Más que un Contrato [Areté Crild #3] ✔️

Capítulo 4 - Parte de mí

Outfit de Lauren. 

Chicos, otra cosa. Seguramente todos pronuncian el nombre de Lauren como se escribe, pero no es así, se pronuncia "Loregn" Pasando la lengua por debajo del paladar. 

Lauren. 

Sonreí cuando entre risas apoyó su cabeza en mis piernas viéndome fijamente. Me sorprendía lo grande que se veía, cada vez más madura y hermosa; quería mucho a mi hermanita. 

—Pero fue genial, hubieras visto la cara de la madre Carla cuando decía "¡niñas, corran al pasillo dos, corran, corran!" —reí por su mala imitación apoyando mi espalda de la pared. Estábamos en su habitación, por suerte conocía a casi todas las mujeres del orfanato católico y me habían dejado entrar sin mucho problema, como siempre. 

—¿Y Stephany, donde estaba ella? —Stephany era la mejor amiga de Maya desde que tenía memoria, se la pasaban para arriba y para abajo, se podría decir que es su "alma gemela". 

—Estaba detrás de mí muerta de la risa, ambas estábamos en uno de los baños que se incendió, decidimos ir a ese después de comer y cuando las llamas aparecieron comenzamos a correr riendo de la madre Carla, en serio, lo vimos en 3D y no me arrepiento —negué con una sonrisa y detallé sus ojos azules oscuros al igual que los míos, me sorprendía que cada vez se pareciera más a mamá, ella sin duda era hermosa. 

—Estás loca, ¿y si algo les hubiese pasado? Tienen que tener más cuidado —la reprendí un poco y ella solo rodó los ojos haciéndome una seña para que le hiciera piojito, sabía que se había acostado en mis piernas justo por eso. 

—Pues, si algo nos hubiese pasado, hubiera quedado chamuscada —dijo como si fuera obvio y la miré seria, no estaba bromeando —Vale, está bien, no fue lo más sensato, pero en el momento no lo estábamos pensando, lo siento... 

—Está bien, pero tienes que tener más cuidado, sabes que odio que te metas tanto en problemas —suspiré y ella asintió detallandome, sus ojos azules me analizaron y evaluaron por unos segundos hasta que llegó la tan temida pregunta que sabía que en algún momento me iba a hacer. 

—¿Qué te pasa? Te noto extraña... —detuve mis manos sobre su cabello e hice una mueca fingida viendo un mechón. 

—¡¿Eso es un piojo?! —Maya se levantó enseguida soltando un chillido y comenzó a sacudir su cabello repetidas veces espantada; todo ocurrió en cuestión de segundos, al minuto ella estaba sobre mí golpeándome con una almohada. 

—¡Me asustaste, tonta! —chilló y reí mientras tomaba una almohada también y le daba golpes haciendo que cayera al suelo de golpe —Un momento... —Maya se levantó lentamente frunciendo el ceño e hice lo mismo mientras ella detallaba mi cara —¿Eso es un moretón? —enseguida toqué mi mejilla e hice una mueca por la presión de mis dedos, se me había olvidado completamente el maquillaje que había utilizado para cubrir el golpe de Nick —¿Ese maldito te volvió a golpear? —preguntó lentamente y suspiré viendo mis manos, no me gustaba para nada que mi hermana se preocupara por mi vida "amorosa". 

—No, esto no fue... —suspiré, no quería que ella se preocupara por eso, no cuando teníamos un problema más complicado detrás —Me golpeé con la puerta del baño... —intenté que mi mentira se escuchara lo más creíble posible y Maya entrecerró los ojos sin decir nada, sabía lo que estaba pensando, pero solo pedía que no insistiera más con el tema, aún me dolía hablar de eso. 

—Bien... —murmuró sin creerme y suspiró lentamente sentándose a mi lado —No se me ha olvidado, ¿qué tienes? —sonreí un poco, no se le escapaba nada. 

—Encontré un nuevo lugar —solté el aire lentamente y ella frunció el ceño ligeramente —Necesito un poco de tiempo, pero puede ser que antes de que te lleven, te vengas conmigo —sonreí y ella abrió mucho los ojos emocionada.