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MARATÓN 1/3

Narra Julieta:

- Tendrías que respetar que no quiera hablarte. - hablé con rencor e Isa comenzó a llorar.

-Shh. - la abracé. - Tranquila bebe, ya va a pasar. - acaricié su cabecita y ella a los minutos se calmó.

- ¿Quien es?. - Tomás me miró con una expresión que no supe descifrar, últimamente no podía saber que quería decir con ninguna de sus miradas.

me quedé sin saber que responderle hasta que Sky habló.

- Mi sobrina. - habló de mal humor mientras me pasaba un mate e Isa jugaba con mi pelo.

- Bueno, ¿Podemos hablar a solas un ratito?. - Tomás me miró y decidí aceptar ya que sabía que si no no iba a dejar de insistir.

Sky se sentó donde estaba yo y agarró a Isa.

- Ya vuelvo. - toqué su cachete ganándo una carcajada de la bebé y me levanté caminando con Tomás hacia alguna otra parte del parque.

- Se que me odias. - suspiró.

- ¿Tendría que no hacerlo?. - reí cínicamente y el bajo la cabeza.

- Todo tiene una explicación.

- Estoy harta de explicaciones, sabemos que lo nuestro ya no va para ningun lado Tomás. - hablé. - Ya no hay nada que nos una. - mentí.

- Me fui porque no quería que te lastimen. - miró el piso.

- Me lastimaste vos Tomás. - las lagrimas se acumulaban en mis ojos. - No se porque me buscas, déjame seguir, déjame poder ser feliz ahora. - suspiré para no llorar e hice una pausa. - Quereme un poco para dejarme estar bien a mi, ya no podemos hacer nada por nosotros.

- Podemos arreglar todo, por favor, dame una oportunidad. - habló y vi caer lagrimas de sus ojos.

- No, no puedo hacerme eso. - negué. - Por favor no me busques, no quiero tener nada que ver con vos. - me senté en un banco. - Si tanto me querés dejame ser feliz sin vos, porque el que decidió irse de la noche a la mañana fuiste vos. - miré el anillo de la rosa y el también lo miró.

- No fue porque quise reina, por favor. - suplicó.

- No. - me pare y me saqué el anillo. - Dejame seguir Tomás, dejame dejar de pensarte. - agarré su mano y dejé el anillo en ella, dándome vuelta sin volver a mirarlo y comencé a caminar hacia Sky.

miré a mi amiga a lo lejos y miré a Isa.

la bebé reía a carcajadas por las cosquillas de mi amiga y yo me sentí un poco culpable, mi hija necesitaba a su padre.

quizas no ahora, pero en un futuro sabía que iba a preguntar por el ¿y yo que iba a decirle? si al final era mi culpa que no lo tuviera.

pero en este momento sabía que no podía hablarlo, sabía que no podía decírle a Tomás que tenía una hija.

𝘾𝙖𝙚𝙧 𝘾𝙍𝙊𝘼𝙕𝙕𝙐 •𝙋𝙖𝙧𝙩 𝟯•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora