Citas Y Sorpresas

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La palabra "cita" trae a mi cabeza malos recuerdos.

No, no por Makoto, sino por otras personas que de forma innecesaria tuve que encontrar en este camino llamado vida.

En realidad, todo fue culpa de Ikuya y Hiyori, la única vez en que he deseado con todas mis fuerzas que el castaño de lentes hubiera ganado una de sus famosas apuestas sin sentido, porque esa en especial se relacionaba conmigo más que de costumbre. Sí, es exactamente lo que están pensando: una carrera de braceada de espalda decidiría quien de los dos tenía mejor gusto en parejas sentimentales y de alguna manera yo terminé siendo el conejillo en el que harían sus experimentos. . .obviamente Ikuya obtuvo su victoria y tuve que asistir a 10 citas a ciegas organizadas por él. Todo esto fue durante los primeros años de vida de mi Yuki, cuando era una pequeña bebé que no se enteraba de lo que sucedía a su alrededor, pues una vez que mi niña creció lo suficiente, di por terminado su jueguito ese, para mí era demasiado obvio que solo se trataba de una treta para obligarme a salir mas de casa y así obtener un nuevo gran romance en mi vida, algo a lo que me había negado completamente después de dar a luz oponiéndome a las insistentes palabras de mi casi hermano.

Lastimosamente se salieron con la suya esas 10 veces y gracias a esas experiencias obtuve un nuevo gran trauma, tres experiencias aburridas, vergonzosas e innombrables, cuatro amigos por correo que me parecen bastante agradables, dos multas por causar disturbios en vía pública cuando esos tipejos trataron de sobrepasarse conmigo y solo un amigo muy especial. . .nótese que ese último era Logan.

Con todo esto, nadie puede culparme por tener miedo a lo que comúnmente se conocen como citas, y, aun así, aquí estoy, en la playa cerca de casa, sentado en una toalla sobre la arena mientras veo como Makoto y Yuki construyen un castillo en la arena.

Ambos están sonriendo mientras hacen y deshacen por aquí y por allá, en un intento desesperado porque sus extrañas construcciones se mantengan en pie, aunque siento decir que haría falta un milagro para conseguirlo.

No entiendo cómo antes podía sentirme tan tranquilo estando a su lado, ya saben, en nuestras primera salidas como pareja oficial. . . Estábamos en nuestro tercer año de preparatoria y su declaración lejos de avergonzarme me había parecido tan tierna, que no lo pensé dos veces antes de aceptar ser su novio desde ese mismo momento, después de todo, yo lo quería desde hacía años atrás pero nunca había conseguido el valor de decírselo porque temía que lo arruinaría todo con eso, pero cuando él me declaró su cariño sentí que todo era perfecto. . .no niego que tardamos un poco en acostumbrarnos a ciertas cosas, como demostrar nuestro afecto de forma física, pero no había temor, que es lo contrario a como me siento ahora y todo gracias a ese trauma que me causó Ikuya con sus malditas citas a ciegas.

-Haru, ven con nosotros- me dice mirándome con la misma energía que recuerdo en él, aunque no recuerdo que siempre se acercara tanto para hablarme, con su rostro casi pegado al mío. . .esta pose es demasiado comprometedora para mi

-Esto. . .creo que lo están haciendo bien- le respondo alejándome un poco hacia atrás, puede que parezca que estoy huyendo, pero. . .no, olviden eso, definitivamente estoy huyendo

-¿Eso crees? Pues siento decirte que Yuki ha heredado mi falta de habilidad en estas cosas manuales- dice divertido con la idea, no parece molesto con mi movimiento de retirada y se sienta a mi lado tranquilamente, suelto un suspiro relajado antes de acomodarme también para verme más relajado de lo que me siento -Me hubiera gustado que tuviera las tuyas

Confiesa y eso inmediatamente me hace sonreír. . .todo él me hace tan feliz que siento que tengo que demostrarlo: a él, al mundo y en especial a mí mismo, para que deje de ser tan cobarde todo el tiempo. . .

-No estoy seguro que esas cosas se hereden, Makoto

-Claro que lo hacen, por eso ella es tan buena nadando, es una verdadera sirena dentro del agua y eso definitivo que lo sacó solo de ti

-Y de ti- le respondo sincero, sé que él no puede verse a sí mismo mientras se encuentra nadando en la alberca, pero yo siempre estuve ahí para observarlo y sé de lo que hablo –Tienes una técnica impecable y mas fuerza que muchos de los profesionales. No me gusta que te menosprecies así

-Entonces ya no lo haré

Teniéndolo a mi lado, con Yuki aún luchando en la arena, me siento como en un sueño hecho realidad e incluso a él lo veo más tranquilo que antes, cuando los tres nos encontrábamos llorando en el piso de la cocina de mi casa; creo que no voy a poder olvidar ese momento nunca y aunque pudiera hacerlo, no lo haría. Para mí fue una muestra de que nos estábamos uniendo aún más. . .no hay nada que forzar entre nosotros, todo simplemente fluye. . .como el agua. . .

-Gracias por aceptar- suelta de repente y sé a lo que se refiere

-Me sorprendió que nos invitaras a venir aquí, sé que no te gusta el mar- . . .y a pesar de eso, prácticamente nos arrastraste hasta aquí. . .

-Pensé que lo necesitábamos, además, contigo siempre resulta mucho más fácil, Haru, eres mi fuerza. . .eso nunca va a cambiar sin importar cuanto tiempo transcurra

-Creí que era tu base

-También- responde riendo volviendo a mirarme de frente -En realidad creo que lo eres todo en mi vida

Makoto extiende su mano sin titubeos y la pone sobre la mía. Estoy haciendo un gran esfuerzo para no quitarla en este mismo momento, porque en verdad me siento bien teniéndolo tan cerca de mí, pero al mismo tiempo siento que me muero de miedo cada vez que hace uno de estos avances. . .es una dolorosa contradicción.

Creí que podía lidiar con mis inseguridades, que podía enterrar mis deseos en lo más profundo de la tierra, que podía encerrar mis recuerdos en un cofre y perder la llave sin que me importara el lugar en el que terminara, pero ahora entiendo de que no se puede, que yo soy mi propio enemigo y como en todas las grandes historias, soy difícil de vencer. . .

Y entonces siento su mano envolviendo la mía con mucho cuidado y cariño, es el mismo tacto que recordaba y de alguna manera hasta es mejor que antes, al menos así lo siento, tal cálido y suave, el único toque que puede hacerme sentir 100% seguro sin importar donde esté. . .lo había extrañado más de lo que pensé. Antes de darme cuenta ya tenemos las manos entrelazadas y todo mi miedo se ha esfumado. Cada una de sus sonrisas me roba el aliento, cada mirada me hace querer suspirar como colegiala enamorada aun después de todo este tiempo de separación forzosa entre los dos. . .viéndome bien debo ser la criatura más patética de todo el universo, pero una parte de mi dice: ¿a quién le importa? El miedo de no ser lo suficientemente bueno nunca va a irse por completo, pero creo que no importa, que puedo llegar a serlo, solo necesito seguir esforzándome para alcanzarlo y darle lo que realmente necesita. . .lo que se merece.

El tono de llamada de mi celular nuevo me saca de todos esos pensamientos sin sentido y me lleva de vuelta a la realidad:

-Hola- respondo sin fijarme el nombre de la persona que me esta llamando, pero escucho a mi amigo chasquear la lengua molesto por la interrupción y me sonrío para mí mismo –Hola, que gusto hablar contigo. . . ¿todo está bien? . . .no, no tenía idea. . .eso es una completa locura. . .sí, entiendo. . .vamos para allá entonces. . .adiós

-¿Todo está bien, Haru-chan?

-No vas a creerlo- inicio volteando a verlo con más calma que antes -Pero Nagisa y Rei ya volvieron

-¿¿¿Eh???

Errores (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora