|14 de octubre|
Despierto cuando el sol comienza a molestarme lo suficiente como para no poder seguir durmiendo y maldigo por lo bajo.
Pronto me doy cuenta de que esta no es mi habitación, ni mucho menos mi cama y él que me abraza no es mi hermano en sus noches de soledad.
Sonrío al vislumbrar a Jimin con su mejilla aplastada contra mi pecho y sus lindos labios entreabiertos.
Amando la vista, permanezco unos minutos en ese estado, acariciando sus cabellos, hasta que las ganas de ver sus ojitos y sonrisa se hacen más importantes.
Comienzo a pinchar con el dedo la mejilla que no está pegada a mí y escucho un gruñido, aprieta los ojos y se gira, separándose de mí y apoyando la otra mejilla en la cama, dándome la espalda.
Conteniendo mi risa, pico su otra mejilla, viendo como se revuelve en su lugar y se tapa la cabeza con las sábanas.
Con una mueca, me levanto y rebusco en sus bolsas de regalos, situadas al lado de la cama, hasta dar con el mío.
Abro la carátula y admirando el reproductor de su habitación, coloco el disco en este, dándole al play y dejando que la voz de Charlie Puth inunde la habitación. Paso las canciones hasta dar con la que buscaba y volver a tumbarme con Jimin.
– We don't talk anymore, we don't talk anymore
We don't talk anymore, like we used to do
We don't love anymore
What was all of it for?
Oh, we don't talk anymore, like we used to do.Jimin se destapa y gira para verme, haciéndome callar la melodía, dejando la música correr por su cuenta.
–¿A qué se debe este maravilloso despertar?
–Era para compensar el mal a tus mejillas.
–Ya decía yo que no era un sueño...
El mayor comienza a estirarse a mi lado mientras le contemplo con una mueca de dolor.
Jimin se sienta en la cama y estira sus brazos sobre su cabeza para al dejarse caer para tumbarse de nuevo, hacerlo sobre mi vientre, sacándome el aire por completo.–¡Perdón Kookie!
Se mueve otra vez a mi lado y acaricia mi mejilla, preocupado.
–No sé qué me dolió más... Si la caída o tu contorsionismo doloroso...
Suspira y apoya su cabeza en mi pecho para abrazarme de nuevo, susurrando la canción.
–Buenos días, Mochi. Hoy te ves sumamente lindo.
–Pues no será por el terror que me comí toda la noche...
–Si dormiste como bebé, no te quejes. Lo único que decías en sueños era "Kookie, no te alejes". Me llamaste bebé en ocasiones y me dieron ganas de tirarte de la cama pero te ves lindo durmiendo.
–Es que tienes carita de bebé, Kookie.
Siento el peso de Jimin cuando este se sienta a horcajadas en mi vientre, con las piernas a los lados de mi cuerpo, y agarra mis mejillas para aplastarlas entre sus dedos como ama hacer mi abuela.
Su nariz se frota contra la mía en el acto e intento liberarme de su agarre.Cuando siento que sus dedos liberan mi piel, percibo el tacto de sus labios... Besando mi nariz.
Los ojos de Jimin miran fijamente los míos, dejándome admirar un brillo especial en estos, tan cercano...
Mis manos sienten las caderas de Jimin entre ellas, sin saber siquiera el momento en el que acabaron ahí.
Ambos escuchamos un sonido extraño saliendo del reproductor, la canción que estaba por empezar se para y comienza la que anticipaba a We Don't Tal Anymore, retrocediendo en la reproducción. Losing my mind se escucha, otra de mis favoritas, lenta, perfecta para la situación.
Veo el brillo de sus ojos desaparecer cuando los cierra y sus labios se conectan a los míos suavemente.
Me relajo ante el contacto y cierro mis ojos también para responder al beso que me ofrece.
Disfruto cada segundo de sus labios contra los míos, al ritmo de la canción, disfruto del tacto de sus esponjosos belfos, esos que con ansias deseaba probar, disfruto de sus manos rodeando mi cuello, acariciando mechones de mi cabello y me dejo llevar por las sensaciones del momento.Hasta que un vacío permanece en mi boca al no sentir la del más bajo que ya se encuentra de pie y con las manos enterradas en sus hebras rosas.
–Jimin...
–¡No! ¡Eso no debió haber pasado! ¡No debería haber hecho eso! Tú...
Sus palabras son calladas cuando lo rodeo con mis brazos, en silencio, dejando que se tranquilice y se una a este.
–¿Nunca te has dado un beso con un amigo? Ha sido un beso de amigos, ¿sí?
–Pero yo... Tú...
–Él, ella, nosotros, vosotros, ellos y ellas –sonríe mirándome de nuevo a los ojos, dándome ganas de volver a juntarnos–. Minnie, no es nada, olvidalo, un beso de amigos, ya está, ¿vale? Aquí no ha ocurrido nada, olvidalo.
–Bueno... Está bien, Kookie.
–Así me gusta, ahora a desayunar, Mochi. Huele rico.
–Siempre que viene alguien a casa papá hace tortitas. Te encantarán.
Con su hermosa sonrisa me empuja fuera de la habitación, apagando el reproductor y bajando a la cocina, donde el señor Park, con un delantal blanco llena un plato con una torre de tortitas.
–Buenos días, chicos, poned la mesa. Ahora os llevo todo esto.
Tras preparar todo y desayunar las deliciosas tortitas del padre de Jimin, volvemos a la habitación donde el pelirosa vuelve a tirarse a la cama deshecha.
Me tumbo a su lado, mirando al techo, dispuesto a preguntarle mis dudas sobre sus padres.
–Minnie... A ti... Te gustan los chicos, ¿no es así?
–Tuve varias novias en el pasado pero no me sentía a gusto. Sólo me enamoré de una persona, un chico que me dio mucho, pero no por el tiempo que yo quería...
Me giro a ver su expresión y observo sus ojos cerrados y la mueca en sus labios.
–¿Tus padres lo saben?
Jimin se gira también hacia mí, volviendo a mirarme con tristeza.
–Supongo que algo sospechan, no es tan complicado... Mi ex durmió muchas veces aquí y no era fácil ocultar que dormía conmigo. Evitamos cosas, pero a veces era complicado evitar absolutamente todo. Él dijo que por todas las dificultades era mejor dejarlo. Mis padres nunca le aceptarían y al parecer había una persona que le gustaba con el que no tendría esas dificultades, a pesar de todas las veces que juró estar conmigo sin importar mis padres o que sólo tenía ojos para mí. Me juró que estaba enamorado como nunca lo había estado y eso nada ni nadie lo cambiaría, pero pareció no ser así... Quedamos como amigos pero no me volví a acercar a él. Yo sí que estaba enamorado y me duele mirarle, ni sabría decir lo que me dolería hablarle...
Una lágrima resbala por su mejilla y la atrapo antes de que desaparezca en el colchón, manteniendo mi mano en el lugar.
–Ayer cuando tu madre entró y te separaste tan rápido, pensé que no era la primera vez que lo hacías.
Jimin niega con la cabeza lentamente y suspira.
–Él mentía bien, se inventaba cosas rápido, supongo que es lo que tiene estudiar artes escénicas.
–Mi mejor amigo estudia lo mismo, él miente muy bien.
–Kookie, Taehyung es mi exnovio.
JK
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• ᴊᴋ... ʟᴏᴏᴋ ᴀᴛ ᴍᴇ! • ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ
Hayran Kurgu•Dos miradas conectadas en momentos opuestos, dos miradas que desean encontrarse.• Park Jimin adora bailar, expresar lo que siente mediante la danza, tan apegado a ella que su simple caminar es dócil. Jeon Jungkook, el nuevo, ama ver bailar a Jimin...