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Después de aquel encuentro extraño, Mirai volvió a la isla. Todos seguían conversando sobre lo que 'se había perdido' y eso la molestaba un poco. Tenía muy malos recuerdos de esa época y detestaba recordar lo que había sufrido con la muerte del pelinegro.

Volvió al refugio, volando con calma. Goten no recordaba nada de lo que habían vivido en ese tiempo, ni siquiera la muerte de Mirai Bulma. Su recuerdo de Bra y Karotto era de unas infantes, pero ahora eran unas jóvenes universitarias y Pan ya era bastante mayor también. 

Cuando llegó a esta realidad se sentía feliz de tener una hermana menor a la que podía criar, pero se perdió gran parte de su vida por culpa de todo eso.

Su poder tampoco aumentó, siguió exactamente a como era aquella vez. En cierto modo estuvo congelado en el tiempo por culpa de esa posesión. Su madre estaba infartada con la noticia de su regreso, el Goten de este mundo se había enojado cuando llegó y lo vio. No podía creer que había hecho tantas cosas malas y lo regañó por ensuciar su nombre con las personas que él admiraba y amaba.

Se disculpó con Mirai, pero ella solo le dijo que no era su culpa. Era la última persona en el mundo que podía condenar algo así porque sabía lo que había pasado, a ella también le pasó. Sin embargo, igualmente estaba disgustada con eso. No quería culparlo pero se había enojado por eso. No le dirigió la palabra en toda la tarde más que para defenderlo de Bills. Su yo pequeña estaba confundida con todo pero Vegeta se comprometió a contarle la historia de la batalla contra Zamasu en el futuro y el vital papel que jugó 'su yo grande'

— creí que te quedarías en la ciudad.

—17...

Apenas había aterrizado, él apareció desde adentro de la cabaña. La miraba con una sonrisa de lado que se convirtió en una mirada confundida y preocupada.—¿estás llorando?

Durante el vuelo se habia puesto a pensar en cómo había sido su relación con Goten y cómo había terminado, él no rompió con ella directamente. Comenzó a recordar cómo se distanciaron una vez que entró en la patrulla del tiempo, no se veían seguido y las veces que lo hacían eran porque Goten necesitaba un favor de ella. Él la había abandonado sin darle ninguna explicación y luego cuando Mirai le pidió ayuda, solamente la cambió por alguien más ¡pero no fue él!

Fue un resultado de la posesión de Chronoa. Ella tampoco recordaba mucho de cuando estuvo poseída y si no hubiera sido por Fuun hubiera matado a su yo de este mundo. Goten no tenía la culpa de haber sido tan cruel con ella pero no podía creer en eso tan fácilmente.

En la actualidad, se encontraba junto a un tipo que calificaron como malo por muchos años pero que en realidad se dedicaba a proteger a animales en peligro de extinción dejando su vida en el trabajo. Estaba enamorada. No había ningún problema eso. Amaba vivir y trabajar con él. Ya había decidido que le encantaría envejecer en esa isla junto a 17. Cuidando de los animales, quizá casarse y tener hijos junto a él.

Entonces, ¿por qué ahora no podía dejar de pensar en qué hubiera pasado si Goten nunca la hubiera dejado? Se sentía culpable por pensar en eso porque 17 fue el único que la escuchó en esos años, que la soportó e incluso que la hizo cambiar de opinión sobre unas cosas en su vida para mejorar su bienestar. Se sentía especial con él, sentía que podía ser ella misma sin que la miraran raro. La entendía. 

Muy al contrario de Goten, que jamás comprendió algo de lo que ella le decía y solo hablaba de sí mismo y su entrenamiento. No entendía las cosas que a ella le apasionaban y no comprendía bien cómo pensaba pero era muy amable y cariñoso, ¿eso compensaba su falta de empatía?

— no me siento bien..— murmuró cuando 17 llegó a su lado y le acarició la cara, secando sus lágrimas.

—¿pasó algo?.— frunció el ceño.— no entiendo, solo fuiste a hablar con tus papás.

______ Y Trunks Briefs | 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora