Amelie.
— ¿Para qué me llamaste, para convencerme de que no le diga nada a mi padre? —me crucé de brazos y David simplemente apretó los labios indicándome que entrara. Lo hice no muy convencida.
—Quiero que hablemos a solas, sin abogados, sin tu padre. Solo nosotros dos —tragué saliva y miré a los lados notando su departamento muy silencioso; pero no me creía mucho ese cuentito. Lauren había pasado la noche aquí ayer y ambos me habían visto la cara de idiota.
— ¿A solas? ¿No tendrás a Maya por aquí también? —alcé una ceja y David rodó los ojos fastidiado por mi comportamiento. No me importaba, estaba molesta con él.
—No. Ayer viniste de improviso y... Yo solo quería estar con Lauren, ambos nos extrañábamos —rodé los ojos yo.
— ¿Qué quieres? Me hiciste cancelar mi rendez-vous chez le manucure —por venir aquí.
—Hablemos del contrato, ¿sí? —aparté la mirada y la centré en la alfombra recordando las dolorosas palabras de mi padre. Cada vez que se mencionaba la palabra "contrato" sentía una presión en mi pecho. Eso era yo para mis padres, un contrato.
—No lo cancelaré si es lo que buscas, lo siento —crucé mis brazos y David masajeó el puente de su nariz estresado.
—Eres cruel —sus palabras me confundieron y fruncí el ceño sin entender en absoluto —Es en serio, siempre intenté tener fe en ti y... No puedo, me decepcionaste completamente. Todos tenían razón, eres una bruja —sentí un puñetazo en el corazón y el nudo en mi garganta hizo acto de presencia.
¿David dijo eso? ¿David? ¿Mi ex prometido? ¿El único ser en este mundo que me quería realmente?
Auch.
— ¿Eso crees? —pregunté intentando que mi voz sonara dura y él asintió viendo hacia otro lado.
—Sí —respondió secamente y tragué saliva para aligerar mis ganas de llorar.
— ¿Solo por querer la aceptación de mis padres? ¿Solo por eso soy una bruja? —pregunté lentamente y él por fin alzó la cara conectando sus ojos con los míos.
—No, lo digo porque eres una cobarde que se deja usar para hacerle daño a los demás. Eres cruel porque te dejas manipular sabiendo que lo que haces no es correcto, si fueras una niña, lo entendería, pero eres una mujer madura con perfecto estado de salud mental. Eres mala, le estás haciendo daño a dos bebés; bebés que necesitan a su madre más que nunca. ¿No has pensado en eso? ¿No has pensado que los bebés sufren al tener que dormir sin siquiera haber recibido un abrazo de su madre? Yo creo que no, porque solo estás viendo el beneficio que poseen. Tú solo ves lo que te conviene, eso te hace cruel, porque detrás de esa fachada de modelo exitosa, segura y arrogante, se esconde una mujer miedosa, que no es capaz de alzar la mirada sin la autorización de su padre —mi labio inferior tembló aún más y centré mi mirada en el suelo con los ojos llenos de lágrimas.
—Tú no lo entiendes, no lo entenderás nunca —limpié dos lágrimas traicioneras y lo observé a él —Creciste con una infancia hermosa, sana. A ti no te manipularon, no te hicieron sentir incapaz, no te destrozaron la fe en ti mismo, no te hicieron sentir inseguro y necesitado de amor. A mí sí.
—Yo también pasé por cosas horribles, pero por eso no le voy a arruinar la vida a otros, por eso no voy a destrozar la infancia de otros. Ven. —me indicó que lo siguiera y yo caminé lentamente detrás de él. Escuchando una melodía cada vez más cerca.
Me detuve en el umbral de la puerta cuando David entró atendiendo a sus bebés. Había una canción sonando, la voz se me hacía familiar, era una chica, cantaba muy bien, pero no estaba segura de quién era.
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Más que un Contrato [Areté Crild #3] ✔️
RomantizmLauren Thomson esconde un pasado oscuro detrás de una personalidad arrolladora. David Crild esconde sus sentimientos detrás de una imagen de perfección. Ambos son reservados y misteriosos, pero tienen algo que los vuelve vulnerables. Él quiere alg...