Haruka

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Llegué al centro de la ciudad en buen tiempo y gracias al dios del agua no fue difícil dar con la cafetería en la que habíamos acordado encontrarnos.

Dos cosas de suma importancia rondan mi cabeza desde que dejé la casa hasta precisamente este momento: la primera y más importante es la culpa de saber que no debí haberle mentido a Makoto respecto a mis planes para esta tarde y la persona con la que en verdad voy a encontrarme. . .y la segunda es si no debí insistir un poco más en que Yuki viniera conmigo, pero el hecho de que el castaño se ofreciera a cuidarla para mí fue una señal del cielo, algo que me indicaba que este día podía tomarme las cosas con calma y ser solamente yo. Son pocas las veces en que tengo esa oportunidad, Ikuya dice que por eso mismo tengo que aprovecharlas al máximo y puede que este sea un buen día para hacerlo.

El café es bastante elegante y tranquilo, redondas mesas de madera acomodadas alrededor de la estancia y cómodos sillones tapizados frente a ellas, sencillos candiles de acero oscurecido y clásicos cuadros en las lisas paredes de color melocotón: sin duda es un lugar bastante perfecto para un encuentro como el que planeo, así que entro con calma y observo con atención entre todos los clientes, buscando a la persona que me espera, esa que causa que me ponga más nervioso que nunca con cada segundo que pasa. . .

-¡Haru!- escucho que me llama y volteo con emoción

Sin planearlo siquiera me encuentro a mí mismo corriendo para aferrarme a su cuerpo, sus brazos me esperan abiertos y al instante los siento rodeándome con cariño, acariciando mi cabello con cuidado y comienzo a llorar como pocas veces lo he hecho antes; hoy me siento más débil que de costumbre. . .este día me siento lleno de dudas, pero también lleno de cariño y esperanza, lleno de felicidad por volver a verla.

-Ha pasado mucho tiempo- le digo separándome de su abrazo, inmediatamente me devuelven la mirada un par de ojos verdes también llorosos junto a una hermosa sonrisa

Creí que había crecido algo más en todo este tiempo, pero es solo una vana ilusión porque sigo pasándole solo por unos cuantos centímetros, no porque eso me incomodé mucho y es que a su lado siempre me sentiré como el niño que era sin importar el tamaño que tenga y eso no es malo en realidad.

-Lo mismo digo, solo mírate, estás más lindo que nunca

-No diga eso, señora Tachibana- musito avergonzado y ella solo se ríe suavemente, con esa risa que se parece tanto a la de su hijo

Después de unos instantes nos sentamos frente a frente en una mesita lejos de la ventana, solo queremos privacidad lejos del bullicio habitual; al instante una chica bastante alegre se acerca a pedir nuestra orden y en cuando se va habiendo obtenido lo que necesitaba, siento como la bella mujer que tengo en frente me examina con gran cuidado, como si estuviera buscando cualquier signo de que he estado mal o que tengo algún problema del que no le he hablado. . .es la mirada de una madre, lo sé porque yo también tengo esa mirada de vez en cuando.

-Y dime ¿Cómo has estado, Haru?

-Bien. . .nadando mucho. Las competencias son difíciles, pero me gusta estar en el agua

-Eso es lógico- se ríe y toma mi mano sobre la mesa -Te hemos extrañado tanto; nos sorprendió mucho que decidieras irte tan repentinamente a esa competencia en América y luego no recibimos más noticias tuyas. Ni siquiera en las noticias deportivas mencionaban tu nombre y estábamos angustiados; temí que hubieras sido la víctima de un secuestro o algo parecido, pero rezaba día y noche para que no. . .y entonces leí en el periódico del famoso delfín de América- me cuenta y sus ojos contienen pequeñas lagrimas sin derramar -Me alegra tanto verte ahora Haru, tan guapo y fuerte como siempre

-Yo. . .lo siento tanto, no quería preocuparla así- musito avergonzado

-No te preocupes, no te estoy recriminando nada. Seguro solo necesitabas tiempo a solas- me dice comprensiva y yo solo puedo pensar: lo sabe. . .de alguna manera que no puedo comprender, ella lo sabe -Ese tipo de situación, ya sabes, en una pareja. . .nunca es fácil de superar; siempre he pensado que eres un chico fuerte y sé que no me he engañado, pero las palabras dichas con molestia pueden lastimar mucho más que cualquier otra cosa ¿no crees?

Errores (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora