-Quiero que tomes mi puesto como batería. - Le dijo Aleho.
- ¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? - Le preguntó Martín.
-Sí. - Afirmó.
-Está bien. - Aceptó el más bajo después de un largo silencio
No podía creer lo que estaba escuchando, pero todo era cierto. Las ideas que Martín sabía y que él no le había dicho a nadie, algunas cartas de presentaciones que acababan de llegar. Todo era cierto y eso explicaba muchas cosas.
Estuvo demasiado tiempo en silencio y lo supo al ver como las lágrimas mojaban las mejillas de su precioso novio, por lo cual con mucho cuidado empezó a quitarlas.
-Entonces aprovechemos esta segunda oportunidad. - Afirmó Isaza antes de besarle.
Sintió como las manos de Martín apretaban levemente sus hombros y luego una de ellas se posaba en su mejilla. No necesitó que le dijera nada, sabía que se estaba asegurando de que realmente estaba ahí y que no desaparecería en cualquier momento.
-Estoy aquí. - Le aseguró y besó la palma de la mano.
Martín le volvió a besar, sin apresurarse, disfrutando del momento y luego sus besos fueron bajando hasta el cuello del más alto.
-Todo estará bien, no pienso ir a ningún sitio. - Le aseguró apretando un poco el agarre que tenía sobre el menor y este apoyó la cabeza en su pecho.
-Me aseguraré de que lo esté. - Afirmó Martín.
Ambos sabían que debían levantarse y hacer algo productivo o por lo menos no quedarse allí, pero se encontraban en paz con todo.
-Deberíamos levantarnos...- Dijo Juan Pablo después de un largo rato de cómodo silencio.
-Tal vez, pero estoy medio vago así que me iré a la habitación y esperaré a que Papo y Moncho lleguen para cenar. - Aseguró el menor de los Vargas.
- ¿Monchi y Villa no están? - Le preguntó Isaza.
-No. - Afirmó y se levantó del regazo de su pareja.
- ¿Y sabes cuándo volverán? - Preguntó el del sombrero.
-No, ¿Por? ¿Tiene hambre? - Le preguntó.
-Más o menos. - Respondió Isaza levantándose del sofá y acercándose al menor.
- ¿Y le puedo ayudar? - Le preguntó Martín con una pequeña sonrisa.
-Solo si quiere. - Respondió ye sonrió de vuelta
Y de repente escucharon la puerta abrirse y a Villa gritando algo como: "Ya llegué cúmulo de canes" y ambos empezaron a reírse para después ir a ayudar a los otros dos con la compra.
No podía pegar ojo, el día del accidente de Laura se acercaba demasiado rápido y no encontraba una buena excusa para mantener alejada a su amiga de la carretera ese día en específico sin parecer un loco.
De repente sintió como unos brazos le rodeaban por la cintura y besaban su mejilla.
-Encontraremos la manera de que nada le pase. - Afirmó Juan Pablo.
-No sé cómo hacerlo sin parecer demente. - Explicó Martín.
-Invítala a casa, pasen un rato juntos con la excusa de no haberla visto en bastante tiempo. - Le propuso.
-Y el día que quedamos, o sea uno antes del accidente que no ocurra - Añadió Martín y se giró para mirar a su novio -. Eres un genio. - Le dijo antes de besarle.
-Claro que sí - Dijo Isaza -. Pero ahora deberías dormir, las ojeras empiezan a ser peor, mi niño. - Añadió.
¿Como es posible que me encariñe tanto con una historia y me duela tanto que se acabe? Pero bueno, todo tiene su final.
Espero que su día sea bonito.
P.D.: Disfruten este, que queda uno o dos y ya guardamos está historia :p
~Diana.
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ALONE (Isargas) | acabada
FanfictionMartín nunca se llevó bien con su familia, excepto con su hermano Simón. Pero algunas cosas cambian con el tiempo, al igual que las personas. ~Diana