(Sasusaku) Exilio

Capítulo 17. Compréndelo

Sin embargo, todo lo bueno acaba, y la realidad que tanto habían evadido estaba a punto de golpear de lleno la burbuja de la pelirrosa con una sencilla frase.

- Sakura-chan, voy a volver a Konoha – dijo de repente Naruto mirándola con seriedad.

Todo se quedó en silencio.

Sasuke miró alarmado a Naruto, ¿Cómo se le ocurría soltarlo así de repente? Volvió la vista hacia Sakura esperando que de un momento a otro comenzaran los gritos y amenazas.

El rubio por su parte aguantaba la respiración después de soltar la bomba. Ni siquiera lo había pensado, las palabras habían salido solas de su boca sin que pudiera contenerlas. Le había estado dando vueltas a cómo decirle a Sakura lo que había decidido. Sabía que de cualquier manera ella lo tomaría mal, pero esa no había sido precisamente una forma sutil de dar la noticia, y en cierto modo, deseaba haberse mordido la lengua a tiempo.

- ... Has tardado más tiempo del que creía – murmuró Sakura tristemente con los ojos clavados en el suelo, provocando que Naruto la mirara confuso.

- Pensé que en cuanto pudieras ponerte de pie dirías que querías volver – continuó la pelirrosa con el mismo tono muerto – Te conozco Naruto. Además siempre es igual, todo el mundo se marcha.

- Sakura-chan eso no es así – dijo el rubio con tono lastimero.

- Sí que lo es – Sakura levantó la cara mostrando una triste y derrotada sonrisa – Haga lo que haga da lo mismo, todos se van. Kakashi no debió ir a esa misión, Sasuke no debió marcharse, tú no debes volver. Pero nada de lo que te diga cambiará tu opinión, créeme, lo sé. Podría decirte que te quedaras, que conseguiría un plan para sacar a Hinata de la aldea, que podríamos ser felices, pero no serviría de nada. Desde que decidí sacarnos de allí sabía que tú querrías volver.

- Es necesario. No puedo desaparecer sin más y dejar que todo se derrumbe – explicó Naruto suplicante.

- Ya se ha derrumbado. Naruto, si vas sólo conseguirás que te maten – intentó hacerle entrar en razón la pelirrosa.

- De eso nada dattebayo – dijo el rubio con una de sus características sonrisas – llegaré y conseguiré que todo vuelva a ser como antes. Recuerda que seré Hokage, no voy a rendirme sin luchar.

- Sin luchar... ¿sin luchar? ¿De verdad crees que no luchamos? ¿Qué no intentamos resistir? Estuve meses sin dormir, espiando ANBUs, trazando planes, acudiendo a reuniones clandestinas, buscando un mísero punto débil para atacar y todo lo que conseguimos fue que nos cazaran uno a uno, que pusieran lo que más queríamos al borde del precipicio para arrojarlo al vacío si hacíamos algo. ¿O crees que el padre de Shikamaru se rindió sin luchar, o Kakashi-sensei? Si nosotros no conseguimos nada, tú solo no lo harás. – Sakura lanzó todas sus amargas palabras intentando que comprendiera.

A ella tampoco le encantaba la idea de huir y dejar a todos los demás, pero gracias a eso estaban vivos. Cuando condenaron a Naruto a muerte podrían haberla apoyado, tal vez todo habría sido diferente, pero en lugar de eso todos miraron hacia otro lado por miedo.

¿No entendía que no se podía hacer nada?, Naruto sería hombre muerto en cuanto pusiera un pie en Konoha, ¿qué pensaba hacer contra Danzou él solo?

- Sasuke – llamó la kunoichi tirando de la camisa del chico sin dejar de mirar al rubio – Sasuke dile que no vaya – se volvió hacia él suplicante. Si había alguien a quien Naruto escucharía sería a su mejor amigo.

El pelinegro esquivó la mirada de Sakura que le tiraba de la ropa pidiéndole que retuviera a Naruto cuando él también iba a marcharse. Alzó la vista en silencio para enfrentarse a esos ojos jade que se rompían por momentos y se odió por tener que romper de nuevo sus esperanzas.