo.

En segundo siento como mis ojos se cierran. Seguramente me drogo. Pienso antes de caer en la inconsciencia.

...
Recupero el conocimiento, o un estado similar de consciencia.

Me sacudo. Siento dolor en todas partes, en especial mis nalgas. La cabeza me duele, tengo el cuello rigido, siento un dolor  punzante, y es peor cuando intento abrir los ojos y me doi cuenta que no puedo.

Invoco cada gramo de fuerza y decido intentar levantarme ¿Por qué no puedo? Mis miembros no se mueven. Mi mente esta ordenándole a mi cuerpo que se mueva, pero este no responde.

Una nueva oleada de pánico se apodera de mí. Abro los ojos por fin.

El dolor me atraviesa la nuca, pero mi cabeza apenas se mueve. ¿Que me habia hecho? Solo piensa, me dije, siente. Tomé una evaluación mental de mi persona. Mi cabeza descansaba en una almohada. Lo último que recuerdo fue ver a la señora Griffin frente a mi con el vaso que tomé.

Siento algo alrededor de mis muñecas, algo alredelar de mis tobillos, no era dificil adivinar que estaba atada a una cama.

Mis piernas estan abiertas. ¿Me habia tocado?. Me muerdo el labio para evitar sollozar. Exhale profundamente, dejé de pensar antes que se hiciera peor.

Mecánicamente me centré en el aquí, en el ahora. Sabiendo que mis facultades estaban en onden, dejé salir un pequeño suspiro de alivio que sonó más como un sollozo.

Fue entonces cuando escucho su voz.

-Bien, por fin estás despierta. Estaba empezando a pensar que me habian pasado con el somnífero. Dice.

Mi cuerpo se congela al sonido de su voz. De pronto, tengo que ordenarme respirar. La voz era siniestramente suave, preocupada? .

Deberia haber gritado, estar asustada, pero solamente me congelé. La señora Griffin estaba en la hahitación; había estado observando mi pánico.

Después de unos minutos, mi voz tembló:

- ¿Que pasó? Mis palabras era casi lenta, como si estuviera  borracha.

Silencio. El chirrido de una silla. Pasos. Mi corazón martilleaba en mi pecho.

- Solo pensé que debarias dormir un rato, luego del castigo. Dice con suavidad.

Su mano fría se posa contra mi frente sudada.

~CLARKE~

Se ve tan frágil que provoca abrazarla y protegerla de todo lo malo. Lastima que entre todo lo malo estoy yo de primera. Su temperatura es normal. Pero esta muy sudada. Voy a darle un baño.

Todo lo que Alycia hizo fue llorar mientras la desataba. Sentía sus miembros rigidos y entumecidos. Parecía que intentaba mover su cuerpo.

Pero ella no sabía que todo su cuerpo aun estaba bajos los efecto de la droga. Busque una venda y se la puse en los ojos. Quería que agudizará sus sentidos.

La levanto de la cama, cuidadosamente. Cargo su cuerpo desnudo.

Puedo sentir sus cuerpo.

-¿Por qué no puedo moverme?. Dice entre sollozos. 

- Te di algo. No te preocupes, se irá. Respondo para que se asuste más de lo que está.

Siento como intenta moverse y sonrio.

- Deja de moverte. Mi voz sale con un deje de diversión.

Ella detiene sus forcejeos. Dios Alycia eres tan obediente. Seguros nos vamos a divertir.

~LEXA~

Intento enfocarme en los detalles. Clarke es apreciablemente fuerte y me lleva sin siquiera agitarse. Bajo mi mejilla y logro sentir la extensión de sus pechos.

Olia ligeramente a perfume, y tal vez a sudor también, una esencia femenina muy agradable.

No caminamos mucho, solo unos pocos pasos, pero para mí cada momento parecía una eternidad en un universo paralelo, uno donde yo habitaba en el cuerpo de otro, uno donde no era abusada por su padre y vendida por él. 

Pero mi propia realidad se estrelló contra mi en el momento en que me sentó en algo plano y frio.

El pánico se apoderó de mi.

- ¿Qué va hacer? Hubo una pausa silenciosa.

- Voy a darte un baño. Su voz se escucha con una nota divertida.

Abro la boca para hablar cuando el primer chorro de agua fría golpea mis pies. Sorprendida, dejo escapar un grito asustado.

Al intentar salir de la bañera rodando hacia el borde, el agua se coloco más calida y mi nueva dueña me agarro nuevo.

- No quiero tomar un baño. Digo con un puchero.

Intento quitarme la venda, golpeando repentinamente mi propia cara mientras mis brazos letárgico impedían mi propósito.

La señora Griffin intenta acultar su risa.

- No me importa si no quieres, lo necesitas. Dice ahora más seria.

-¿ Para qué?. Pregunto con miedo.

- ¿Creés que voy a tocarte como llegaste?, ¿ Quien sabe cuántos asquerosos te tocaron?. Debería hacerte unos exámenes antes. Dice.

Sus palabras me duelen, pero entiendo que ella tenga reparos en tocarme luego de haber estado con muchos hombres.

Siento como comienza por mi cabello. me masajea. Me estremecí ante ese contacto.

- No te alarmes. La corriente de agua y el latido de mi corazón retumbaban en mis oídos.

Sus dedos acariciaron la columna de mi tensa garganta. Me estremecí de miedo. Odiaba no ser capaz de ver lo que estaba ocurriendo, aquello me recordaba a la primera vez que fui abusada.

De pronto, sus labios estaban en mi oreja, suaves, llenos y no bienvenidos. Mi nueva dueña me caricio aún más cuando intenté inclinar el cuello y alejarme.

Captive in his armsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora