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|31 de octubre|

-Bueno, creo que ya está -me tiende un espejo y observo mi reflejo, impresionado.

Miro a mi hyung, el cual espera impaciente un veredicto y sonrío con amplitud.

-Es perfecto, lo hiciste genial, Hobi hyung, gracias -le doy un fuerte abrazo y vuelvo a mirar mi cambio.

Mi pelo, en el cual no se puede apreciar ni un atisbo del rosa anterior, aunque este sólo sea un tinte temporal.
Mis ojos, perfilados y con una sombra corrida a juego con mi cabello.

Un corazón se dibuja en mi mejilla y un tatuaje se abre paso en mi quijada.
Mis labios de un rojo brillante, hace que se vean más abultados de lo que ya son.

Observo el resto de mi atuendo, contemplo mis piernas, tatuadas falsamente, al igual que otras partes de mi cuerpo, cubiertas por unas medias de rejilla pequeña que terminan en un pequeño pantalón rodeado de un cinturón brillante, también del color de mi pelo y ojos, que deja muy poco a la imaginación.

Una camiseta blanca con rotos, con el texto Daddy's Lil Monster y una chaqueta de los mismos colores que los ya mencionados, cubren mi torso.

Para finalizar el collar que cubre mi cuello, los brazaletes acompañando los tatuajes de mis brazos, los guantes sin dedos que cubren mis manos y el largo objeto que le robé a mi padre, de cuando él era joven.

Anteriormente de mi maquillaje y vestuario para este tipo de cosas se ocupaba Taehyung, que estudiando y viviendo en el mundo del teatro aprendió mucho de estas cosas.

Ahora, lógicamente me sentiría incómodo si me estuviese maquillando tan cerca de mí, por eso le supliqué a Hoseok que lo hiciese, dando por resultado un disfraz perfecto.

-¿Cuando viene Jungkook?

-Pues...

Como si estuviese esperando específicamente a que le nombrásemos, suena el timbre de la casa de mi amigo.

Decidimos que era mejor que viniese aquí, no queríamos molestar a mis padres y los de Hobi están de viaje por su aniversario, dejando a este y a su hermana cuidando la casa. Además, está más cerca de la morada de Namjoon que la mía.

Recojo mis cosas, le doy otro abrazo a mi amigo, agradeciéndole de nuevo y bajo las escaleras.

-¡Nos vemos allí!

Cuando abro la puerta, un chico con una túnica marrón con capucha, de la cabeza a los pies, con la cara pintada de blanco, con dos círculos negros rodeando sus ojos, los labios pintados de ese mismo color y con látigo en mano me recibe.

Cuando abro la puerta, un chico con una túnica marrón con capucha, de la cabeza a los pies, con la cara pintada de blanco, con dos círculos negros rodeando sus ojos, los labios pintados de ese mismo color y con látigo en mano me recibe

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Nada más verme su boca se abre un poco y me recorre de arriba abajo con la mirada.

-No empieces a babear.

• ᴊᴋ... ʟᴏᴏᴋ ᴀᴛ ᴍᴇ! • ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora