Maya Thomson en multimedia.
Lauren.
Terminé de botar lo último que me quedaba en el estómago y limpié con una servilleta mis labios. David se encontraba detrás de mí sosteniendo mi cabello y dando palmadas en mi espalda.
— ¿Me puedes decir por qué carajos estás sonriendo? —pregunté un poco molesta mientras enjuagaba mi boca después de haber bajado el retrete; me sentía horrible.
— ¿Qué? —preguntó David y lo miré mal mientras bufaba, había visto una sonrisa mientras me lavaba la cara, estaba segura de que los síntomas eran algo que a él le gustaba presenciar.
—No te hagas el loco —suspiré y me giré viéndolo fijamente, estaba muy avergonzada con él y todos en la fiesta —. Qué vergüenza, creo que este es el momento en el que salimos corriendo —él sonrió y se acercó a mí después de que desenvolviera un chicle de menta y lo metiera a mi boca, me hacía sentir mejor el sabor.
—No creo que sea algo de lo cual avergonzarte, digo, ¿notaste a los bebés? Allá casi todas han estado embarazadas, los síntomas fueron su día a día —sentí sus manos detenerse en mis hombros y luego sus dedos rozaron mi mentón levantando mi cabeza —. No te debes preocupar por eso, te aseguro que ahora lo impactante para ellos es saber que estás embarazada de mí —lo miré fijamente por unos segundos y luego suspiré.
— ¿Crees que si Amelie estuviera aquí fuera más fácil? —pregunté y él calló unos segundos solo pensando.
—La verdad es que no lo sé, pero espero que puedan entender por qué lo hicimos —lo miré fijamente cuando se aguantó algunas palabras y deseé que terminara de decir lo que iba a decir.
— ¿Ella y tú están seguros de hacer esto? Tú mismo me dijiste que ella no quería tener hijos...
—Lo estamos, Ren. Amelie no quería tener hijos porque apenas está empezando su carrera de modelaje, también sería muy egoísta de mi parte pensar solo en mí, así que llegamos a la conclusión de alquilar un vientre y ella me dejó el trabajo de buscar a la chica perfecta para tener a nuestro bebé.
—Y esa chica soy yo —terminé y él me miró unos segundos más asintiendo levemente. La chica perfecta; ojalá.
— ¿Eso te molesta? —preguntó frunciendo el ceño levemente por mi comportamiento y negué rápidamente. No me molestaba, creo que él y su prometida me habían ayudado más de lo que creían, sin duda ahora mismo no me sentía mal por eso, me sentía realmente bien. Yo, Lauren Thomson, una chica irresponsable, loca, tonta... Teniendo el hijo de Amelie Fave y David Crild; quién lo diría.
—No me molesta, en realidad, gracias por darme esa oportunidad, creo que eres el primer hombre que cree en mí, el único que pudo ver más allá de mi cuerpo —tragué grueso y le pasé por un lado, me había dejado una sensación amarga pronunciar esas palabras. Era muy claro que me refería al sexo.
—No eres solo un cuerpo y, créeme, no seré el único ni el último. La oportunidad te la tienes que dar primero tú, tienes mucho futuro y talento, solo te falta creer en ti—lo miré fijamente cuando llegó a mi lado y sonreí un poco sintiendo mis ojos picar. No iba a llorar, pero me habían puesto sensibles sus palabras.
—Gracias, David.
—Gracias a ti, Ren.
Tomé su brazo antes de salir del baño y respiré hondo para ir a enfrentar a la familia del padre del bebé que había en mi vientre. El hijo o hija de Amelie y David.
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Más que un Contrato [Areté Crild #3] ✔️
RomantizmLauren Thomson esconde un pasado oscuro detrás de una personalidad arrolladora. David Crild esconde sus sentimientos detrás de una imagen de perfección. Ambos son reservados y misteriosos, pero tienen algo que los vuelve vulnerables. Él quiere alg...