|1 de noviembre|
Me agacho y junto mis manos, entrelazando mis dedos para crear un soporte para Jimin.
Él apoya su pie en mis palmas y le impulso hacia arriba. Se agarra a la valla y en pocos segundos ya salta para caer al otro lado y saludarme tiernamente.
Me limpio las manos con tierra de su zapato y, con agilidad, acabo pasando la verja también, quedando ambos dentro del recinto del instituto.
Me siento la persona más feliz del mundo cuando siento la mano de Jimin en la mía, por su propia voluntad, mientras caminamos hasta el cerezo y nos sentamos, apoyando la espalda en su tronco, posicionándonos de una forma que justo delante de nosotros se vea perfectamente como el sol se oculta en el horizonte.
-¿No decías que desde tu habitación se ve el cerezo? ¿No pueden vernos tus padres? -pregunto preocupado por lo que le puedan decir más adelante.
-No te preocupes, sólo se ve desde mi habitación y mis padres nunca entran a mi habitación si no tienen algo que decirme, respetan mucho mi privacidad. Además, cuando les dije que quedé contigo, sonrieron y decidieron que ellos también iban a salir. Dudo que vuelvan hasta tarde, les caíste muy bien, dijeron que eras muy educado y les pareció perfecto tu regalo porque sino ellos se abrían pasado buscando el álbum por todas las tiendas hasta encontrarlo. Puedo ser muy insistente.
Me río y asiento, completamente seguro de ello y algo más tranquilo por su respuesta.
-¿Puedo hacer algo que llevo toda la tarde queriendo hacer?
Le miro extrañado y le asiento sin estar convencido del todo, sin embargo lo que hace me sorprende para bien y sonrío con ternura por la acción.
Jimin agarra mi gorro negro y me lo quita antes de ponérselo y peinar con los dedos el pelo que queda por fuera de la tela, como el primer día que estuvimos bajo este árbol.
-¿Qué tal me queda? -apoya su barbilla en sus manos y me mira.
-Ya te lo dije aquel día y te lo vuelvo a repetir. Te queda mejor que a mí, te ves perfecto.
Parece complacido por mis palabras , tanto que se levanta y se sienta entre mis piernas, apoyando la espalda en mi pecho, reclinándose en mí.
Sus manos sujetan las mías que abrazan su vientre y una tranquilidad asombrosa nos rodea.
-Hay tanto que debería decirte...
-Puedes decirlo, Kookie -aprieta mis manos, incitádome a decirle.
-No puedo, Mochi, tal vez más adelante. Pero te aseguro que algún día sabrás.
Beso su cabeza, encima del gorro y suelta un sonido de queja pero no vuelve a decir nada más.
-¿Quieres que ponga música?
-No estaría mal. ¿Alguna preferencia?
-Como vi que te gusta Alec Benjamin...
Agarro mi móvil y busco hasta dejar que Jesus in L.A. comience a sonar.
-El año pasado hice el flip book que sale en el vídeo para una de mis clases de arte -le digo mientras disfruto del mismo aroma que me embargó esta madrugada.
-¿Algún día me llevarás a tu casa a enseñarmelo?
-Now that you are with me
Well, I think that you should stay
Yeah, I know you've been busy
Searching through the city
So, let me chat away
I know I'm not your savior
I know I'm not your truth
But I think we could be friends
ESTÁS LEYENDO
• ᴊᴋ... ʟᴏᴏᴋ ᴀᴛ ᴍᴇ! • ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ
Fanfiction•Dos miradas conectadas en momentos opuestos, dos miradas que desean encontrarse.• Park Jimin adora bailar, expresar lo que siente mediante la danza, tan apegado a ella que su simple caminar es dócil. Jeon Jungkook, el nuevo, ama ver bailar a Jimin...