-Y esta ¿de qué es?
Yuki ha estado ayudándome la ultima hora a desempacar.
Haciéndolo yo solo hubiera conseguido terminar hace mucho y ya estaríamos recostados en la sala comiendo caballa con piña mientras vemos algo en la television, pero no pude decirle que no cuando ella me ofreció su ayuda y ahora solo me dedico a guardar todo lo más rápido posible mientras la escucho preguntarme una y otra cosa acerca de las medallas que sostiene en sus manos y que fueron lo único que pude encontrar para distraerla.
-Déjame verla- le pido, porque no la reconozco tan fácilmente –Ah, esta es la que gané en el combinado individual. En realidad tu tío Ikuya y yo empatamos en primer lugar, y nos dieron una medalla a cada uno
-¡Eso es maravilloso, mamá! Aunque dijiste que no querías
-Fue un desafío Yuki, no podía decirle que no por mucho tiempo
-¿Y tío Ikuya no vendrá a vernos?
-Ya verás que sí, dijo que pasaría de visita antes de lo que crees- le digo e inmediatamente su rostro se ilumina porque ella quiere mucho a su tío Ikuya
Kirishima Ikuya, mi amigo de secundaria fue la primera persona en enterarse de mi decisión de trasladarme a Estados Unidos.
Él y yo habíamos venido a competir juntos, se ofreció a ser mi guía porque yo no conocía nada de este lugar y él ya había pasado algunos años estudiado aquí. No estoy seguro de como lo hizo, pero en algún momento se dio cuenta de que no todo estaba bien dentro de mí como trataba de hacerle creer, después de todo ya tenía casi tres meses de embarazo en esa época y aunque este no se notara tanto, afortunadamente para mí, si tenía náuseas y mareos constantemente. Recuerdo que me apoyó mas que nadie y cuando le comenté acerca de la oferta que me habían hecho, me ayudó con todo el papeleo que tenía que realizar; al final decidió quedarse conmigo para apoyarme en lo que pudiera mientras me ambientaba, se supone que era temporal pero nunca se fue.
Creo que jamás podría agradecerle todo lo que hace por mí y por Yuki, es el hermano que nunca tuve y me hace muy feliz tenerlo a él a mi lado, bueno, a él y a Hiyori, que no es tan malo como parecía cuando nos conocimos.
¡Vaya sorpresa!
-¿Señor Nanase?- volteo rápidamente para encontrar a una mujer mayor que me sonríe maternalmente desde la puerta y a quien devuelvo la sonrisa –Ya terminé de limpiar todo, salvo por la ropa que trajo de su viaje
-No te molestes Alba, no quiero que te canses innecesariamente, ya la lavaré yo
-Sí, sí- acepta riéndose suavemente –Me contrata para cuidar de su casa y nunca me deja hacer nada, mi noble delfín
Sus palabras consiguen avergonzarme un poco, es cierto lo que dice, pero es que nunca quise que esa amable mujer se hiciera cargo de todo aquí dentro. La casa ya es lo suficientemente grande como para que se haga cargo de la limpieza todos los días, además de que yo soy muy independiente, estoy acostumbrado a hacer todas las cosas solo, salvo cuando estaba embarazado obviamente, y Alba realmente hace un buen trabajo cuidando de mi pequeña cuando yo estoy lejos, pero hacerla trabajar mas que eso es impensable...me recuerda mucho a mi abuela...
-Solo quiero cuidarte
-Sí, mami y Yuki cuidarán de Alba para siempre- asegura Yuki saltando en la cama, lo que me alarma un poco, no quiero que se caiga por accidente, pero tampoco quiero convertirme en uno de esos padres sobreprotectores que convierten a sus hijos en pequeños temerosos llenos de dudas e inseguridad
-Bien, entonces Alba también cuidará de Yuki y Haru ¿sí? No pueden negarle a una pobre anciana el derecho de proteger a su única familia en este mundo- afirma la mujer mirándome fijamente porque pretende hacerme sentir culpable...obviamente lo consigue, porque yo también la considero como parte de mi familia
-Bien- acepto tranquilamente cerrando por fin la maleta completamente vacía para guardarla en el armario
-¡Mira, Alba! Son todas las medallas que mami ganó en la competencia internacional- anuncia mi pequeña y me parece distinguir una pisca de orgullo en su mirada, eso me gusta, quiero que Yuki se sienta orgullosa de mi y de todo lo que hago, que pueda seguir parte de ese ejemplo y convertirse en una mujer fuerte –¡Son muchas!
