Capítulo 35. Sin mirar atrás

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A la mañana siguiente, el Sol salió iluminando la villa oculta de la Hoja de la misma forma inocente que hacía todos los días, sin saber el terrible peso que los habitantes de la aldea sentían sobre sus hombros al ver esos primeros rayos dando comienzo así a lo que podía ser su último día.

Sin embargo, Sasuke ya llevaba un rato despierto cuando la luz del Sol se coló a través de las finas cortinas que adornaban el dormitorio de Sakura, iluminándolo todo tenuemente. Él siguió observando a la chica que dormía a su lado acaparando la mayor parte de la sábana estampada con grandes flores azules, acarició lentamente su brazo derecho con la punta de los dedos con temor a despertarla mientras la miraba con algo parecido a la tristeza en sus ojos azabaches.

No podía creer que la estuviera arrastrando a la muerte, debería tomarla ahora mismo en brazos y salir corriendo de allí tan lejos como pudiera y mandarlo todo al cuerno, pero sabía que eso no iba a suceder, era su deber frenar a Madara. También era inútil pedirle que se marchara sin él porque ella ya le había dejado claro que no iba a hacerlo, podría obligarla pero en el fondo algo le decía que no funcionaría. De modo que se había visto obligado a aceptar que cualquiera que fuera su destino, sería compartido por ambos.

Sonrió levemente, Sakura no se quedaba sólo por él, ella defendería su aldea hasta el último aliento peleando por sus amigos y todo lo que quería. Una vez había dicho que no era de las que se levantaba una y otra vez para luchar en una batalla imposible sólo porque alguien tuviera que hacerlo, recordó que ella había deseado por aquel entonces que ese alguien no tuvieran que ser ellos, que pudieran vivir su vida en paz, que lejano parecía ese día y cuanto habían cambiado los pensamientos de la pelirrosa.

El muchacho se obligó a apartar la mirada, el Sol ya iluminaba completamente la habitación y eso significaba que ya había llegado la hora de enfrentarse a la realidad, esa mañana tenían demasiadas cosas que hacer como para quedarse todo el día allí, por mucho que lo deseara.

Lentamente se sentó en el colchón apartando el pequeño retazo de sábana que le cubría y no había sido atrapado por Sakura, buscó sus pantalones que afortunadamente no estaban lejos y se los puso casi con pereza, como si quisiera retrasar el momento de salir de allí. Lo mismo ocurrió al calzarse sus botas ninja, sin embargo cuando se disponía a atarse el cinturón que usaba para llevar su katana unas manos lo detuvieron.

En silencio, Sakura se había despertado y acercado a él deslizando sus pasos sin que lo notara. Con lentos y delicados movimientos, la chica retomó la tarea del Uchiha anudando su cinturón que la noche anterior ella misma había desatado con pasión, sus manos ascendieron sin prisa acariciando sus abdominales, subiendo por su torso. Todavía sin cruzar una palabra y bajo la atenta mirada del chico, colocó sobre sus hombros el haori que horas atrás le había quitado a tirones entre fogosos besos, sus manos recorrieron ahora el camino inverso bajando por su torso para terminar de acomodar la ropa haciendo que la piel se le erizara como si todavía tuviera grabadas las caricias que le habían vuelto loco por la noche y él soltara un corto e involuntario jadeo. Entonces la chica se puso de puntillas y le rozó los labios con los suyos levemente, cerrando los ojos y suspirando.

El Uchiha correspondió al beso alzándola del suelo y girándose para recostarla delicadamente sobre la cama, deslizó las manos subiendo por sus muslos con lentitud recordando la manera en la que los había recorrido esa noche y como había arrancado suspiros de los labios de ella. Recuperando su falda ninja de algún rincón del suelo comenzó a vestirla con tanto cuidado como si fuera de porcelana, Sakura alzó las caderas para facilitarle la tarea del mismo modo que horas atrás había usado para que pudiera quitársela. Deslizó sus labios por su suave piel dejando un húmedo camino de besos desde el ombligo de la pelirrosa hasta sus labios.

(Sasusaku) ExilioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora