Capítulo 37. Arde Konoha

5.9K 395 194
                                    

¡Por Konoha! —la Hokage bajó el brazo justo cuando el Sol lanzaba sus últimos destellos antes de hundirse en la tierra.

Respondiendo a la orden de su líder una lluvia de flechas de fuego iluminó el cielo ahora oscuro, cayendo sobre los atacantes y prendiendo la vegetación. Una nueva tanda, esta vez de kunais con sellos explosivos se abatió sobre los ninjas seguidores de Akatsuki. Desde lo alto de la muralla, los defensores pudieron comprobar cómo las armas hacían aparecer cráteres en el suelo lanzando a los enemigos por los aires al explotar y derribando árboles. El bosque que rodeaba la villa ardía permitiéndoles ver en la oscuridad de la noche.

Consiguieron retener varias acometidas sin que los invasores pudieran traspasar la defensa de la muralla. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos continuos y empleo de jutsus de fuego y armas para repelerlos, algunos conseguían llegar hasta lo alto del muro dónde los ninjas de la Hoja esperaban listos para atacar. Suigetsu hizo trizas a un par con su espada, Sakura y Tsunade conseguían hacerlos volar cientos de metros por el aire con sólo un golpe que por sí mismo ya lograba romperles los huesos, Shikamaru paralizó con su sombra a un ninja en pleno salto para luego dejarle caer al vacío sobre sus propios compañeros.

Pero los intentos fallidos que las primeras filas tuvieron en el asalto a la aldea no parecieron perturbar lo más mínimo al ejercito de Akatsuki, esos ninjas sólo eran carne de cañón, algo con lo que cansar a los defensores para que después los shinobi poderosos entraran en la pelea con efectos devastadores.

Poco después de que la batalla comenzara, el optimismo de los ninjas de Konoha por resistir la ofensiva sin que el enemigo hubiera traspasado la muralla se desplomó junto con ella. Los shinobi saltaron alejándose rápidamente cuando el biju que había liberado el enemigo destrozó el muro de un solo golpe derribando la mitad con su potente ataque. Todos intentaban apartarse del monstruo y tomar posiciones para intentar retenerlo a base de jutsus para encarcelarlo.

Los subordinados de Akatsuki se apresuraron a invadir la villa pasando sobre los restos de la derruida muralla, tuvieron cuidado de no ponerse al alcance del temible biju ya que aunque por el reflejo de Sharingan que mostraba en sus pupilas fuera evidente que estaba controlado por Madara, el monstruo lanzaba ataques contra todo a su alrededor sin importarle que fuera amigo o enemigo, cada movimiento provocaba pura destrucción.

—¡Replegaos! —gritó Tsunade haciendo las señas acordadas para que todos los escuadrones retrocedieran hasta la primera línea de edificios.

Sakura se adelantó para colocarse junto a su maestra, ambas se quedaron inmóviles mirando como a una distancia considerable las filas enemigas traspasaban los muros mientras Sasuke les cubría las espaldas, parecía como si estuvieran esperando una señal... y así era.

Tan pronto como una bengala surcó el cielo ambas medic-nin cargaron chakra en su puño y lo estamparon contra el suelo. Una grieta se abrió con un crujido en el pavimento y avanzó en línea recta hacia dónde el enemigo se reagrupaba, sin embargo, en el momento que la grieta llegó cerca de la muralla, el terreno se cuarteó bajo los pies de los ninjas de Akatsuki haciendo que estos se hundieran en un improvisado foso y que los restos del muro que rodeaba la villa se les precipitaran encima.

Maestra y alumna esbozaron una idéntica sonrisa de triunfo al ver el caos ocasionado en las filas enemigas, incluso el biju había acabado con sus patas hundidas en el foso que habían abierto. El plan había salido a la perfección, Shikamaru era un gran estratega después de todo y había planeado hasta el último detalle.

El muchacho sabía que la muralla no resistiría eternamente y menos si usaban algún monstruo de colas para atacarles, tal como había ocurrido. Así que valorando todas las posibilidades había ideado una estrategia. En cuanto la muralla fuera traspasada, todos los ninjas de la hoja debían retroceder hasta los edificios para que Tsunade y Sakura pudieran destrozar el suelo golpeando en el punto exacto para que el terreno, que antes de la batalla habían preparado para que se cuartease de ese modo, se hundiera bajo el enemigo.

(Sasusaku) ExilioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora