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|4 de enero|

No pasó mucho más de una hora antes de que sonara su teléfono. Contestó al que pude ver que era su padre y hablo con él escasos minutos mientras acariciaba mi piel bajo la ropa con ternura.

—Papá está de camino, dice que en quince minutos, más o menos, llega. Puedes ir avisando a Eunbi y a tus padres para que vengan en media hora o así.

Sólo una queja salió de mis labios antes de recostarme todavía más sobre él, buscando toda la cercanía y mimos que pudiese recibir antes de que se fuera y no poder verle de nuevo.

Aunque sí planeábamos quedar antes de volver a clases y ya teníamos todo pensado para no tener problemas.

Sería el día que me pintase y realmente tenía ganas de que eso sucediera. Tal vez era algo estúpido y posiblemente a otras personas le parecería algún juego sexual o algo así.
Pero yo sólo tenía ganas de sentir la pasión que siente por la pintura sobre mí.
Sí que suena pervertido...

Sólo quería ver sus ojos concentrados sobre mí y sentir las cosquillas del pincel y su risa uniéndose a la mía.
Quería verle manchado de pintura haciendo lo que más le gusta, sabiendo que lo está haciendo usando de lienzo a la persona que más le gusta también.

No sé, tal vez sí suena perturbador, pero sabía que sería una escena linda y de la que me debería sentir orgulloso de formar parte.

Llamé a mi madre, intentando mantener la calma mientras sentía los besos del pelinegro en mi cuello. Estuve a punto de gritarle todo a mi madre y mandarla a la mierda antes de repetir lo de anoche con él, pero de alguna forma logré contenerme.

Ya estábamos en la entrada, esperando al señor Jeon, abrazados como si nos fuésemos a separar durante años, aunque realmente lo sentiríamos así.

Al llegar, su padre estrechó mi mano y se presentó, diciéndome lo feliz que estaba de conocer al que le saca sonrisas tontas a su Jungkookie, y que ojalá pudiese ir pronto a visitarles para saber más de mí.

—Kook, al final sí que lo hicimos en una cama King size hasta el amanecer... —susurré en su oído después de que su padre agarrase su bolsa y entrase al vehículo de nuevo.

—Nos dormimos mucho antes del amanecer, pero lo de la cama de hotel sí que fue un lujo aunque no me dejases aprovechar la bañera como se debería —reí por el pequeño puchero en sus labios que se deshizo al mínimo toque con los míos—. Nos vemos en unos días, ¿sí? Dile a Mini que lo extraño —susurra haciendo que casi ni le escuche al estar demasiado ensimismado en sus ojos y su rostro a pocos centímetros del mío.

Y un beso que duró largos segundos donde daba igual que el mayor de la familia estuviese presenciando la escena de su tierno hijo besando con dulzura a su novio durante más tiempo del que le hubiese gustado esperar.

—No dejes de hablarle a tus padres y cuéntales lo bien que lo pasaste toda la noche con Eunbi, ¿vale? Estarán tan felices que podrás salir de casa siempre que quieras y podremos vernos.

—Dile a Junghyun que en nada estaré acaparando el sofá, que no me eche de menos demasiado. Y por dios, no des muchos detalles de lo que ha pasado, tampoco tienen que saberlo siquiera, no hagas que tu hermano se burle de mí o que tus padres me hagan preguntas incómodas cuando vaya, por favor. Y ahora vete que los míos estarán al llegar. Feliz año nuevo, Jungkookie.

—Feliz año nuevo, bebé.

Un ultimo beso y saludé con la mano hasta que ya no vi el automóvil perdido entre más calles.

Eunbi, que al parecer miraba la escena desde un lado, vino reclamándome mi primera noche del año por mis propias palabras, siendo ella posteriormente quien me contaría la suya.

• ᴊᴋ... ʟᴏᴏᴋ ᴀᴛ ᴍᴇ! • ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora