Rin

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¿Qué quiere que le diga?

"Oye, Makoto, vi a Haru durante la competencia y me pateó el trasero en los 100 metros estilo libre sin que pudiera evitarlo"

Sí, eso nunca va a pasar, porque además es lo único que podría decirle.

Haru nunca fue alguien muy comunicativo...vamos, que me sorprendió el hecho de que me contara por voluntad propia todo el asunto de su rompimiento con Makoto, aunque sé que solo lo dijo solo para asegurarse de que mantendría la boca cerrada de ahí en adelante. Desde entonces cada vez que nos vemos solo nos saludamos y conversamos de trivialidades, nada de información personal sobre donde vive, con quien entrena actualmente, acerca de sus amigos o si ya tiene a alguien más en su vida que lo haga inmensamente feliz, aunque eso último bien podría ser porque minutos antes de nuestra carrera recibió una llamada y cuando regresó conmigo se veía radiante de felicidad.

-Rin, nos vamos

-¿No piensas comer?- interrogo sorprendido, no escuché en que momento fue que salió de la ducha

-Me basta con una tostada- dice tomando el pan del plato y dirigiéndose a buena velocidad hacia la puerta de salida

Bien, Tachibana Makoto no ha cambiado en eso al menos, sigue siendo alguien sumamente responsable en cuanto a sus obligaciones se refiere, esa es la razón para que muchos en el ámbito deportivo lo aprecien tanto, lo que ayuda mucho en su carrera, pero...bueno, ojalá no hubiera tenido que cambiar tanto en todo lo demás, pienso algo frustrado mientras corro para darle alcance.

-¿Tu auto o el mío?- pregunto

-El tuyo- lo sabía, aun no le gusta conducir; ha vivido ya suficientes años aquí en la ciudad de Tokio como para conocer las calles y todo lo demás, pero no conduce si puede evitarlo, cosa que hace casi a diario

-Bien, adelante

Makoto es uno de los mejores entrenadores de la ciudad, ya le han encargado algunos niños prodigio en el centro en el que trabaja y ellos van mas adelantados que el resto, pero él piensa que necesitan un poco de motivación extra si quieren llegar lejos y por eso me pidió que lo acompañara durante sus clases cuando las competencias terminaran. Aquí estoy, cumpliendo mi promesa, pero él parece estar muy lejos. Sé que ama su trabajo, es su sueño después de todo, pero aun así no se ve...feliz...y ya no es el chico tranquilo y amable que conocí en mi infancia, esta muy lejos de eso. Este Makoto es más serio que el que recuerdo, es frio y cortante cuando le mencionas cosas que lo ponen incómodo o que no le interesan, y para colmo de todos los males, es una especie de seductor con experiencia; desde que regresé de Australia me he cansado de verlo cada día acompañado de una mujer diferente y a veces más de una, con decir que ya perdí la cuenta de sus andadas.

En un momento pensé en hablarle seriamente acerca de cómo estaba llevando su vida, pero sé que no tengo ningún derecho para inmiscuirme en sus cosas personales, en especial porque soy yo quien le guarda secretos...

Hace algunos años me preguntó directamente si sabía algo de nuestro amigo con complejo de pez en desarrollo, lo vi muy triste y ansioso por escuchar mi respuesta, pero ya había hecho una promesa solemne, de modo que ignoré completamente su pregunta y cambié de tema lo mas rápido que pude; ahora él ya no pregunta directamente, pero hace comentarios aislados como si tuviera la esperanza de que un día algo se escape de mi boca para satisfacer su curiosidad...

...Eso no va a pasar

La piscina resuena con las voces de los niños ¡Esto me trae tantos recuerdos! Y me divierto hasta cierto punto, pero bueno, es que yo no soy hábil con los niños, no como Makoto o Nagisa, quienes tienen un no sé qué, que llama la atención

-¿Señor? ¿Es usted un campeón mundial?

-Claro, tengo muchas medallas- aseguro sonriéndole a ese pequeño de cabellos rojizos como los míos, se ve agradable con esos grandes ojos llenos de admiración

-Pero perdió recientemente- afirma otro niño con voz aguda, su comentario solo causa que una vena salte en mi cabeza; pero que irrespetuosos se han vuelto los niños de hoy en día, antes nos obligaban a comportarnos de mejor manera ¡demonios! Ya estoy hablando como uno de esos viejitos que solo se quejan de la desenfrenada juventud

-Eso no es cierto, traje muchas medallas de la última competencia internacional- estoy tratando de mantener un tono amable mientras telepáticamente llamo a Makoto para que me saque de esta incómoda situación ¿Por qué tenía que ir a contestar el teléfono justo en estos momentos? Si es por una cita con una de sus tantas amiguitas, lo asesinaré

-Siempre pierde en los 100 metros libre- asegura otra vez el mismo niño

-¿De verdad?- interroga una pequeña –Pero el entrenador Tachibana dijo que era la estrella de nuestro país

-Entonces son mejores en otros países- dice otro, esto se va a poner feo

-Mi mamá dice que eso no es cierto, el mejor nadador del mundo es japonés- asegura una pequeña rubia ligeramente más grande que el resto de su clase; la he visto nadar toda la tarde, es rápida aunque no tiene mucha técnica que digamos

-¡Eso no es cierto!

-¡Claro que lo es!

-Entonces, dinos Kimiko ¿Quién es ese nadador que dices que es el mejor?- se burla el primer pequeño provocando la furia de la rubia

Este es un buen momento para escapar, pienso, ¿Cómo es posible que unos niños tan pequeños estén enterados de tantas cosas?

-Nanase Haruka, el delfín de américa- exclama

Casi al instante escucho algo caer y romperse estrepitosamente a mis espaldas.

No, no, no, no, no, no...no ahora, por el dios del agua, ¡no ahora!

Pero el dios del agua debe estar algo ocupado porque en cuanto me giro solo puedo ver el rostro sombrío de Makoto, con la mirada fija en el suelo y los brazos caídos como si fuera un juguete al que le han quitado la batería sorpresivamente. Desde que Haru se fue no hemos vuelto a mencionar su nombre en su presencia, todo con la intención de no remover dentro de una herida que bien puede seguir abierta después de todos estos años...

-Así que...después de todo sí está en américa, ¿no es así, Rin?- dice en un susurro apenas audible y sonriendo sin gracia

-No lo sé- respondo con toda la convicción del mundo

...Me debes una muy grande, Haru...

Errores (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora