(Sasusaku) Exilio

Capítulo 30. Venganza

—Lo siento, pero no me acuerdo de ti —mintió Sakura antes de hacer descender el kunai sobre el cuello de su enemigo.

La sangre salpicó el suelo y la pelirrosa soltó al ninja, cuyo cuerpo cayó tumbado al suelo con un ruido sordo.

Se acabó. No más pesadillas. Sakura retrocedió un par de pasos conmocionada y el kunai ensangrentado cayó de su mano produciendo un chasquido metálico al golpear contra el suelo.

—Vaya —dijo Naruto acercándose mientras miraba al ninja caído— qué tipo tan extraño, algo perturbado ¿no creéis?

—Estar en Raíz los vuelve a todos estúpidos – comentó Sasuke que ya estaba junto a la pelirrosa – acuérdate del idiota.

— ¿Qué idiota? ¿Suigetsu? —preguntó el rubio.

—No, el otro —contestó el Uchiha.

— ¿Juugo?

Sasuke estrechó los ojos. Por favor, no era tan difícil ¿Cuántos idiotas que hayan formado parte de Raíz conocían? De pronto, Sakura empezó a reír haciendo que los dos la miraran extrañados.

—Sasuke, para ti todos son idiotas así que es normal que Naruto no sepa a cual te refieres —dijo la pelirrosa alegremente, parece que sus compañeros habían conseguido que olvidara sus negros pensamientos sobre el ANBU al que acababa de matar.

—Eso es porque vivo rodeado de ellos —admitió el pelinegro— excepto tú... y Kakashi cuando no está leyendo pornografía... que no suele ser muy a menudo.

—Qué antipático eres, Teme —se quejó Naruto.

—Chicos —llamó Sakura— no os distraigáis, esto aun no se acaba. Sasuke, creo que ha llegado el momento de ir a por Danzou.

El pelinegro asintió solemnemente volviendo más seria aun su expresión, sus ojos se volvieron más oscuros al pensar en su pronta venganza.

—Busquemos a Karin —dijo Sasuke avanzando hacia dónde la pelea continuaba—, ella nos informará sobre la situación.

El centro de la villa era un descontrol. Aunque después de tanto tiempo de pelea a muchos les quedaba el chakra justo para pelear cuerpo a cuerpo, las espectaculares técnicas de alto nivel habían hecho estragos en la mayoría de los edificios. Plantas salían en las casas dónde debería haber ventanas, paredes de tierra se elevaban dónde antes había una calle, el agua abnegaba algún callejón saliendo de lugares inverosímiles. Eso por no hablar de la cantidad de cascotes desprendidos de las fachadas por el uso de algún jutsu explosivo.

Finalmente, la gran mayoría de las peleas se habían concentrado en el centro de la villa donde había más espacio para maniobrar. En un primer momento, las estrechas calles de Konoha habían sido un buen escenario a la hora de tender emboscadas y realizar ataques sorpresa, ya que los enemigos del Hokage habían tomado posiciones estudiadas para caer sobre Raíz de manera fulminante. Pero pasado el inicio, el factor sorpresa se perdía, y era más cómodo pelear en un lugar amplio dónde tus compañeros podían auxiliarte en un momento de necesidad.

Sasuke recorrió con la vista el lugar buscando algo pelirrojo que se moviera.

A la derecha, sobre uno de los pocos tejados que quedaban en pie en ese lugar, Kakashi y Gai luchaban espalda contra espalda dejando un reguero de enemigos abatidos, sin duda el sensei del equipo nueve había convertido la batalla en una competición con su eterno rival. Por el medio de todo el caos, Ino escoltada por su equipo iba de un lado a otro con unos cuantos medic-nin del hospital trasladando heridos mientras su clan luchaba unas cuantas calles más abajo contra un escuadrón entero de ANBU Raíz.