TWISTED LIES

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CARSON

"Lo menos frecuente en este mundo es vivir.
La mayoría de la gente existe, eso es todo."

OSCAR WILDE

Tuve ganas de sonreír, pero como de costumbre, fui capaz de contenerme en el momento que Har se levantó de un salto de mi regazo y yo me quedé sentado en el sofá, fingiendo nerviosismo. Aunque no pude evitar mostrar una sonrisa de arrogancia cuando la mirada de Luke recayó sobre mí.

Qué podía decir, llamaba al caos incluso cuando no lo pretendía.

—¿Qué haces aquí, Luke? —inquirió Harper, intentando sonar informal.

—No sé si te había comentado que tenía un hermano pequeño, pues este es. —Posó la mano sobre la cabeza de Louis y lo sacudió un poco en un gesto bromista que provocó que este le diera un manotazo para que lo soltara—. Le había prometido llevarlo al cine y bueno, quiso que Percy viniera con nosotros..., así que fuimos los tres —le explicó.

Sí, conocía la historia del pequeño hijo putativo del señor Clark. No era ningún secreto que había tenido un bastardo con una de sus asistentes y que su matrimonio estuvo a punto de irse a pique, pero de alguna manera consiguió que la señora Clark lo perdonara. Sabía que Olivia detestaba a su hermano pequeño, nunca quiso saber nada. Lo consideraba el causante de que su familia estuviera a punto de ser destruida mientras que Luke, el chico de los buenos sentimientos, incapaz de albergar resentimiento u odio, lo aceptó como un hermano más.

Ser tan noble algún día le traería problemas.

Harper permaneció en silencio por unos segundos, ya que Percy, quien parecía ser su hermano, no le quitaba el ojo de encima. La miraba con escepticismo, como si esperara alguna explicación por su parte.

La cosa se estaba volviendo aburrida y la tensión que se formó entre ambos me hizo suponer que el pequeño Percy era la clase de hermano celoso que no estaba acostumbrado a compartirla...

Una lástima, porque a mí tampoco me gustaba compartirla.

No me gustaba el modo en el que me miraba el niño mimado, como si pudiera leer mis intenciones como si me tratara de un libro abierto. Además, ya le había demostrado a Luke que podía conseguir a la chica que me diera la gana.

Estaba comenzando a cobrarme una deuda histórica; era rencoroso, no lo negaba.

Me puse de pie y me pasé la mano por el cabello antes de susurrarle a Harper al oído:

—Tú y yo no hemos terminado, Nachtigall. —Sentí su cuerpo estremecerse cuando dejé un fugaz beso en su mejilla y ella exhaló un pequeño suspiro, nerviosa.

Pasé por su lado y me despedí de Luke con un gesto de la cabeza, a lo que él, como el chico educado que era, me respondió con una tensa sonrisa.

Me molestaba que nos hubieran interrumpido cuando estaba a un suspiro de pasar a un nuevo nivel; seguro de que si hubiéramos seguido en ese momento estaría entre sus largas piernas.

Saqué las llaves del coche de mi bolsillo trasero y les di vueltas mientras bajaba las escaleras hasta la salida del edificio. Apenas me dio tiempo a llegar al coche y meterlas en la cerradura cuando su voz me hizo volverme al instante.

—¿Por qué lo estás haciendo? —inquirió.

—¿Hacer el qué? —repuse de vuelta, fingiendo desconcierto.

Luke vino a mi encuentro. Esperaba que estuviera furioso, pero como de costumbre, era difícil hacerlo perder los estribos, lo que hubiera estado bien, para variar.