Le escribo a este papel que está mirándome a la cara porque tal vez a los demás ya no os importe; me he encargado de que sufráis lo menos posible por mi decisión.
No quiero que os sintáis culpables por mis caídas.
No me di cuenta. Ni siquiera sé en qué momento se apagó esa bombilla en mi cerebro. Esa que ahora me hace verla vida de un modo diferente a como solía hacerlo. Fue entonces cuando las cosas dejaron de tener sentido, cuando se esfumaron las aspiraciones e ilusiones de la vida perfecta que me había creado, donde cada mañana me despertaba pensando que iba a comerme el mundo y ahora el mundo me está devorando a mí. Algunos pensareis que tras su muerte fui capaz de mantenerme fuerte..., que lo superé y volví a ser la chica orgullosa y segura de sí misma. Yo también lo pensé..., pero día tras día me hundía más, hasta que dejé de verle sentido a ser quien era.
No me ha servido de nada.
Todo dejó de importar, al principio podía pasarme horas sentada en la cama mientras miraba las fotos de mi mejor amiga, pensando en por qué tuvo que subirse a ese coche, por qué cuando más la necesitaba me abandonó, por qué no sobrevivió...
Tal vez mis sueños murieron junto a los suyos.
No sabría cómo explicar el vacío que me carcome por dentro, de ese que te oprime el pecho y te va ahogando poco a poco hasta que no puedes respirar. Yo lo llamo la oscuridad. Esa misma oscuridad empezó a comerse mi vida, todalo que era y todo lo que aún queda de mí. Empecé por desencantarme de las pequeñas cosas, como mis tareas; ya no me interesaba mi futuro. Continuó por el equipo, mis amistades, mis deberes como hija y hermana y finalmente yo misma; dejé de darle importancia a mis necesidades.
Puedo afirmar que mi oscuridad me consumió hasta agotarme. Ya no queda nada de mí que poder mostrar a los demás.
Cuando la gente que me conocía y la que no me conocía, se entere de esto, podrán pensar que fui una cobarde por no saber afrontar mis debilidades, pero no saben lo que es sentir que nada te satisface lo suficiente, que nada es capaz de hacerte feliz de verdad, lo que significa vivir todos los días dentro de un agujero negro.
Me considero valiente por el simple hecho de haber sido capaz de hacerlo.
Diría que lo siento, pero no lo hago y si dijera lo contrario estaría mintiendo. Ni siquiera ahora que lo estoy escribiendo lo lamento.
Si en algún momento os preguntáis qué me llevó aquí y por qué lo hice..., no os sintáis culpables, de verdad, deseaba la liberación que solo la muerte puede proporcionarme.
Beth.
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TWISTED LIES
Teen Fiction[LIBRO I y II] Harper no siempre ha tenido las cosas fáciles. Tras la muerte de su madre se traslada a Londres con su familia en busca de una nueva vida donde conseguir dejar el pasado atrás. Quiere encontrar la forma de vivir en paz, pero sus expec...