~LEXA~
Al entrar a la penúltima mazmorra sabía que esta era diferente al resto. Es cuatro veces más grande que las anteriores.
Habían construido jaulas de pájaro flotantes, que quedaban sobre nuestras cabezas, unidas por escaleras metálicas, a través de las cuales caminaban Thelonious y Becca, junto a otros Amos y sumisas de un lado al otro, comprobando que estaba todo en orden.
Se reían y gritaban excitados por la nueva jornada de dominación y sumisión. Yo solo miraba hacia arriba y abría la boca anonadada.
Pero si dirigía la mirada hacia abajo, mi estupefacción era la misma: potros, cruces, cadenas que colgaban de las jaulas para que alzar a los sumisos, sillas de tortura, camas redondas y camillas de sujeción...
Todos los amos golpearon las escaleras metálicas que llevaban a las jaulas cuando nos vieron entrar en pareja, ya nos habían elegido como la pareja favorita para ganar la competencia.
Ese fue el modo de recibirnos, pero también de alertarlos de que no eramos las únicas que habían entrado a la mazmorra. Al mirar hacia atrás otras 5 parejas entran. Entre estas estaba Marcus y su sumisa.
Las otras parejas nos miraban, se que irían por nosotros en cuanto tuvieran la posibilidad. Daban miedo.
Al alzar de nuevo la vista pude apreciar mejor la ropa de quien nos observan desde las " Gradas".
Todos vestían de cuero y látex negro. Las mujeres llevaban colas altas, los hombres, el pelo suelto, sin máscaras, sin nada que les ocultara el rostro.
Allí no había que esconderse de nada. Lo más espectacular eran los arneses de gladiador con los que todos iban caracterizados: rodeaban el torso, las caderas y la cintura con tiras negras de cuero, pero no cubrían los pechos, ni los de ellas ni los de ellos.
Becca era la única que sí se cubría; y yo no entendí por qué. Tal vez porque ella al ser la líder no se mostraba ante cualquiera.
Becca se agarró a los barrotes de una de las jaulas, y coló el rostro entre ellos para estudiarla como un halcón. Ambas se miraron la una a la otra, aunque ya no vi el creciente desdén que había mostraba ante todos durante toda la noche.
Becca solo me miró; y después repasó a Clarke, sin hambre, ni lujuria. Estaba estudiando nos, valorándo nos como pareja.
En otra jaula, golpeando el mango de su flogger contra los barrotes, se hallaba Thelonious como el castigador. Y no dejaba de sonreírme con amabilidad, como intentando tranquilizarme.
Para mi, era mucho peor ver ese gesto condescendiente en aquel amo. Sus sonrisas nunca llegaban a sus ojos; por eso no me podría conmover.
El cuerpo elegante y marcado de Thelonious se hizo dueño de la jaula, que pretendía retenerme. Dejó caer el cuello hacia atrás y rugió como un animal.
Entonces Becca habló a todos.
- Muy bien, una prueba más y llegamos al final. Como sabes, esta mazmorra es especial, cada amo deberá entregar a su sumisa a Thelonious y él dará el número de azotes que indique la carta que cada uno tomará.
Me tense, sabia que Clarke no me haría mucho daño, espero ese hombre sí me daba miedo.
Clarke y yo vamos hasta lo que parece una cruz. Ella me amarra con delicadeza, no muy fuerte dando la espalda a mi agresor.
- Amiga Wanheda no crees que tu esclava tiene mucha ropa. Dice con burla y antes que pudiera tocarme Clarke lo detiene.
- Yo soy su amo, yo decido lo que muestra. Dice y solo me deja la espalda desnuda.
- Claro amiga Wanheda, pero me temo que va tener que quitar todo, los azotes serán en sus glúteos y espaldas. Escucho a Clarke gruñir pero me termina de quitar el vestido. Ya no tenía bragas así que quedé desnuda frente a todos. Al menos no me vería de frente.
Escoge la carta Wanheda, y muestra al público que número que te toco. Escucho la voz de Becca y siento martillar mi corazón. Dios solo te pudo que no sean muchos.
- 20. Dice y respiro más aliviada.
- Eres muy suertuda, ese es el menor de todos. Me susurra al oído. No digo nada y espero los latigazos.
- La palabra de seguridad es ROJO, puedes decirla para detener los azotes, sin embargo perderás y no podrás ir a la última puerta.
Tal y como pensé los azotes eran fuertes, pero sin llegar a infligir una herida que sangrara. Cerré los ojos e imagine que pronto todo esto acabaría y podría estar en los brazos de Clarke.
- Listo. Dice y enseguida siento a Clarke desarmarme y cargarme. Me pone mi vestido y besa mis mejillas consolando me.
En sus brazos me permito llorar, y ella solo me sacaría el cabello y susurra palabras dulces.
Cuando ya estoy calmada subimos y tomamos asiento entre las gradas.
Las demás parejas fueron pasando. Los números sí eran altos. Había de 100, o 200. Escuche la palabra ROJO en todas las demás parejas. Hasta la esclava de Marcus había detenido los latigazos cuando ya iban 150 y aún le faltaban 50.
Podía ver con ese desgraciado empujaba y gritaba a su sumisa por no haber aguantado.
Me di cuenta que Becca intervino y ayudó a la muchacha a levantarse y llevarla algún lugar.
- Ya solo nos queda una prueba. Digo y Clarke me mira enojo. Se que no es por mi.
- No voy a poder hacerlo Lexa, yo te amo, y no voy hacer capaz de compartirte con Thelonious.
- Es la única forma de salvar a tu madre, ella es más importante que yo. Digo y Lexa aprieta sus puños.
- Escuchame Lexa, nadie es más importante que tú.
- Sabes que mi padre me usó y cada día eran 10 hombres los que entraban en mi, uno más no va hacer la diferencia.
- No puedo hacerlo mi amor, yo te prometí que nadie te tocaría. Veo sus ojos a punto de llorar.
Tomo sus manos y las beso.- Solo uno más Lexa, y estamos libres, con tu mamá, vamos a vivir felices las tres.
Nos levantamos y abrimos la última puerta. Es la más pequeña de todas. Solo había una cama muy grande. Algunos armes, dildos, y lubricante. Y en cada esquina una cámara.
Por lo menos no habría mucha gente en el cuarto.
Escuchamos la puerta y no lo puedo creer, Marcus entra como dueño y señor.
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Captive in his arms
FanficMuchos los capítulos son adaptación de una saga llamada "Captive in the dark". Contiene situaciones muy perturbadoras, consentimiento dudoso, lenguaje fuerte y violencia gráfica.Si no te gustan estos temas no leas.