-Es cierto- dice la mujer admirándolas también –No pudimos ver todas sus competencias en televisión por la diferencia de horarios, pero sí vimos la mayoría ¿Cuál es esta?
-Es la de siempre: 100 metros estilo libre
-Es cierto, competiste con un señor que parecía tiburón- dice usando sus manitos para simular los dientes puntiagudos de mi amigo y rival, provocando que suelte una carcajada, es la única que lo consigue y de alguna manera me parece que le gusta ver cómo me rio, aunque nunca pude entender el porqué de eso –Pero él no era tan rápido como tu ¿verdad, mami? Por eso quedó en segundo lugar. Nunca hubiera conseguido ganarte dentro del agua
-No soy el mejor del mundo, cariño, pero me esfuerzo para llegar a serlo- le explico tomándola en mis brazos –Y ahora, toda esta bonita familia se va a comer, ¿no es cierto Alba?
-Sí, señor
Siempre me encuentro a Rin en algunas competencias de este tipo, al igual que yo a seguido luchando por su sueño y eso me hace feliz.
Siempre voy a recordar la forma en la que me regañó cuando nos volvimos a encontrar después de casi un año...pensándolo detenidamente, no podía culparlo, se suponía que solo iría a una competencia como invitado especial a otro país, pero ya no regresé a casa después de eso y no me comuniqué con nadie.
En parte fue mi decisión, la de querer mantenerme lejos y en secreto, pero tuve que dejar de competir porque tenía que cuidarme mucho mas en ese periodo de gestación, estaba en un estado extremadamente delicado, tanto que me prohibieron hacer mucha actividad física y el médico me recomendó que tampoco debía alterarme por ninguna razón, esa fue la razón para que Ikuya y yo consiguiéramos una casita en el campo donde pasé varios meses hasta que Yuki decidió que quería llegar a este mundo. Después de eso necesité un poco de tiempo más para recuperarme por completo y comenzar a entrenar de nuevo, la universidad americana me había esperado todo ese tiempo y no quería defraudarlos.
Entonces llegó una competencia de varios países y volví a ver a mi amigo.
Lograr que dejara de gritarme y de llorar, porque estaba haciendo las cosas por turnos como si padeciera un extraño caso de doble personalidad, fue más difícil que convencerlo de que no le dijera a nadie lo que estaba haciendo...al menos solo tuve que explicarle un poco lo que había sucedido con el que fuera mi mejor amigo y ya.
El resto de la tarde se nos fue en amena charla mientras Yuki me contaba acerca de todo lo que había hecho en su guardería, los nuevos amigos que tenía y los bonitos gatitos con quienes jugaba en la calle de regreso a casa...se parece tanto a él
Es una pequeña parlanchina, amorosa como ninguna otra niña y hasta ha resultado ser un poco cobarde cuando se trata de encontrarse con cosas terroríficas...pero también es terca, bastante celosa y ama el agua con desesperación, todo eso lo sacó de mí.
Pienso en eso mientras la observo dormir y acaricio suavemente sus largos y suaves mechones de cabello, los cuales son negros y lisos como los míos. Insistió mucho porque no quería separarse de mi lado esa noche, no después de todo este tiempo de no vernos y no tuve corazón para negarle ese pequeño capricho, por lo que ahora la tengo a mi lado. Yuki tiene la piel clara y suave, las facciones muy finas...así dormida es solo mi hija, pero eso cambia cuando despierta y en su rostro aparece una sonrisa amable que nunca me canso de ver, y unos ojos verdes y brillantes.
En ese momento sé que también le pertenece a él...
Aunque nunca vaya a saberlo.
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Errores (MakoHaru)
FanfictionLas relaciones nunca son perfectas, el amor eterno es difícil de mantener con vida...no porque no se pueda, pero muchas veces todos podemos cometer ciertos ERRORES con la persona que mas amamos y terminamos por destruir aquello que prometimos proteg...