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Narra Julieta:

estaba con mi hija en el living que miraba los juguetes que colgaban de su cuna y reía cuando hacían ruido.

- ¿Te gusta?. - los moví y volvió a reir, se me alegraba el alma escuchando su risa.

comenzó a reir y hacia pucheros haciendo burbujas pequeñas de baba lo cual causaba mi risa y la limpiaba.

dejó de ver sus juguetes y su mirada se centró en otra cosa detrás mio y al darme cuenta eran las rosas rojas que H me había regalado.

- ¿Las querés?. - hablé y rió abriendo y cerrando sus manitos.

me paré para agarrarlas y cuando las iba a colocar a su lado una carta calló al piso.

las dejé con Isa para que se entretenga y miré la carta.

no, no iba a volver a ellos.

me acerqué al tacho de basura y me quedé mirando el sobre color blanco sin nada escrito.

no podía tirarlo.

cerré el tacho, miré la carta y rindiéndome abrí la carta.

"Se que soy una de las ultimas personas que queres leer ahora, porque yo lo sabía Juli y no hay noche que me odie por eso, pero quiero remediar el tiempo perdido aunque eso me cueste mas que nada.
Homer el mero mero".

sonreí ante su apodo pero el hecho de saber que el sabía todo lo que iba suceder me hizo arrugar la carta y tirarla en la mesa para volver a jugar con Isabella.

pasamos la tarde juntas, mientras jugábamos y reíamos, era mi pequeña compañía que me hacía seguir de pie.

- Bebe hora de descansar. - acaricié sus mejillas mientras ella miraba mi cara atenta y su mirada me hacía recordarlo.

tenían la misma mirada y también sabía que cuando vaya creciendo iba a tener muchos rasgos iguales al padre.

el padre, Tomás era padre y no lo sabía, no podía escribirle diciendo que tuve una hija que nunca le presente, no podía porque no lo merecía.

quería guardarle cariño y el el fondo lo hacía porque sabía que lo amaba, pero todo eso estaba muy oculto, hoy Tomás no era nada para mi, le guardaba rencor por lo que hizo a pesar de todo y no podía no odiarlo, porque si no lo odiaba iba a seguir amandolo como muy en el fondo lo hacía y antes de seguir sufriendo por el, prefería odiarlo.

miré a Isabella que ya estaba dormida y sonreí, era lo único lindo que quedaba mio y de Tomás.

𝘾𝙖𝙚𝙧 𝘾𝙍𝙊𝘼𝙕𝙕𝙐 •𝙋𝙖𝙧𝙩 𝟯•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora