Haruka

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Llegamos a Iwatobi en medio de la noche.

Yuki duerme cómodamente en mis brazos mientras caminamos a la salida del aeropuerto para conseguir un taxi que nos lleve a un lugar donde poder descansar.

Ikuya nos ofreció hospedarnos a todos en su casa, pero no quiero ser una molestia y tampoco quiero ir a mi casa tan pronto; sé mejor que nadie que los cambios verdaderamente importantes comienzan un paso a la vez, aun dentro del agua debes moverte poco a poco para poder avanzar, un movimiento tras otro para impulsarte hacia adelante, eso es lo que quiero ahora y parte de eso es ir a buscar un hotel en el centro de la ciudad.

-¿Estás seguro?- pregunta una vez más mi amigo de ojos naranja después de ayudarnos a sacar dos de las maletas que estaban dentro del auto

-Voy a estar bien, el taxista dijo que este lugar es bueno

-No me refería a eso

-Tranquilo- le digo sonriendo suavemente para que me crea, lo abrazaría, pero no puedo porque no quiero despertar a Yuki –Estás más inseguro que yo, y se supone que tú fuiste el que nos forzó a venir ¿recuerdas? Además, conozco este lugar como la palma de mi mano, es mi hogar

-Dale el gusto y ven con nosotros, Haruka- me dice Hiyori cruzándose de brazos y sonriéndome para darme confianza –Al menos vamos a comer algo

-No hoy, Hiyori. Yuki tiene que dormir bien y yo también me siento exhausto por el viaje, seguro que todos nos quedaremos dormidos antes de lo que piensas

-Tienes razón, yo también estoy cansado- acepta Ikuya sonriendo también -Pero no olvides que mañana iremos a buscar a Rei y Nagisa, les daremos un susto de muerte y luego iremos a almorzar juntos

-Hecho- el plan se les ocurrió durante el viaje, ambos se veían muy divertidos mientras pensaban en las mejores maneras de aterrarlos y si Nagisa no ha cambiado mucho, estoy seguro que va a divertirse con la sorpresa -Los veo mañana

Ambos se aseguran que entre al hotel antes de subirse en el taxi y fijar rumbo a la casa de los Kirishima, y yo suelto un suspiro de alivio al verlos alejarse. Solo faltaba que quisieran entrar conmigo para revisar que la habitación estuviera en buen estado.

La verdad me es un poco incómoda la forma en que esos dos parecen estar siempre cuidando de mí a cada de paso que doy, se supone que los tres tenemos la misma edad, pero por la forma en que se comportan bien pareciera que son mis hermanos mayores o algo por el estilo, siempre asegurándose de que estoy a salvo, de que nada me incomode en lo mas mínimo; es tierno, pero tengo que hacer las cosas por mí mismo de vez en cuando si quiero que todo esto valga la pena.

Afortunadamente consigo fácilmente una habitación con todo lo que necesitamos: una cama cómoda de dos plazas, baño con una tina de gran tamaño y televisión con todos los canales infantiles para que Yuki se entretenga viendo sus películas favoritas. Lo que realmente quiero es que ella disfrute de este viaje, que guarde un buen recuerdo sin importar lo incómodo que yo pueda sentirme por las siguientes dos semanas pues en tanto me quede una milésima de energía, siempre velare por su eterna felicidad.

La pongo en la cama en cuanto entro para arroparla con cuidado, acomodo un poco nuestras pertenencias, envío un correo rápido a Logan para cumplir con mi promesa y finalmente me tumbo a su lado para finalmente cerrar mis ojos y dormir.

No estoy seguro de si soñé algo, me parece que solo caí como una piedra hasta que el tono de llamada de mi celular me despertó varias horas después

-Mami, es una llamada de tío Hiyori- me dice mi pequeña sentada tranquilamente a mi lado mientras ve la televisión a bajo volumen, siempre es muy considerada con otros, en especial conmigodebió ver lo cansado que estaba ayer y no quiso despertarme

-Gracias, amor

Tomo el celular y después de depositar un beso en su cabecita, me dirijo tranquilamente al baño para empezar a llenar la bañera, es una especie de terapia para nosotros dos, podemos permanecer horas ahí dentro jugando con todos sus suaves y coloridos animales de plástico, esos que consigue de cualquiera solo poniendo su carita adorableeso definitivamente no lo saco de mí.

-¿Hola?

-Ikuya y yo apostamos- me informa al instante sin molestarse en saludar primero, pues entre nosotros las formalidades realmente carecen de toda importancia ¿Cómo es que Hiyori se hizo una de las personas más importantes de mi vida? Antes me odiaba con todo su corazón, pero después de verme en lo peor del embarazo tal vez pudo ver algo de Ikuya en mí, la misma tristeza y desolación -Por favor dime que ya estabas bien despierto- me ruega casi al instante ¿estaban apostando a ver si me quedaría dormido o no nuevamente?

-No, lo siento- respondo aguantando lo mejor que puedo las ganas de reír, me asombra lo bien que Ikuya me conoce con respecto a estas cosas, pero también me sorprende la mala suerte que tiene Hiyori pues esta no es la primera vez que está en la misma situación -¿Qué es lo que acabas de perder?

-Al parecer pagaré el almuerzo de todos- me informa deprimido ante la perspectiva y me parece que puedo escuchar la voz de mi otro amigo festejando con alegría

Esa es la gota que colma mi vaso y rompo a reír a carcajadas; nuevamente la mente maestra de Ikuya a atacado a su amigo y posible pareja romántica y decían que yo era despistado y lento para darme cuenta de esas cosas, pero eso no quita que de alguna manera también se vean adorables mientras lo intentan.

-Esa es buena. Nagisa siempre come de más en los postres, espero que lo sepas

-Sí, ya me habían advertido. Bueno, eso ya no importa, tienes menos de dos horas para estar completamente listo, Haru, lo que significa nada de baños largos- compruebo el reloj de la habitación y lamentablemente tiene mucha razón, son las 10 de la mañana, lo que me recuerda que tengo que pedir que manden algo de desayunar para mi sirenita –Iremos por ustedes 15 minutos antes de las 12

-De acuerdo, aquí los espero

La tina ya está comenzando a llenarse. Después de tantos años sigo teniendo la confianza de que es el agua quien va a llevarse todos mis problemasespero estar en lo correcto.

Errores (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora