Rin

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-¡No lo vas a hacer!

Tengo curiosidad por saber cuáles son los dioses a quienes ofendí en mis vidas anteriores para que ahora tenga que lidiar con semejante problema andante. Realmente tenía la esperanza de que todo se tranquilizara, al menos en los últimos días las cosas parecían haber regresado a la normalidad entre todos nosotros, pero la ilusión se acabó cuando esta mañana recibí una llamada de Makoto pidiéndome reunirme con él urgentemente en el parque cerca de la estación de tren. Por experiencia ya debería haber deducido que nada bueno iba a resultar de eso, al menos por su tono de voz en el teléfono, pero ¿Qué quieren que diga? Quise darle una oportunidad
¿Y de que me sirvió tener una actitud tan positiva? No de mucho. Tuve que escucharlo expresar la idea más suicida de todas…

-No es que quiera, Rin- me contesta con la mirada perdida en quién sabe dónde…como me gustaría tener el tamaño de Sousuke en estos momentos para poder darle un buen golpe en la cabezota a ver si se le acomodan las ideas, aunque, ahora que lo pienso, bien podría llamar a mi hombre para que se encargue de esto…no, no, no, no, no ¿en qué estoy pensando? –Lo he estado pensando en estos dos días y…

-Es-espera solo un momento ¿sí?- le pido mientras aprovecho ese momento de silencio para pensar lo que voy a decirle con toda la claridad del mundo –Bien. Si realmente quieres hacer las cosas bien, necesito que uses la cabeza por favor. Cuando hablaron fuera de la piscina acerca de Yuki ¿no te pidió Haru que guardaras el secreto? Tuvo que haber tenido una razón para eso, después de todo ella es su hija y la conoce mejor que nadie

-También es mi hija, Rin

-Sí, pero no es lo mismo

-Exacto y quiero que lo sea, quiero ser parte de sus vidas nuevamente- me dice con fuerza; este es el mismo Makoto que consiguió que tres niños con pánico al agua no solo aprendieran a nadar en tiempo récord, sino que también consiguieran varios premios en las competencias de primaria en Tokio…o sea, un Makoto que cree que puede conseguir cualquier cosa que se proponga y que de paso ya tiene como seis planes trazados en caso de que el primero no funcione del todo; sé que debería admirarle su motivación y todo, pero como que no puedo -Estoy seguro de que Haru se comporta de esa manera tan distante conmigo solo porque tiene miedo de que lo lastime de nuevo y no quiere que Yuki esté en medio de todo, pero si es ella quién me acepta ya no habrá absolutamente nada en nuestra contra y podremos ser felices

-Sí, pero Yuki…

-Me llevo bien con ella- dice confiado

-Igual que todos nosotros. Con esa lógica hasta Sousuke podría convertirse en el padre de esa niña y en la próxima pareja romántica de Haru

-Oye, no lo digas ni en broma- y por su expresión deduzco que mi comentario lo ha consternado demasiado…que divertido

-Bien sabes que no lo digo en serio, es solo para que veas que no estás pensando con claridad en un momento tan importante como este, Makoto

-Sí lo hago

-Sí, claro ¿queriendo correr ahora mismo para decirle a una niña de menos de cinco años que eres el padre que nunca conoció? No esperes que lo tome como la mejor idea del siglo; muchas cosas podrían salir mal

-Como también podrían salir bien- me dice con una expresión extraña, no creo haberlo visto así alguna vez en todos estos años, tan…desesperado, impaciente

-¿Qué ha pasado? ¿Por qué esa súbita necesidad de cambiarlo todo en un día? Me dijiste que planeabas tomártelo con calma para no asustarlo y para poder conocer bien a Yuki

-Sé lo que dije

-Entonces…no entiendo lo que te pasa- pronuncio cansado, frotando mi cuello mientras me debato entre hablar o seguir hablando –Cada vez que me encontraba con Haru en las competencias, se veía tan tranquilo e inexpresivo como siempre, el mismo chico que había conocido aquí…pero ¿Cómo decirlo? Era demasiado falso, como un actor y ya, pero sin ser capaz de creérselo el mismo. La única vez que lo vi real, fue en esa primera vez…

-Siempre dijiste que no sabías dónde estaba

-Tampoco me pareció que en serio quisieras saber- contesto algo a la defensiva…y es cierto, con su boca me pedía respuestas, pero eran sus ojos quienes siempre me suplicaban mantenerme callado –El caso es que en ese momento Haru me pidió que por favor no le dijera a nadie donde estaba, mucho menos a ti…en especial a ti; me dio la impresión de que estaba asustado aunque yo no entendía el porqué de su actitud, y aun después de que me lo contara todo, porque créeme que lo hizo, no me pareció que hubiera una razón para ese temor constante, para esa mirada tormentosa que habitaba en sus ojos

-Estaba confundido- responde cruzándose de brazos…aun después de todo este tiempo, sigue insistiendo en ser quien mejor lo conoce; no sé qué tan bueno sea eso

-Tú y yo lo hemos visto en esa situación antes y cree lo que te digo: no se veía así… Para ese tiempo Yuki ya había nacido y todo debería estar bien en su vida

-¿A dónde quieres llegar, Rin?

¡Dioses, denme paciencia! Porque si no, juro que lo voy a golpear, tenga la fuerza de Sousuke de mi parte, o no…

-Lo que quiero que entiendas es que puedes haber solucionado los problemas más superficiales que había entre ustedes dos, pero eso no significa que todo esté bien. ¿Qué lo aterraba tanto en ese tiempo? ¿Por qué quería mantenerte al margen con tanto esfuerzo que me prohibió decirte cualquier cosa? ¿Qué ha estado haciendo todo este tiempo que no lo hemos visto? ¿Qué fue lo que lo hizo regresar hasta Iwatobi además de la boda? …no sé tú, pero son muchas preguntas que carecen de respuesta- termino susurrando, pero por su mirada llena de dolor sé que me ha escuchado y que lo entiende pese a todo –De verdad pienso que Haru y tú tienen que hablar con total confianza entre ustedes, solo así lograrás recuperarlo

-Eso es lo que pienso hacer

-Pero no así, no lo apresures

-Si espero más…

-¿Qué?- ese súbito silencio más el hecho de que Makoto me da la espalda, me preocupa, en especial cuando veo que tiene las manos cerradas en puño, clara muestra de que está molesto…muy molesto

-Kisumi apareció hace dos días- me cuenta y me supongo que mi nivel de sorpresa está mucho más allá del límite

Todos no hicimos muy amigos mientras aun estábamos estudiando y estoy convencido de que algo más grande que nosotros terminó por unirnos imperceptiblemente conforme los años pasaban, pero nunca creí que el pelirrosa hiciera algo como lo que hizo con mis dos amigos…sin dudas ese fue el fin de toda relación que hubiera entre nosotros, sin importar que se hubiera convertido en el novio oficial de Makoto yo no volví a hablarle y perdimos el contacto ¿Cómo fue que apareció tan de repente? Si vino a lo que me imagino, supongo que entiendo mejor como se encuentra mi ojiverde amigo:

-Y tú…

-Le dejé en claro que no quería volver a verlo, pero eso no es lo importante

-¿A no? Porque a mí me parece de lo más importante y quiero detalles

-No es importante, lo único que debes saber es que encontrarlo me abrió los ojos a algo que nunca había considerado. No quiero que nadie más aparezca, que se interponga entre nosotros…llámalo intuición, paranoia o como quieras hacerlo, pero tengo un horrible presentimiento y sé que tengo que hacer algo

-Pues sigo creyendo que te estás apresurando

-Sé…sé que quieres ayudarme, Rin y te lo agradezco mucho…pero esta es mi última oportunidad para arreglar las cosas y no voy a desperdiciarla

-¿Y a dónde vas ahora?- pregunto porque se da la vuelta y comienza a alejarse sin más en dirección a la avenida principal

-A verlos, voy a arreglarlo todo hoy mismo

Dioses, espero que todo vaya a salir bien...

Errores (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora