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|2 de noviembre|

–Te ves lindo comiendo.

Obsevo al pelirosa frente a mí, el cual me mira con su mentón apoyado en la palma de su mano, mordisqueando el borde de la pizza con una sonrisa delineando sus rosados labios.

Siento mis mejillas calentarse con su comentario y su risa se hace presente.

–El que decía que era un activo, con mirada de dominante en la cama, se ha sonrojado porque le dijeron lindo... ¿Te dejarás hacer por mí, Kookie?

–Cállate, me tomaste desprevenido –intento bajar mi rojez, bebiendo de mi refresco.

–Si te hubiese pillado atento no sé qué habrías hecho entonces, ¿exponer tu culo sin rechistar, tal vez?

–Que estoy comiendo...

–Oh, ¿ahora te molesta hablar de sexo?

Le ignoro y termino la porción que quedaba antes de levantarme y caminar hacia el baño para lavarme las manos, sin decir una palabra

Cuando ya estoy secando mis manos la puerta se abre, dejando ver una cabellera rosa frente a mí.

–Ya pagué, déjame lavar mis manos también.

Me muevo en el muy limitado espacio dejándole delante del lavabo.

Cuando se agacha para mojarse la cara sacudo la cabeza y sonrío.

–Mucho hablas de mí pero eres tú el que se coloca solito.

Levanta la cabeza y me mira através del espejo, regalándome una sonrisa sugerente.

–Ya vuelves a ser como antes, así me gusta.

Se da la vuelta y con sus dedos mojados peina mi cabello con suavidad, después estira sus mangas para secar su rostro, finalizando la acción pasando sus manos por mi nuca, acortando el espacio entre nosotros.

Abrazo su cintura con rapidez y naturalidad, como si tuviese la suerte de hacerlo todos los días, aunque la tarde de ayer fuese una de las más maravillosa que pude pasar, ojalá se haga costumbre.

Antes de que pueda seguir cavilando siento sus labios tantear mi mandíbula con seguridad, subiendo poco a poco hasta dejar un suave y corto beso en los míos.

–Esperaba besarte más tarde pero no me pude resistir.

Y sin más, sale del baño dejándome con la boca abierta ante sus palabras.

Me dejaría caer por la pared hasta el suelo, como adolescente enamorada pero le debo un postre.

Presiento que nos queda una increíble tarde por delante.

。。。。。。。。。。。。。。 。。


–Lo hablé con mi madre esta mañana. ¿Te gustaría quedarte a dormir mañana en mi casa?

Abre sus ojos sorprendido y aprieta los labios. Sé que se contiene el sonreír.

–¿A dormir?

–No, a que me veas sin ropa –un brillo de lujuria se escapa por sus ojos–. A dormir, Mochi.

Hace una mueca y río mientras le robo un poco de su tarta de fresas con leche condensada.

Él hace lo mismo con mi brownie de chocolate con nueces, en vez de quejarse por mi acción.

–Parece que lo haces a propósito.

Me mira con cara de no entender y llevo mi pulgar a sus labios, quitando un poco de la nata de su tarta que en estos se encuentra y llevándomelo posteriormente a los míos, probando el dulce.

• ᴊᴋ... ʟᴏᴏᴋ ᴀᴛ ᴍᴇ! • ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora