𝘾𝙖𝙚𝙧 𝘾𝙍𝙊𝘼𝙕𝙕𝙐 •𝙋𝙖𝙧𝙩 𝟯•

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Narra Julieta.

estaba haciendo la cena mientras Isa se encontraba en los brazos de Tamara y jugaban las dos juntas.

- ¿Entonces volvió a escribir?. - me miró.

- No, hace una semana que no se nada. - suspiré. - Me duele mas por Isa, es su hija y ni por ella apareció.

- Debe ser re feo. - me comprendió y asentí. - ¿No lo llamaste?.

- No. - negué. - Debería acordarse el solo de su familia o al menos de su hija. - expliqué con un poco de bronca ante la situación.

Tomás no había dado señales de vida, ni siquiera para ver o pasar tiempo con Isa y eso me dolía, pero sabía que a pesar de todo yo no podía obligarlo a ser padre.

- ¿Y si lo vas a ver?. - me miró atenta.

- Siempre lo termino buscando yo. - rodé los ojos. - Fui mamá de Isa por bastante tiempo y sola, no lo necesité a el. - suspiré. - No me voy a morir porque el no se quiera hacer cargo.

- Te entiendo pero... - sus palabras se vieron interrumpidas por el sonido de mi celular.

lo agarré y vi que era una llamada de H, asi que atendí.

- Lucas. - hablé tranquila. - ¿Todo bien?.

- ¿Que onda Juli?. - se lo escuchó animado pero tranquilo. - Escuchame necesito un favor.

- ¿De mi?. - pregunté.

- Si, es por Tomás.

- Que se arregle. - suspire. - Parece que se olvido de que tiene una familia que supuestamente quería recuperar.

- Es un pelotudo. - afirmó. - Quiere hablar con vos, si querés escucharlo podes ir a su departamento, además te dejo cagarlo a pedos por esto.

- No se Lu. - saqué la comida del horno.

- Lo dejo en tus manos, si querés venir, ya sabes donde está.

- Bueno, buenas noches H.

- Buenas noches Juli, pensalo.

dejé el celular en la mesada mientras le servía la comida a Tami, la beba ya había cenado minutos antes asi que solo quedaba que cenemos nosotras.

- ¿No vas a ir?. - levantó una ceja. - Para mi te va a hacer bien escucharlo, además podes hablar todo esto.

- No se Tami. - dudé.

- Anda. - me miró. - Yo cuido a Isa, mañana no trabajo. - insistió.

- Acabo de servir la comida.

- Bueno, comes y después vas. - sonrió y asentí no muy convencida.

al menos cenar iba a darme tiempo a pensar que iba a decirle.

sabía que iba a costarme no caer ante el, pero también sabía que quizas merecía una oportunidad de poder formar nuestra familia y yo mejorar en cuanto a mis inseguridades.