Más que un Contrato [Areté Crild #3] ✔️

Capítulo 2- Trato

Lauren. 

—¿Qué haces aquí? —volví a preguntar parpadeando repetidas veces para espantar la lluvia que caía en mi rostro, no podía dejar de ver al chico sobre mí, joder; se veía guapo hasta empapado con la lluvia. 

¿Qué me está pasando? Deja de pensar en eso, Lauren. 

—Yo... —él frunció el ceño como si no encontrara las palabras adecuadas y lentamente separó su cara de la mía, ambos estábamos muy cerca tirados en el suelo y, aunque no lo quería aceptar, el calor que emanaba su cuerpo pegado al mío era muy, muy agradable. 

Pero no estaba para pensar en eso en este momento, minutos antes solo estaba corriendo por mi vida. 

—¿Me estás siguiendo o qué? —mi voz sonó un poco brusca mientras él se levantaba y me tendía la mano para ayudarme a levantarme, la miré un segundo con desconfianza y luego me levanté sola notando como detallaba mi rostro lentamente. 

—¿Qué te pasó? —preguntó al ver mi mejilla y boca, di un paso atrás cuando sus dedos rozaron mi mejilla y él apartó la mano un poco, antes de volverme a tocar con más lentitud —¿Fue ese idiota? 

—La que hace las preguntas aquí soy yo, ¿me estabas siguiendo o qué? No creo que alguien como tú viva en esta zona o tenga algo que hacer por aquí —entrecerré los ojos y él tragó lentamente quitando su mano de mi cara; yo quería que me siguiera tocando. 

¿Qué rayos me pasaba?

—No te seguí a ti —alcé una ceja y él suspiró —Seguí a tu novio, no me daba buena espina.

Reí con sorna y lo miré con incredulidad cruzándome de brazos, ¿era en serio? ¿quién se creía este chico para decir o no quién era bueno en mi vida? No, no estaba defendiendo a Nick, solo estaba diciendo que él solo era un desconocido, no tenía que espiar a mi novio. 

O ex. 

 —¿Es la primera vez que lo hace? —preguntó con voz lenta y yo fruncí el ceño sin entender, luego él señaló con la cabeza mis golpes y tragué en seco pasando las manos por mis brazos, tenía muchísimo frío, la lluvia ya estaba bajando de intensidad pero el frío seguía igual —Ten —él me iba a dar su chaqueta pero yo me alejé negando, no necesitaba nada de él, necesitaba dinero, un taxi y un teléfono. 

—No te interesa —tragué en seco y me alejé de él. Era un desconocido, no me podía fiar de alguien que seguía a los novios de mujeres que no conocía, ¿qué era, un psicópata? 

—Lauren, espera —escuché su voz y seguí caminando sujetando los bordes de mis tacones, la camisa blanca estaba empapada y pegada a mi cuerpo como una segunda piel, la falda no me cubría mucho del frío y toda mi piel estaba erizada, me iba a dar algo, estaba segura —¿Te puedes esperar un maldito segundo? Al menos deja de comportarte como si fuera lo peor que te ha pasado hoy, ¿que no te ves? Me necesitas más que yo a ti en este momento. 

Me detuve en seco y miré mis pies descalzos sobre el suelo. No tenía dinero, ni teléfono, ni taxi. Toda mi ropa estaba mojada y ninguna de mis "amistades" estaba cerca. En este momento no tenía a nadie. 

En este momento estaba sola, y tal vez él tuviera razón. 

David Crild era mi única opción. 

—Llegas a intentar abusar de mí y te dejo sin dientes —le pasé por un lado caminando en su dirección y segundos después él comenzó a seguirme con lentitud, como si no se esperara que dijera eso. 

Precaución ante todo, amigos. 

Me puse el cinturón de seguridad cuando subí y tragué en seco pasando mi cabello a un lado, estaba empapada de pies a cabeza, al igual que él; aún no entendía como es que yo, Lauren Thomson, había acabado en el auto de David Crild.