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MARATÓN 3/3

Narra Julieta:

- Yo también te amo. - lo miré a los ojos cuando subí mi cabeza. - Pero me duele amarte después de todo.

- Entiendo. - bajó la cabeza. - Pero puedo hacer que veas que yo realmente quiero estar con vos. - susurró cerca de mi boca y acarició mis mejillas. - Solo déjame una oportunidad.

lo miré, a el y sus ojos los cuales cargaban un brillo especial en ellos y me acerqué mas a su cara.

- Nunca te vuelvas a ir. - cerré mis ojos sintiendo su cercanía. - Por favor. - susurré para cortar la distancia entre nosotros y besarlo.

llevó una de sus manos a mi nuca para profundizar el beso y luego las bajó a mi cintura.

- ¿No tenés sillón?. - lo miré con gracia.

- Veni. - agarró mi mano y me guió hacía una habitación, la cual tenía un ventanal gigante por el cual podías ver para afuera pero los de afuera no podían ver lo que ocurría dentro.

miré el lugar y lo miré a el para acercarme y volver a besarlo.

- Te extrañé tanto. - cerró sus ojos apretando la piel de mi cintura.

no deje de besarlo pero lo empujé un poco para que se siente en el sillón y yo me subí a sus piernas, sintiendo el bulto en sus pantalones y moviendome sobre el.

bajó un costado de mi remera, besando mi hombro y mi cuello, causando escalofríos por todo mi cuerpo, pero también queriendo que siga.

- Tomi. - suspiré agarrándome de sus hombros, mientras el me ayudaba a moverme con las manos en mi cintura.

llevó sus manos a mi remera y me asusté recordando la cicatriz de la cesarea, pero no hice nada para que se detuviera, asi que sacó mi remera y volvió a besarme.

yo hice lo mismo con el, hasta que fuimos quedando sin ropa y cuando solo quedaba mi ropa interior baja me miró.

- No podes ser mas hermosa. - suspiró mirando mi cuerpo y capte que su miraba en mi cicatriz aunque de igual manera no dijo nada e internamente le agradecí.

- Vos no te quedas atrás. - reí y me moví sobre el mientras lo veía cerrar sus ojos.

agarró un preservativo y me paré para que se lo ponga, cuando terminó me volvió a poner encima de el y apoyó su pene en mi entrada.

- Sos gil cuando queres. - cerré mis ojos y entró en mi  acariciando mi cadera.

•••

estabamos acostados mientras yo acariciaba su pelo y el dejaba sus manos en mi cintura, tambien acariciandome.

- No sabes cuanto te extrañé. - suspiró mirando mi cuerpo y volviendo a besarme.

- Yo también. - confesé.

- Te amo y siempre voy a hacerlo. - cerró sus ojos disfrutando de la compañía de mi cuerpo y apretandome hacia el.

- Hay muchas cosas que no sabes Tomi. - suspiré. - ¿Podrías llegar a odiarme?.

- Nunca reina. - negó mirándome. - A vos nunca podría odiarte.

𝘾𝙖𝙚𝙧 𝘾𝙍𝙊𝘼𝙕𝙕𝙐 •𝙋𝙖𝙧𝙩 𝟯•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora