1993

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—...conservar a un Basilisco debajo de un colegio donde los niños más pequeños tienen once años y hay algunos que jamás tocaron una varita en su vida ni vieron la magia. Sí, claro. ¿Por qué no? Mi madre tenía cabezas de elfos pegadas a las paredes y una colección tétrica de astillas de varitas de cada uno de los antepasados Black, y no es como si Sirius y yo hubiésemos salido demasiado traumatizados, no, nada de eso...

—Severus me dijo que mi padre criaba pavos albinos —Comentó Draco, de pasada, cuando el mago se detuvo al final de la pendiente resbaladiza que llevaba a la entrada de la Cámara y le ofreció los brazos. Se sujetó de Regulus con fuerza y se dejó bajar, sin oponer resistencia—, ¿es verdad?

—Los Malfoy criaban pavos albinos —Le corrigió Regulus, pasándole un brazo por encima de los hombros al reemprender la marcha, a través de los pasadizos húmedos hacia su verdadero destino—, a tu padre le parecía que sólo servían para presumir. Como esa vez que nos hizo perseguir a uno de los pavos para tomar una pluma y hacerle una vuelapluma a Cissy, sólo para pedirle que lo dejase estudiar con ella...

El niño ahogó la risa contra la palma de su mano.

—Severus también me dijo que padre hacía las cosas más raras para llamar su atención.

Regulus asintió, con absoluta solemnidad.

—Mi prima no podía estar menos interesada. Por aquel entonces, tu tía Andrómeda ya conocía a Ted y estaban en ese proceso de "¿estamos juntos? ¿No estamos juntos?", Cissy lo había conocido también y le agradaba, a pesar de sus...diferencias. Luego escuchó a Lucius hacer un comentario sobre la pureza de sangre —El hombre meneó la cabeza—. Le tomó mucho tiempo darse cuenta de que Lucius era un pequeño cretino, repitiendo las palabras de tu abuelo Abraxas, y que si no hubiese sido por la valentía de Meda al salir con uno de ellos, nosotros seguramente hubiésemos terminado igual.

—Aun así, padre estuvo de su lado. En contra de los muggles y todo eso.

Regulus guardó silencio por un largo rato. Para el momento en que volvió a abrir la boca, el pasillo de la Cámara, que finalizaba en la cabeza de Salazar Slytherin, ya estaba a la vista.

—No existe nada, ni nadie, que sea todo blanco o todo negro en el mundo, dragón —El niño-que-vivió soltó un débil quejido cuando el hombre tiró de una de sus mejillas—. Que no se te olvide, ¿bien?

Draco asintió, apartándose antes de que fuese a jalarle las mejillas de nuevo, o a abrazarlo.

La Cámara estaba vacía a simple vista, el lejano correr de agua y un goteo distante eran los únicos sonidos perceptibles, más allá de sus respiraciones. Regulus avanzó por delante de él y giró sobre sus talones, examinando el lugar. Tenía las manos unidas por detrás de la espalda, la varita preparada entre los dedos.

—Hogwarts no tuvo sistema de cañerías por muchos años. Fue una adquisición muggle que las familias sangrepura jamás se explicaron. Bastante lógica, por cierto; nos ahorra tener que ocuparnos de la limpieza con hechizos después de ir al baño —Draro arrugó la nariz, en señal de desagrado, él dejó escapar una risa áspera y entrecortada—. A pesar de que su propio veneno bastó para paralizarlo por un tiempo, Ariadna está segura de haber captado signos de él por allí. Si un Basilisco puede deslizarse a través de ellas, todavía supondría un peligro inmenso para los estudiantes. ¿Estás seguro de querer hacer esto?

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