Martín e Isaza se encontraban paseando por las calles de Madrid teniendo una especie de cita improvisada.
- ¿Cómo fue la anterior gira? - Preguntó Martín para romper el hielo.
-Un desastre emocional para nosotros, pero a la vez bonita y espero que en esta estemos más preparados. - Respondió Isaza.
-Hablen por ustedes, yo estoy muriendo de miedo. - Comentó el más bajo haciéndole reír y Juan Pablo pasó un brazo por los hombros del contrario en una especie de abrazo.
- ¿Puedo hacerte una pregunta? - Preguntó Isaza.
-Acabas de hacer una. - Respondió Martín con una sonrisa ladina.
-Otra. - Dijo Isaza siguiéndole el chiste y el menor asintió.
- ¿Porqué? - Preguntó él y Martín le miró confundido.
- ¿Por qué el qué? - Cuestionó e Isaza agarró con cuidado el brazo ajeno, levantando la manga y dejando ver algunas cicatrices que no eran muy viejas, tal vez un mes o menos.
-Esto. - Señaló mientras el otro apartaba la mirada -. Me di cuenta hace un tiempo, pero aquellas eran menos notables y más viejas, pero estas no. - Comentó Isaza pasando la yema de los dedos por las marcas.
-Yo...- intentó hablar, pero no salían palabras coherentes de su mente solo pudo apartar su brazo.
-No quería hacerlo ¿Sabes? - consiguió decir al final -. Conseguí quitarme ese mal hábito gracias a Laura quien escondió cualquier objeto filoso, pero cuando se marchó no pude evitarlo. - Explicó sintiéndose cada vez más cohibido.
-Entonces ella escondió todo ese tipo de objetos ¿Eh? - Dijo Isaza más para sí mismo.
- ¿Podemos cambiar de tema? - Preguntó Martín.
-Claro, lo siento. - Se disculpó.
Ambos siguieron su camino hasta que se encontraron con una especie de fiesta al aire libre con música bastante alta considerando que eran las doce de la noche.
Sonaba "radioactive" y Martín no tuvo mejor idea que improvisar un "baile" un poco extraño mientras Isaza grababa una Instastorie.
~Instastorie~
Era Martín bailando, pero como llevaba una sudadera con la capucha puesta y estaba un poco oscuro no se distinguía bien a la persona.
Aquí de paseo con esta persona tan "normal".
Había escrito en un lado del vídeo.
~Fin de la Instastorie~
- ¿Me grabó? - Preguntó Martín al fijarse que el otro sujetaba el celular e Isaza empezó a reírse.
-Mala persona, borre eso. - Pidió el menor intentando alcanzar el móvil, pero Juan Pablo simplemente alzó el brazo imposibilitando que Martín llegase.
-Sí bailó muy bien. - Aseguró él y al final Martín se rindió.
- ¿Usted baila? - Preguntó Martín.
-No, parezco un pato. - Afirmó, pero el otro le tendió la mano invitándole a bailar la siguiente canción que estaba sonando y casualmente era "Mi nuevo vicio".
Cómo dignidad a Juan Pablo le quedaba poca, decidió aceptar la invitación de Martín.
Ambos intentaron bailar algo decente pero el pobre Isaza tenía dos pies izquierdos para el baile, no obstante disfrutaron el momento como dos niños pequeños.
-Sabes, realmente nunca formalizamos nada. - Comentó de repente Juan Pablo todavía tomando las manos a Martín.
- ¿Qué es lo que quiere hacer? - Preguntó Martín temiendo lo que el mayor podría contestar.
-Besarte. - Respondió Isaza con una sonrisa logrando sonrojar al contrario.
-Adelante. - Dijo Martín poniéndose más rojo si era posible e Isaza se inclinó hacia delante para poder besarle.
Se separaron debido a la necesidad de aire, pero siguieron con las manos entre lazadas.
- ¿Quiere ser mi novio? - Preguntó Isaza.
-Sí. - Respondió Martín.
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Los primeros conciertos de Martín cómo miembro oficial de la banda fueron, por suerte, igual que antes de presentarse con unas ligeras diferencias que podía soportar.
Lo que sí le parecía difícil era seguir el ritmo de concierto, después viaje, dos horas de sueño y luego entrevista, todo en bucle. Para él era: dormir lo necesario o no dormir nada, así es como funciona su cuerpo por ello decidió usar el poder secreto de los hermanos Vargas; dormirse en cualquier lugar.
-Marto, despierte. - Le dijo una voz sacudiéndole suavemente y al abrir los ojos se encontró con su hermano.
-Buenos días. - Dijo Martín medio dormido.
-Buenas. - Saludó Simón con una pequeña sonrisa.
-Tenemos entrevista en media hora. - Avisó.
-Bien, dame unos minutos. - Pidió el menor y su hermano asintió antes de marcharse.
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Mientras esperaban a que fuese la hora en una especie de sala empezaron a platicar.
- ¿¡Qué?! - Preguntó Martín mirándoles con miedo.
-Queremos que si te sientes cómodo y con ganas cantes una canción como voz principal. - repitió Villamil lo que antes dijo - No tiene que ser ya, solo se lo estábamos comentando, quite esa cara de susto. - Añadió con gracia y Martín se relajó.
